Rituales de cortejo humanos

Una bonita tarde de primavera en la terraza de una cafeteria cualquiera. Dos parejas ocupan una mesa contigua a la mia. Por sus comentarios, parece ser que es la primera vez que se conocen. Ellos son amigos de toda la vida, se ve a simple vista. No más de 19 años, pelo muy corto rapado por los laterales, camisetas sin mangas, pantalones de deporte holgados, uno de ellos lleva una gorra, los dos un pendiente en la oreja izquierda. Se divierten gastandose bromas estúpidas con un par de pajitas y contandose anécdotas absurdas que no llego a escuchar bien.

En amplio contraste están ellas. Vestidas de manera sobria, lejos de la estética "zorrilla" que tanto se lleva ahora entre las adolescentes. Contemplan con cara circunspecta el jolgorio de sus respectivos acompañantes, no se hablan, unicamente les basta una mirada para comunicarse entre ellas. No pegan ni con cola con los dos chicos que tienen enfrente, me pregunto qué haran con ellos. Puede que los hayan conocido por internet, es facil engañar en el ciberespacio y lo que parece un buen partido tras una webcam no es más que un garrulo de carne y hueso, o puede que sean parientes lejanos y yo me esté montando una pelicula, no seria la primera vez que pasa (tengo la mirada sucia).

Llega el camarero, piden y empiezan a conversar. Desde donde estoy no les escucho, pero deben estar comentando algo gracioso porque a ellos solo les falta echar la cerveza por la nariz de las carcajadas que les produce. Son la viva imagen de la falta de educación y del saber estar, sin embargo las chicas los toleran, sonrien con disimulo mientras sorben con una pajita el zumo tropical que han pedido. Los 20 minutos siguientes son idénticos, ellos haciendo gracias y llevando el peso de la conversacion y ellas sonriendo timidamente, dejandose querer; hasta que se levantan para irse, a uno de ellos se le cae un preservativo en una maceta y al intentar recogerlo una de las chicas le dice: "no importa ya llevo yo".

Me tuvieron que reanimar tirandome un cubo de hielo en la cabeza. Ojala hubiera nacido unos años más tarde, en mis tiempos las cosas no eran asi.

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