¿Quién no ha visto alguna vez en las noticias la compra de una pila de escombros por centenares de miles de euros, con la excusa de que es la última obra de un "renombrado" artista?.
Y es que este tipo de cosas sólo cuela si hablamos de arte moderno. Boticelli, Leonardo, Miguel Angel y el resto de las tortugas ninja se dejaron las cejas y los dedos intentando crear obras de arte; cuadros que tuvieran un significado que cualquiera (y no sólo el autor y su gato) pudiera entender. El cuadro "Saturno devorando a un hijo" de Goya es fácil de comprender, luego según la interpretacion de cada uno, Saturno puede representar a Bush y el hijo al planeta Tierra; pero el caso es que con los pintores clásicos, "What you see is what you get" (chiste informático que los profanos en la materia no captarán y los entendidos no reirán porque la verdad es muy malo)
No se cuando surgió el arte moderno (tampoco es que me interese mucho el tema), pero supongo que con la popularización de las cámaras de fotos, el tener que pintar durante horas un paisaje que con un simple click podías retener en una lámina, dejó de ser rentable. Así, lo que hasta entonces no había sido más que un vano intento por parte del ser humano por perpetuar sus emociones y percepciones, perdió todo su sentido.
Los artistas empezaron a ver mermados sus ingresos (cosa por otra parte inherente a todo buen artista que se precie), pero ya no solo eran ellos los que caian presa de la pobreza... Con el auge de la red de transportes internacional, las pinturas, esculturas y sombras chinescas dejaron de ser conocidas únicamente en las cercanias del lugar de residencia del autor en cuestión, siendo admiradas en todo el mundo.
Y es aquí donde entran en juego los propietarios de las galerias de arte (los escaparates de la cultura) y los marchantes, he de reconocer que no se muy bien cómo se gana la vida esta gente, cobrando la entrada y con metodos de la mafia supongo. El caso es que cuando los miembros de este lacónico grupo (no he visto todavia a un marchante sonriente, ni siquiera cuando cobran) vio que si las cosas continuaban por el mismo camino deberian renunciar a su porsche, decidieron inventarse una nueva forma de entender el arte.
Pintar un cuadro como los de Rembrandt o hacer una escultura como las de Rodin, llevaba demasiado tiempo y el beneficio que se obtenia era pauperrimo. Un noche, la mujer del
presidente del club de marchantes de Manchester (La MMM (Marchantes Marchosos de Manchester)) le instó a que bajara la basura. De mala gana, se levantó de su sillón, y con el perro por acompañante (pues según su mujer asi mataba dos pajaros de un tiro o tres porque necesitaba con urgencia hacer ejercicio) abandonó el reconfortante calor del hogar, dispuesto a cumplir con sus obligaciones maritales.
Aún no se habia acostumbrado a la oscuridad que reinaba en la calle, cuando tropezó con varias bolsas de desperdicios. Maldiciendo a vecinos y familiares poco queridos, echó un vistazo a su alrededor, y comprobo que gran parte de la calzada estaba repleta de montones de basura similares (el Manchester City habia perdido un par de horas antes y sus seguidores se lo habian tomado tan bien que decidieron redecorar la ciudad).
La imagen de decenas de bolsas desparramadas de forma anárquica, le recordo a cierto cuadro de su niñez, en el que un anciano paseaba por un huerto de coles mientras se tapaba la nariz. Una idea empezó a tomar forma en su mente. Un autobus con la foto de 3 monos trabajando en una redacción de periodico que paso justo en ese instante (no es ninguna metafora) le dio el último toque a su proyecto.
El arte ya no seria esa cosa aburrida, con sus aburridas formas, sus aburridos autoretratos y sus aburridos seguidores. Desde ese momento cualquier cosa seria considerado arte si detras subyacia una profunda idea tipo: "La sociedad me margina, pero a mi me gusta la margarina". Y así amigos, es cómo murió el arte.
Por doquier aparecieron pinturas que parecian hechas por un telespectador borracho de Art attack. La escultura pasó a ser una mera acumulación de objetos cotidianos como sillas, ropa, condones... a la que se le atribuia un lado pseudo espiritual; de todos es sabido que el condón no es más que una metáfora de la imposibilidad del hombre por evolucionar hasta el último estado de existencia posible, coartada por el complejo militar-industrial que domina los Estados Unidos desde los años 50 (todo esto representado por el látex por si alguien no lo pilla).
Por el absurdo que esta tendencia en auge representa (y porque nadie quiere comprar mis obras) he decidido exponer algunos de mis trabajos con su correspondiente explicación claro. El primero de ellos es este:
Vaya cosa mas buena, me gusta la Mozzarella
De la unión del antiguo Oriente con el más moderno, la lucha infructuosa de los dos sexos por entenderse se representa a la perfeccion por las dos paletas, cuyo único movimiento vertical, les impide unirse para formar un nuevo ser. Solo pueden intercambiar pequeños trazos de su existencia, que como una pelota se tiran el uno al otro, con la mala suerte de que muchas veces el mensaje se pierde, haciendose más profunda la división entre los dos generos. El trazo es uniforme, como cualquier herramienta del paint. El observador más avispado habra notado que el marcador de la izquierda es más grande que el de la derecha. En principio podria ser simplemente causa de un efecto óptico. Pero teniendo en cuenta que los numeros representan la incomprensión y que el lado izquierdo representa al hombre, que cada cual saque sus conclusiones.