In Doraemon we trust

En un país multicolor, nació un gato bajo el sooool. En el año 1970 de la mano de Fujiko F Fujio (pseudonimo de los mangakas Fujimoto Hiroshi y Abiko Motoo) Doraemon comenzó sus aventuras en papel pintado (ver una página en blanco no tiene ninguna gracia a menos que sea arte moderno). En 1979 daría el salto a la pequeña pantalla para no salir más de ella (el 15 de Abril de este año comenzó la nueva versión de la serie en Japón), siendo una de las series más longevas de la historia y su personaje igual de famoso que Micky Mouse (al menos en el país del sushi), teniendo todo tipo de merchandising posible: ropa, pastelitos, videojuegos, llaveros, altavoces para ordenador, peluches, muñecos, auténticos robots con su forma pero sin bolsillo que enlace con la cuarta dimensión...

Como Internet, el plan Marshall y el destape, Doraemon llego tarde a España, encargándose las distintas cadenas autonómicas de su emisión (debe ser todo un espectáculo escuchar a Giam hablar en euskera, igual es Arzallus el que le pone la voz)

El éxito de la serie es arrollador. En Canal Sur, raro es el día que no emitan 4 episodios en distintas franjas horarias, lo que me ha llevado a sospechar que Doraemon tiene alguna clase de parentesco con Manolo Chaves (al que para hacerle un primer plano se necesitan 5 cámaras) porque tiene más protagonismo que Juan y medio.

El argumento de "Doraemon, el gato cósmico" es muy simple y repetitivo:
El protagonista (Nobita Nobi, un niño de 9 años o así) se mete en un lío o se le antoja algo que le ha visto a Xuneo (el "adinerado" del grupo y sirviente de Giam). En lugar de solucionar sus problemas por si mismo y crecer así como persona, acude a Doraemon para que le solucione la papeleta.

Doraemon, un robot con forma de gato (se supone) y con un bolsillo repleto de objetos del siglo XXII (lugar desde el que los descendientes de Nobita le envían para que este enderece su camino), le da un aparato con el que se podría dominar el mundo, pero que Nobita usa para impresionar a su amiga (y futura esposa) Shizuka, que para eso es un hombre.

Una vez que Nobita ha impresionado lo suficiente a Shizuka como para que esta le prometa amor eterno, aparecen Xuneo y Giam (el malo del grupo) y le quitan el aparato a Nobita.

Entonces, este llorando vuelve a los brazos de Doraemon, que lo recibe comiendo dorayakis o ligándose a una gata (según vuelva Nobita a casa, andando o en gorrocoptero)

Con algunas reticencias le da otro aparato con el que finalmente Nobita se sale con la suya y puede disfrutar de la compañía de Shizuka hasta el siguiente episodio.

Como todo lo bueno, no tardaron en surgir imitadores de la serie. La más conocida: "El ninja Hattori", en la que el papel de Doraemon lo ocupa un niño ninja que no parpadea ni para dormir y los aparatos son sustituidos por técnicas ninja, que te sirven tanto para matar a una persona con un dedo, como para pelar cientos de patatas en un tiempo récord. La serie era de Fujiko F Fujio, demostrándose así que cuando se tiene una buena idea que te reporta pingües beneficios, innovar no es necesario.

Doraemon es una de esas series que por mucho que veas siempre te divierten y lo seguirán haciendo hasta que del siglo XXII venga un gato robot a reclamar sus derechos sobre la propiedad intelectual de la serie.

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