Para los que nacieron a la luz de la televisión en color, la radio es un arcaico medio de comunicación que evoca los tiempos del gran blitz sobre Londres, en los que una atemorizada familia, reunida en torno a un inmenso transistor, esperaba con temor el anuncio de otro bombardeo. Eso, y al tio Cascoporro escuchando el carrusel deportivo los domingos por la tarde; tradición que, como todo lo relacionado con el fútbol, ha perdurado en el tiempo hasta nuestros días.
Como quiera que mi afición por el fútbol era prácticamente nula, mi encuentro con la radio fue tardío. En los pasillos del instituto corria la noticia de que en el tablón de anuncios del gimnasio podia verse los superdesarrollados senos de Ana Bogordo; el que no corría presto al tablón, podia enterarse además de que en un cadena llamada "Los 40 principales", emitian un programa sobre videojuegos y manga.
La foto resultó ser una leyenda urbana más, pero el lunes siguiente cogí prestada la radio de mis padres y me dispuse a escuchar la pegadiza sintonia de Game40, el programa de videojuegos de la cadena 40, como anunció el presentador. Su voz me resultaba familiar, pero no recordé quien era hasta que se presentó como Guillem Caballe, conductor también junto a una morena buenorra y otro que no recuerdo, de Bit a Bit, un programa de tv de similar temática, que pasó sin pena ni gloria por la parrilla de La 2, para desgracia de los fans de la morena.
Mientras explicaba los contenidos del día, le interrumpió la voz de MUP, el monstruo de la última pantalla. Tamaño destello de originalidad no fue por fortuna la nota dominante del programa, que me pareció entretenido teniendo en cuenta que no habia visto una sola pantalla.
Durante los siguientes años, lo escuché religiosamente cada semana, hasta que terminaron por echarlos de la radio. ¿El motivo? Política, siempre es la política.
Los años que estuvieron en antena, fueron los de la transición a las consolas de nueva generación, esto es, pirateables. Un tiempo convulso en el que las compañias de software crecian y desaparecian con la misma velocidad que me quito la ropa ante una morena; en el que la lucha por la dominación del mercado de entretenimiento calentaba motores, y en el que Dragon Ball copaba el interes del 90% de la audiencia.
Es curioso como el programa recibia innumerables llamadas de oyentes, con los trucos más estrambóticos para los juegos de Bola de Dragón: como elegir a Krilin o la transformación de Goku que sólo se habia visto en el manga. Por supuesto eran más falsos que el peluquin de Guillem, pero eso no era obstaculo para que salieran en antena y se calificara de torpe al incapaz de jugar con Goku super saiyajin 3.
Un elemento importante del programa eran los informáticos. Eran dos, el chulo y el que no, y respondian a los nombres de Manuel Martin Vivaldi y Carlos Ulloa (no necesariamente en ese orden). Cada semana, daban noticias del mundillo, respondian dudas de los oyentes y repartian estopa entre canción y canción, a quienes creian eran merecedores de recibirla, lo que en este pais es una virtud.
Hay que decir que en aquella época, con internet en manos de ingenieros asexuados, conseguir material sonoro de videojuegos, era harto dificil. Los juegos recien empezaban a salir en formato CD y la calidad de las melodias de los títulos de la generación anterior (salvo excepciones) no era la idonea para su emisión. Quizás por esto, no habia semana que no se escuchara el Megablast del Xenon II o la banda sonora del Turututu tu tu tu tu tu tuuuuuuu Daytooonaaaa.... USA; canciones que han quedado en el recuerdo de toda una generación avida de información, para la que la Hobby Consolas no era suficiente.
Hoy día, los informáticos permanecen desligados del mundo del videojuego, y Guillem pierde el tiempo en la Mtv entrevistando a Lucia Etxebarria. El tiempo es cruel a veces.
Para los que quieran rememorar épocas más inocentes (se hablaba aún de comprar juegos originales) pueden descargar varios programas de Nebulared.
Aun tengo todos los especiales de bandas sonoras grabados en cinta... Nights into dreams, Full Throttle (esta la consegui entera despues), Wipeout XL, Jet Moto (esta era de Satriani!), Command & Conquer...
ResponderEliminarQue viejos estamos, Roboto
Si que lo estamos Slayer... y lo peor es que parece que fue ayer...
ResponderEliminarMis cintas con los programas a saber donde andaran ahora, supongo que con mi coleccion de micromania.....
Ay, que recuerdos al mentar a la Srta. Bogordo....sigh
ResponderEliminarPara mi que era la prota del chiste del perrito Miss Tetas pero aun está por confirmar, quizá la "Pinkerton y Pinkerton" resuelban el entuerto.
Saludos!!!
Ay,Roboto..tu siempre con tus puestas en escena tan logradas.Me encantan los primeros renglones del texto,hablando de aquellas familias con noticiaros de guerra y aquellos carruseles de antaño.
ResponderEliminarMuy bien tambien introducida esa devocion tuya por los Queen,con el titulo del post.
Un abrazo!!