Vecino, sí tú, vecino. Malnacido que a traición y deshora escuchas música a toda voz e interrumpes mi sueño evocador y el de muchos otros. Vecino, cabronazo ciudadano, ¿que mal te hemos hecho para castigarnos con tan penosa selección musical?, ¿acaso no trabajas por la mañana? o eres un hijo de la logse que dormita de pupitre en pupitre con la esperanza de que la resaca producida la noche anterior se pase pronto?
¿Acaso vecino, tienes que poner la bazofia que escuchas a todo volumen, para acallar la voz que en el interior de tu cabeza, te pide, te implora, que seas más civico con los demás, que busques trabajo y aceptes tu homosexualidad?.
Para que veas que no soy rencoroso, ni mucho menos malo, me comprometo a regalarte, ya que se acercan las fiestas, un nuevo aparato que ha salido al mercado hace poco. Sirve para que rompas tus tímpanos sin molestar a los demás, se llama Auriculares y seguro que te gustan.
En definitiva querido vecino, si a causa de tu incivismo, deficiente educación o simple estupidez vuelves a turbar mi sueño con infernales melodias, te pegare tal patada en tu vecinal culo, que cuando tus nietos, en las cálidas noches estivales, miren al cielo, exclamarán: "Mira, tantos años y el abuelo continua en orbita".
Avisado estás vecino. Paz.
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