La Rosa y el Látigo (VIII)

Retomo esta mini-serie ante la falta de ideas que me atormenta cual padre de Hamlet. Se me habian quedado varias cosas en el tintero y ya que decidí mostrar en público mis vergüenzas para qué andarnos con cortapisas. En cualquier caso lo más morboso ha quedado atrás, enterrado en las profundidades del blog a la espera de que pincheis en el historial, concretamente del mes de Octubre de 2005 en adelante.

Ya comenté que el principial escollo a la hora de llevar adelante una experiencia BDSM o S/M en mi caso, es la falta de una acompañante femenina lo suficientemente viciosa como para estar a mi altura, que otra cosa no, pero a vicioso no me gana nadie, siempre eso si, dentro de mi heterosexualidad, no vayamos a confundir.

Aparte del mencionado chat y de las visitas a páginas específicas del ramo, decidí probar suerte con un método usado por las personas "normales" desde tiempo inmemorial: los anuncios en las páginas de contactos. Existen páginas de contactos "temáticas" en cuanto al tema D/S, pero ¿para que cerrarse una puerta?, mejor probar con todas. Asi que escribí un escueto y conciso anuncio en el que solicitaba la ayuda de una bella muchacha para conocer juntos ese apasionante mundo del BDSM. Hube de rellenar tambien un perfil para estar más visible y aumentar mis posibilidades de éxito, que en cuestión de mujeres tienden a cero invariablemente.

Contrariamente a lo que todo el mundo hace no mentí como un bellaco, tampoco tengo mucho que ocultar, ni bebo, ni fumo, ni voy con mujeres malas (esto último para mi desgracia). En lo que si tuve mis dudas fue a la hora de subir una imagen de mi persona.

Soy de la opinión de que colgar tu foto en internet puede equivaler a un suicidio social, sobre todo si tienes una faz propicia para la caricatura y la chanza o si ni tu madre te puede ver de lo feo que eres (el mayor grado de fealdad existente, puesto que al feo de los calatrava su madre le decia que era muy guapo), por no enseñar mi foto, ni siquiera soy yo el que se pone ante mi camara web,tengo un doble de webcam llamado Françoise que es el que se muestra a las chicas "dudosas" (aquellas cuyo sexo no tengo definido hasta verlas a ellas).

Se parece bastante a mi, asi que cuando he conocido lo suficiente a una chica como para afirmar con rotundidad que nunca va a cocer mi osito de peluche en una perola, muestro mi verdadero rostro, y si la chica tiene dudas le digo que he adelgazado unos kilos. Hasta ahora solo una chica ha visto mi verdadera cara, el resto han sido engañadas.

Como en la vida real, el número de chicos interesados en ligar con metodos no convencionales es abrumadoramente superior al número de chicas, asi que los dos primeros años no tuve éxito alguno, ni siquieras los gays me hicieron sus (preocupantemente) habituales proposiciones.
Un día abrí mi buzón y cual fue mi sorpresa cuando comprobé que habia recibido un mail de una "aspirante". Era una madurita extranjera, ¿adivinais de donde?, de Finlandia sí, ese gran país con orcos cantautores y rubias deshinibidas sin miedo alguno a probar nuevas experiencias. Aqui lo máximo que tenemos es a Ramoncín y a Malena Gracia, estamos a años luz de los paises nórdicos.

Acompañaba a su mensaje una foto en la que aparecia ella junta a dos amigas más, según me comentaba interesadas tambien en el tema. Recobré el conocimiento dos días despues, falta repentina de oxígeno en el cerebro dijeron los médicos. Intenté ponerme en contacto con la rubia finesa, pero no dio señales de vida. Me quedó la duda de que pudiera ser alguien con ganas de meter en problemas a la chica de la foto o simplemente un ser triste con ganas de reirse un rato de mí, pero el destino es extraño y me aguardaba una sorpresa. Un mes despues de recibir su mail, fui a cierta inmobiliaria y me la encontré, fue una gran sorpresa tanto para mí como para ella, puesto que roja como un tomate salió corriendo por la puerta. Jamás volví a saber de ella.
No recibi mensaje alguno de otra chica, bueno hubo otro pero estoy intentando olvidarlo; un balance muy pobre para el esfuerzo que me costó redactar el dichoso anuncio, que por cierto creo que aún sigue colgado, en páginas perdidas cuya existencia ha sido olvidada por el género humano, al igual que Yahoo.

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