Abrí mi colección de mas de 2000 enlaces y tras varios minutos logré dar con una carpeta de páginas "normales". Como no me decidía por abandonar el tema de las fotos, me fui directo a una web con pinturas de un monton de artistas.
La lista de autores estaba ordenada alfabéticamente. Después de ver unos cuantos trabajos noté un extraño patrón: todos los rusos del XIX estaban obsesionados con Constantinopla y con el mar. Lo del mar se comprende, ¿quién no se ha sentido fascinado por la vastedad y la soledad del oceano? Se supone que los artistas expresan lo que sienten en sus obras y nada mejor para transmitir sus sentimientos que un buen paisaje marino. Pero ¿y Constantinopla? Como Miss España, no soy muy experto en la Rusia del XIX, pero la gloria de Bizancio y el hecho de que Moscú fuera considerada la tercera Roma, les pillaba demasiado lejos como para reivindicar un glorioso pasado, teniendo en cuenta además que en la época en la que se pintaron los cuadros, Rusia estaba emergiendo como potencia continental; poco habia que añorar. Además eso de pintar ciudades de un país enemigo choca un poco. Todo el que haya leido Miguel Strogoff (o visto la serie de dibujos que ponían en canal +) sabrá que la santa Rusia por esa época estaba en guerra con la Puerta de Oro u otro nombre rimbombante de esos que los Tártaros solian otorgarse.
Los rusos no eran sólo paisajistas, también retratistas, cosa que podrían haberse ahorrado puesto que la gente de esa época tenía el mismo grado de belleza que el feo de los Rolling Stones. Supongo que los estudiantes de Historia del Arte (aparte de echar pestes de mi por este sucinto analisis) estarán muy agradecidos al impresionismo. Analizar un cuadro de Vasilyev debe de ser un juego de niños comparado con un cuadro de Dali (yo personalmente no acabo de entender que quiere decir con "el gran masturbador")
Cualquiera que eche un rápido vistazo a los trabajos de los rusos, se podrá dar cuenta de que son muy tristones, con colores muy apagados; cosa normal por otra parte en un país en el que no existian los after hours pese a beber vodka como sustituto del agua. Por lo visto la única que se lo pasaba bien era Catalina la Grande. Bueno creo que he conseguido perder el tiempo lo suficiente.
Tenía que ser Korovin el que echara por tierra mi teoría de los colores apagados.
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