Juegos de guerra narra la historia de un crio de instituto, David Lightman, que con su Imsai 8080 de última generación, se topa con WOPR, la supercomputadora del NORAD, encargada de planear la 3ª guerra mundial, mientras busca nuevos juegos para descargar (con lo que se demuestra que había piratería antes del emule)
Lightman toma a WOPR por la computadora de una compañía de juegos, y tras listar algunos de ellos, le llama la atención el último: El laberinto de Falken. Tras consultar con unos amigos nerds y visitar la biblioteca, descubre que Falken es el nombre de un reputado informático, y tras investigar su vida, en un ejemplo de libro de ingeniería social, halla la contraseña para colarse en WOPR: Joshua, el nombre del hijo fallecido del profesor Falken (papel por el cual estuvo interesado el mismísimo John Lennon, ya que se ideó al personaje teniendo al cantante en mente)
A todo esto, David llama a la chica de turno, para impresionarla con sus conocimientos informáticos y jugar a uno de los juegos del ordenador en el que se ha infiltrado: la guerra termonuclear global.
Sin saberlo están manipulando los ordenadores del NORAD, que toma lo que en principio es un juego, como un ataque real de los soviéticos. El resto de la película lo veis, porque merece la pena.
Diseccionando este film, se pueden encontrar muchas coincidencias con mi vida: la chica protagonista es pelirroja, el prota informático, visita la biblioteca con frecuencia, pasa de los profesores, se deja el dinero en videojuegos, escapa del gobierno...y siempre quise leer "El Póker y Armaggedon" La primera vez que la ví me impactó tanto, que, y lo reconozco con verguenza, de mayor quería ser Matthew Broderick (el protagonista)
Y es que en los 80 Broderick molaba. ¿A quién no le gusta Ferris Buellers? ¿Quién no ha llorado con Lady Halcón? Y Glory, era un peliculón. Luego ya hizo "The Cable guy" y "El inspector Gadget" y perdió todo el crédito que tenía (la dignidad cuando se casó con Sarah Jessica Parker)
Pero no sólo causó una honda impresión en mi. Cualquier informático nacido a finales de los 70 que diga que no ha visto Juegos de Guerra, no es un informático de fiar. Una legión de hackers nacieron al amparo de la obra de John Badham. Incluso una práctica usual antes de la existencia del adsl: llamar a un listado de números de teléfono en busca de un computador, recibió su nombre gracias a la película: War dialing.
Recientemente se realizó una secuela, que carece del encanto y el carisma de la original. Y es que aquellos tiempos en que la velocidad de un modem se media en baudios, en que podías llamar gratis por teléfono con el juguete de unos cereales o colarte por una puerta trasera con algo tan simple como un nombre, se fueron para no volver. Y con ellos la fama de Matthew Broderick.
no sé cuantas veces he visto todo en un día, y proyecto x. qué lástima pensar que election es del 99, puedes contar conmigo de 2001 y los productores solo moló en teatro. ¿será cierto que para algunas carreras sí hubo efecto 200?. para mal... porque me pongo a pensar y son muchos los que nada bueno desde el cambio de siglo, directores también.
ResponderEliminarPues yo al Broderick lo recordaré siempre siempre siempre por su papel en uno de esos cuentos infantiles que ponían los domingos en los 80 después de comer, en el que hacía de príncipe azul en la Cenicienta xDD
ResponderEliminarYo decía...vale, será el príncipe azul, pero tiene una cara de niñato y unos dientes queeee xDDDD
Si Key, yo pienso que existió un efecto 2000 y en general parece que los cambios de década son traumáticos para determinados grupos de artistas. Todo en un día es la clase de película de la que nunca te cansas de verla.
ResponderEliminarBueno Rizos, poner a Broderick de príncipe azul es como hacer un Hamlet basado en la Inglaterra de los 80: algo que te hace exclamar ¿¿WTF?? Planta no tiene, las cosas como son :P
Besos y abrazos!