Mentiroso compulsivo

El otro dia me levanté echo polvo, cansado de llevar una vida desenfrenada de estudios, largas partidas al Morrowind y conciertos de Bob Dylan. Me di cuenta de que debia hacer algo con mi vida si no queria pasarme todas las mañanas del resto de mi vida contando el gotelé del techo. Lo primero era reducir mis numerosos defectos (es sorprendente lo sé, pero yo tambien tengo). Hice una lista con ellos y los ordené de mayor a menor importancia, quedando en primer lugar: la mentira.
No es que diga muchos embustes, es más bien una cuestión de decir pocas verdades. Como sabia que seria duro erradicar el problema de raiz, me puse un dia de prueba, si el experimento saliera bien, incluiria la sinceridad entre mis virtudes.
Ahora que lo leo, puede parecer una actitud extraña, pero tengo casi 27 años y ni siquiera se lo que es un beso. Mis descendientes tendrian que haber venido del futuro a resolver la situación, el que no lo hayan hecho ya solo puede significar dos cosas: nunca tendré hijos y no les dejare un solo céntimo de mi herencia a mis sobrinos.
Visto el panorama algo tenia que hacer y con el ánimo de ser mejor persona para que las otras personas me vieran como la persona que soy, me dirigi a mi rutinario y archiconocido destino: la biblioteca. Justo en la puerta del recinto, recibí una llamada de teléfono:

- Hola Mr Roboto (jamás doy mi verdadero nombre) ¿por qué no viniste ayer a terminar el trabajo de ingenieria del software, que casualmente tenemos que entregar hoy?
- Lo siento canela (es su mote, no pregunteis porque), le trajeron un gato de importación a mi vecina y no se me ocurrio otra cosa que cogerlo y acariciarle el lomo, joer si lo hubiera sabido...., cogi la fiebre del congo tio, 40º de temperatura, casi lo mismo que cuando veo a tu hermana en bikini jajaja (típica broma entre "adultos" macho de cualquier subgrupo que actua como fortalecedor de la amistad entre ellos)
- Ah bueno de ser asi, nada chico mejorate pronto, ya le pondremos tu nombre al trabajo si eso
- Te lo agradeceria de todo corazón, cough cough (onomatopeya de tos para añadir dramatismo y verosimilitud a la patraña)
- ¿Oye ese ruido que se escucha de fondo? suena como un monton de claxons pitando a la vez...
- Nada es que estoy viendo una reposición de Starsky y Hutch, tengo que dejarte eh? de verdad que lo siento mucho. Nos vemos.

Empezamos bien, la primera vez que abria la boca en lo que iba de mañana y ya habia soltado la primera mentira, me juré no mentir en la próxima ocasión que pudiera hacerlo. Gran parte del éxito se basaba en no tener que entablar contacto con otras personas, asi que subí las escaleras que llevan a la biblioteca con el mayor de los sigilos. Por desgracia el conserje, sintió curiosidad por mis sigilosos movimientos, aprendidos de las peliculas de espias de los 50.
- Perdona, ¿buscas algo? -preguntó con un cierto tono de guasa?
- No, que va -
- Ah bueno, como te he visto un poco perdido....
- Ya -
- ¿Que estabas haciendo?- el buen hombre no se daba por vencido luego si le llaman portera se queja, pero una nueva mentira hubiera significado una derrota definitiva, asi que no me quedó más remedio que decirle la verdad.
- Estoy intentando evitar a la gente para no tener que mentir, es que quiero ser socialmente aceptado ¿sabe?
Desde luego no se llevó la mejor imagen de mí, pero tampoco aspiraba a intimar con él, asi que no me preocupe mucho. Pase un par de horas estudiando como nunca, puesto que ya no podia autoengañarme con esa gran mentira que se suele decir uno cuando tiene que estudiar: "voy a descansar cinco minutos y luego me pongo un par de horas". Mi anterior yo hubiera echo caso de tan maligno consejo y hubiera malgastado la mañana en una orgia sensorial propia del sátiro en el que me estoy convirtiendo, creo que empecé a cambiar en el momento justo de mi vida: un mes antes de los exámenes.
En lo que quedaba de dia, me gané la enemistad de un tipo con malas pintas que me pidio un euro según él para llamar por teléfono, una maldición de unos testigos de Jehova a los que dejé claro que no me interesaban sus ideas ni su vestuario de oficinista y un tortazo por parte de una señora a cuyo perro llame guarro (con toda la razón del mundo).
Cuando llegué a casa me di cuenta que no hay nada como una buena mentira para caer bien a la gente, la sinceridad se la dejo a los mimos, las personas más honradas de la tierra.
Compartir:
spacer

5 comentarios:

  1. Pasate por Oviedo , Roboto, que tras Paul Aster el año que viene es de ley que te concedan el Principe de Asturias de las letras (o los principitos jamas volveran a ver a Leonor con vida!!!ja-je-ji-jo-ju ...)
    En serio, que gran reflexión, le aplaudo maestro (iremos a medias con el importe del premio, ¿No?)

    ResponderEliminar
  2. Q gran verdad, Mr Roboto. Si lo piensas bien esta sociedad vive de la mentira... o al menos eso pienso. So a que viene tanto maquillaje, ropa de marca, coches, etc. Para aparentar lo que uno quiere ser, aunque no lo sea.

    Y respecto a lo tuyo, llamame iluso si quieres, pero yo soy de los que piensa q tarde o temprano llegará alguien, seguro. Eso si, cuando llegue no la rechces pq no sea Claudia Schiffer :P

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Mucha gente me lo dice hoeman, pero con los años se va perdiendo la esperanza de encontrar a alguien. Mi vida es como una pelicula de King kong, por muchas versiones que hagan, al final el mono no se liga a la rubia nunca.

    Por supuesto que iremos a medias con el premio Tortlon, tu asegurate que la poli no descubra nuestro plan :) ya tengo el titulo de la obra por el que me van a premiar: "Yo, Roboto" :D

    ResponderEliminar
  4. Mira yo es que no sé ni qué ponerte porque cada vez soy más fan tuya. Me parto con tus post perla! De hecho , creo que éste me lo voy a copiar.

    ResponderEliminar
  5. Gracias perla :) En principio iba a formar parte de una septologia dedicada a los siete pecados capitales, hasta que alguien me dijo que la mentira no es uno de ellos, mira al menos por eso no ire al infierno jajaja. Un besazo perla

    ResponderEliminar