Propósitos para 2014

- Que me den la flor de su secreto
- Poner la bandera en el monte de Venus.
- Tapar agujeros
- Explorar la cueva del amor
- Sacar a pasear al pajarito
- Mojar el churro
- Hacer el amor
- Tener sexo
- Frungir
- Frinkar
- Zumbar
- Taladrar
- Percutir
- Fornicar
- Empotrar
- Bombear
- Follar
- Abrir una lata de anchoas
- Enroscar el tornillo en la tuerca
- Entrar en un túnel con el transiberiano
- Comerme un kilo de mejillones
- Comer rizos a puñados

Aunque con no comer tantos conguitos ya me conformo. Maldición, me ha entrado hambre. Antes de diezmar la población de tan deliciosa tribu africana, quiero desearos que tengáis una ¡Feliz entrada y salida, entrada y salida, entrada y salida, entrada y salida, entrada y salida, entrada y salida, entrada y salida, entrada y salida, entrada y salida (no me canso ¿eh? ni de escribirlo tampoco) entrada y salida, entrada y salida, entrada y salida, entrada y salida de año y todo eso!
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Trece cosas (la versión del director)

Como no encuentro cómo expresar con palabras lo bueno que ha tenido este año, únicamente se me ocurre hacerlo con gestos obscenos y nadie me quiere grabar, he pensado en enviar un par de imágenes que he encontrado en mi andadura por el mundo real y por el virtual. Es en este valle de unos y ceros y pájaros azules en busca de un agujero donde pasar el invierno calentito entrando y saliendo, usando otras entradas a veces... (si tienen suerte, vamos), en el que un día apareció en mi TL esta pintada:

 
En estos tiempos en los que la realidad se torna gris y fría y el esqueleto de Kiko Ledgard se remueve en su tumba dispuesto a salir de ella para presentar el Un, dos, tres, de nuevo, es necesario coger un cubo de pintura y lanzárselo al mundo para hacerlo más colorido y brillante. Y quien dice un cubo de pintura, dice la figura de este cantante italiano. Y es que Franco Battiato mola, y quiero veros danzar como derviches tourneurs que giran, que es como se hace bien y si de paso se hace en una cama mejor que mejor. Y es esa esperanza por disfrutar del baile horizontal lo que me lleva a presentar la segunda foto, esta tomada en un lugar tan cercano como un lateral del edificio en el que habito, y cuyo autor solo puede ser un niño, pues únicamente la inocencia de uno puede llevarle a desear estar enamorado de dos mujeres a la vez, algo que Houdini intentó pero cuyo fracaso le llevó a la muerte. ¿Si no de qué se iba a enfundar en una camisa de fuerza y meterse en una piscina con tiburones?



Algún día descubrirás, Juanito, que la forma más sencilla de hacer un trío es pagando

Para terminar, el video musical del año. ¡¿Qué digo del año?!, ¡del 2013! Una versión del gran éxito de los robots franchutes más hispanoamericanizada que nunca, que hará las delicias de todos los amantes de la música y en especial de la fundadora de este blog: mi Gordi de las galaxias, de la cual podría estar años comentando sus bondades: Uruapan Mexican Loqui.



He hablado de la muerte de Houdini, zombis y he nombrado de una forma despectiva a los ciudadanos de Francia... Espero que aun así sea un post buenrollero. Y si no, podéis leerlo mientras os fumáis un porro, que eso siempre alegra.
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Año 2013 tras la caída de Nueva York

El comandante Raan inició mecánicamente la maniobra de aproximación al planeta D-456-HG, al que sus habitantes conocían con el estúpido nombre de Tierra. Una señal de desastre de la sonda de vigilancia reptiliana que monitorizaba el avance tecnológico de los terrícolas había propiciado el envío de una misión de exploración. La Regulus, ´la nave estelar más rápida de la flota,  había sido elegida para llevarla a cabo y durante 12 ciclos viajó por las estrellas hasta llegar a su destino.

Los escudos se activaron a .03 parsecs de la esfera azul cubierta de nubes que pendía solitaria en el negro mural del universo. Los informes sobre el sistema planetario decían que debía haber un pequeño satélite inerte orbitando alrededor, pero no había ni rastro de ella.

La astronave se detuvo en órbita geoestacionaria y la tripulación comenzó los preparativos para el desembarco,  mientras los sensores escaneaban la superficie, los cielos y los mares de la Tierra. No había rastro de actividad industrial, ni electricidad o trazas de contaminación residual, no se escuchaban ruidos mecánicos, solo pequeños organismos biológicos surcaban los cielos... Se encontraban ante un sistema planetario de clase 2 cuando la base de datos de la U.G. mencionaba que se trataba de uno de clase 5.

La pequeña lanzadera de desembarco entró en la atmósfera terrestre 15 clics más tarde. A bordo se encontraba el comandante, el oficial científico Ralter y Lirg, un guardián de fuego, mera formalidad pues los escáners no detectaban formas de vida peligrosas.

Antes de aterrizar circunvolaron el globo para echar un vistazo a los grandes núcleos urbanos donde habían desarrollado su actividad aquellos seres. Ruinas y más ruinas fue todo lo que encontraron donde en un tiempo se erigió Nueva York, Los Ángeles, Londres, Berlín, Moscú... No quedaba un solo edificio en pie.

Pusieron rumbo entonces a la península ibérica, concretamente a un punto de la costa sur donde se suponía que vivía uno de los primeros contactados por los reptilianos. La ciudad de Los Boliches era un cascarón vacío pero al menos no había sido reducida a escombros como el resto del planeta. La lanzadera se posó gracilmente sobre el tejado de la casa de Moriarty, que así se llamaba el contactado y los reptilianos descendieron de ella mientras se ajustaban los respiradores, pues la atmósfera era tóxica para ellos.

La puerta se encontraba abierta. Al final del pasillo se encontraba su habitación. La decoración era cuanto menos curiosa. Sus cuatro paredes estaban empapeladas con fotos de una rubia enseñando su torso. Sobre el escritorio de caoba negra, una carta escrita en el intrincado lenguaje terrícola acumulaba dos dedos de polvo. Raan la analizó con su escaner portátil y en la pequeña pantalla del dispositivo apareció el texto traducido. Curioso, comenzó a leer:

Navidad de 2013

Comencé este post para el blog de Gordi: Trece cosas, al que os recomiendo que participéis enviándole todas las aportaciones buenrolleras que os hayan hecho sonreír o reír o follar con alegría este año. Como digo esa era la intención, pero cuando comencé a repasar mentalmente lo que había sido el año, vi que de "guays" iba a tener poco. Así que decidí guardarme este post para mi y verter en él todas las lágrimas, toda la hiel (que me suena a palabra de un diálogo de "Anillos de oro") y todo el cabreo contra este año terminado en número de la mala suerte y comenzando por un patito y un huevo que pronto dará a luz a otro patito. Y escribiendo esta chorrada ya se me ha pasado todo lo anterior, hiel incluida, así que tampoco se muy bien qué decir...

Los primeros tres meses fueron para olvidar de lo bueno que fueron. Al cuarto mes se hizo la luz en Cuenca, que existe pero es donde moran los monstruos, y me quedé solo otra vez, naturalmente. De pronto me vi arrojado al páramo de la soltería, donde solo los más fuertes sobreviven y evitan la tentación de pasar las noches escuchando a Kenny G. mientras se la pelan como un mono. A mi nunca me gustó Kenny G.

Me gustaría decir que me volqué en mi trabajo, que me encerré en el garaje de casa y que junto a un colega creé un buscador de páginas web que revolucionó Internet, pero esa es la historia de Google y es demasiado conocida como para que os la traguéis. Eso si, lo usé mucho para eso de lo del mono. Se encuentra cada cosa...

Los días se sucedieron, uno tras otro, mezclándose hasta forma una nebulosa de inmovilismo, desidia, pereza, gula, zapping entre 13TV e Intereconomía, robo de chicles en el Mercadona (espero que haya prescrito ya)... En fin, todo un cúmulo de oscuridad y cosas malas que desembocó en una enfermedad que me mantuvo en casa durante un trimestre apróx.

Y entonces me quise morir, pero no de mentirijillas, sino de "A ver si terminan Juego de tronos que no me quiero ir al otro barrio sin saber si se cepillan al niño rubio ese repelente (pero de mala manera, no de la buena)" Claro que por suerte creo que antes, ojala que no y sea inmortal, el autor irá al cielo a cruzar el sable con Tolkien. Y con esto no es que le desee la muerte, como a los fish and chips, es solo que con tanto dinero el hombre está tan feliz que para escribir debe tener ánimos. Vamos, a mi me envían un beso en Twitter y ya dejo de escribir en el blog durante semanas... si me pagaran millonadas por alguno de mis textos no me acercaría a un boli más que para usarlo en sofisticados juegos eróticos.

Y con eso, ya tenía medio año finiquitado, por no decir el año completo. Ya está. Cuando recuperé la salud, apenas paré en casa. Vi suecas en la playa, suecas en la montaña, suecas en la calle, suecas en el súper comprando conguitos... que igual eran de Burjassot, pero como eran rubias... Soñar es gratis desde que el tinte es barato.

También me presté a determinados retos planteados por lectoras del blog, que por cierto está bastante abandonado desde hace tiempo, en los que intentar ligar con chicas siguiendo ciertas pautas. Los resultados fueron discretos pero al menos me lo pasé bien y descubrí que tocar teta bien vale una bofetada, o dos, o que te echen del local, que te rocíen laca en los ojos y te hagan fotos con el móvil para ponerlas en su Facebook a modo de cartel de "Se busca".

Por suerte pude sacar varias cosas positivas. La primera de ellas, el haber madurado. Me di cuenta cuando seguía hablando, meses después, con chicas que había conocido y a las que no me podía zumbar por un motivo u otro. Mi antiguo yo inmaduro de hace 10 minutos tras escuchar "tengo novio", "vivo en Groenlandia" o "tengo un bote de laca en el bolso y no para usarlo en sofisticados juegos eróticos" hubiera salido por peteneras en busca de prados vírgenes en los que poder arar con tranquilidad . La segunda, y más importante, es haber conocido a esas chicas, Ellas saben quienes son y a todas les envío un beso.

Esto en lo personal. En lo general, qué voy a decir que no hayáis leído, sufrido, padecido, u os hayan contado...  Malos tiempos para la lírica, la épica, el mester de juglaría y todos los demás. Creo que lo que mejor define este año es la muerte de Mandela. De un tiempo a esta parte nadie se había preocupado por él. Ni siquiera aparecía en las necroporras de Twitter, esas que al final ganará Fidel Castro. Y es morirse y todos saltar como si se hubiera activado algún resorte. Declaraciones estúpidas del presidente español a unos periodistas vendidos a un plato de lentejas que todavía tendrán la poca vergüenza de hacerse llamar garantes de la libertad o "el cuarto poder"; líderes mundiales comportándose como quinceañeros en el cuarto de baño de su casa haciéndose fotos Tuenti en un funeral en el que un condenado por violación, robo y asesinato estuvo haciendo el polla junto al presidente de los USA mientras en los aeropuertos te ponen en pelota picada en busca de un bote de gel... Solo faltó una bacanal en los vestuarios del campo de fútbol donde se desarrolló la ceremonia religiosa para completar el cuadro de un mundo decadente cuyos signos de fatiga empiezan a ser alarmantes.

La educación está en retroceso, las artes están en retroceso, la ciencia está estancada, toda tecnología que no sirva para adocenar a las masas está en retroceso, la medicina curativa está en retroceso... la humanidad vendió el progreso a un consejo de administración y los malos resultados de su gestión van a acabar con nosotros como sociedad, civilización y finalmente como especie.

Supongo que este es un pensamiento común cuando llegas a determinada edad, y que han compartido todas las generaciones desde Timón de Atenas hasta la actualidad. Cuando llegas a determinada edad te da la sensación de que el mundo ha pasado de largo y tú te has quedado en la estación esperando no se sabe muy bien qué. (y en cuanto leas esto pensarás: "pues podría haberlo leído con la voz del tío de Aquellos maravillosos años, la del amigo de Marilyn Manson" Y volverás a releerlo con esa voz para comprobar si es cierto.

Al final, por mucho que diga el anuncio de Desigual, la vida no es chula, es una mierda pinchada en un palo, aunque los vestidos de guarrilla ayuden a llevarla mejor.

Este fue el último año. El año en que perdí la ilusión, las ganas de vivir, la esperanza en cualquier cosa, en el que despejé cualquier duda sobre que todo esto es una jodida broma,  en que los cacahuetes dejaron de tener sabor, en el que no me quisieron enseñar las tetas, en el que aprendí que nadie es mejor por ser más grande tras una maratón de David el gnomo, en el que descubrí que pelársela escuchando a Kenny G podría ser considerado una parafilia, en el que me siguió en Twitter el influencer nº 1 de España, en el que Pepe Colubi me hizo RT sin tener que hablar de su libro, en el que Matias Prats le dio FAV a uno de mis tuits, en el que conseguí un montón de followers poniéndome de avatar a una morena con grandes pechos, en el que me topé con un tuit que no quería de una persona que todavía quería y a la que dejé de querer, en el que llegué tarde a una invitación a un Nesquick...

Un año, en definitiva, en el que es tan triste que la mayor parte de cosas que me hayan pasado hayan tenido lugar en Twitter, que a tomar por saco todo...

Las últimas palabras quedaron flotando en el aire unos instantes antes de que Raan apremiara a sus acompañantes a volver a la nave, lo que motivó las quejas del oficial científico.

- Pero señor - protestó tímidamente -, no conocemos nada de lo que le ocurrió al planeta. No podemos irnos sin descubrir por qué quedó destruido todo. ¿Dónde están los habitantes? ¿Quién es la rubia de las fotos?

El comandante reptiliano le miró fijamente calculando los días de calabozo que le iba a encasquetar por su comentario.

- ¿Qué más da? - respondió finalmente mientras decidía que serían 23 -  Ya hemos cotilleado un rato la vida de un bloguero. Con eso hemos echado el día.
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La teoría de la falda ancestral

Meseta del Kilinguiri, 1.760.000 años a.c. un grupo de simios peludos juega a la sombra de una arboleda. Uno de ellos, atraído por un zumbido intermitente, se aleja de la manada en dirección a una nube de moscas que revolotea a lo lejos. Con sus cuatro patas consigue superar en un instante los metros que le separan de los insectos. Estos revolotean sobre los restos de un ñu que yacen sobre un lecho de hojas de palmera y cuya carne sirvió de alimento a un depredador más grande y peligroso que él. Esto le pone nervioso pero tiene hambre y de los huesos del pobre animal aún se pueden aprovechar el tuétano y los jirones de carne que penden de él.

Coge lo que no hace mucho fue un muslo y lo roe con fruición mientras, vigilante, mira a un lado y a otro en busca de un peligro que puede oler entre la fetidez de la carne descompuesta y el aroma de la maleza seca que cubre la tierra hasta donde alcanza la vista. Cuando ha dado buena cuenta de él lo lanza lejos y se dispone a rapiñar el cráneo de la bestia, algo llama su atención: una enorme hoja de palmera que se despliega ante él provocadora. Algo se abre paso en su conciencia, apartando el hambre y la precaución que la dominan. Es algo a lo que no puede dar forma, no puede definir, es un movimiento que le empuja a coger la hoja de palmera contemplarla a contraluz y nunca sabrá por qué, enrollársela alrededor de la cintura. En ese momento la luz de la razón cubre su ser y como si lo hubiera hecho toda su vida, se yergue sobre dos patas cuan largo es, por encima de sus semejantes, contemplando el mundo de una forma que nunca imaginó.

De pronto ve a lo lejos la figura amenazante de un tigre dientes de sable que vuelve a reclamar los restos de su presa. Este mono, ataviado con la hoja de palmera a modo de falda, corre a trompicones a avisar a sus congéneres, que continúan jugando despreocupados. Pero estos, al verlo caminar de forma estrafalaria, lo toman por un monstruo y huyen a esconderse tras un promontorio cercano, en el que el tigre dará buena cuenta de ellos.

Aprovechando la distracción, nuestro mono vestido huye. Corre durante horas hasta que encuentra otra manada que le acepta como es. Pronto estará montando a todas las hembras, a cuyos hijos transmitirá el secreto de la falda...

Es este punto el que marca el inicio de la evolución natural y cultural de ese insignificante simio hasta llegar al homo sapiens moderno, según la teoría de la falda ancestral, que dice que el progreso de la raza humana fue impulsado por la adopción de esta prenda de vestir, ahora tan común, pero que cuando apareció en los albores de la humanidad supuso tal revolución que alteró el orden natural colocando a los homínidos en la cima de la pirámide evolutiva. Continúa la teoría diciendo que los descendientes de este simio resultaron más atractivos para las féminas de los distintos grupos poblacionales de la sabana, que se preguntaban qué debían tener aquellos machos para que tuvieran que cubrirlo con una rudimentaria piel de conejo, jabalí o cualquier otro animal que pudieran cazar.

Se inició entonces una feroz competición por conseguir la falda más atractivas para las hembras propiciando el descubrimiento del fuego, con el que iluminar mejor las prendas por la noche, las herramientas de hueso, más precisas con las que poder coser mejor las pieles delicadas y muchos siglos después, la rueda para crear un rudimentario carro con el que trasladarse más rápido de un pueblo a otro para que las mujeres les admiraran.

Esta constante modificación de los usos y costumbres de los primates, ya humanos, hizo surgir distintas prendas derivadas de la falda, como el taparrabos, adoptado por las sociedades más libertinas y que preferían enseñar más carne para hacer del cortejo algo más sencillo y rápido. Las tribus más conservadoras decidieron salir de África allá por el año 160.000 a.c. dejando el continente negro a los más disolutos de entre ellos.

Aquellos nómadas se asentaron en las orillas del Nilo, donde el calor calentaba su piel, aunque algunos continuaron hacia el frío norte donde debieron renunciar a la falda y por ello desaparecieron del curso de la historia durante milenios. En lo que es actualmente Egipto, los hombres se acomodaron y crearon una primitiva sociedad sedentaria. Un día, uno de los cazadores del principal asentamiento en aquellas tierras, mientras volvía a casa con los restos de un mamut, encontró enterrado en la arena del desierto junto a unas plantas extrañas, un pedazo de un misterioso tejido. Lo sopesó en sus manos, era ligero y fresco, algo áspero, pero del tipo agradable, como cuando te atan las manos a la espalda con una cuerda y te chupan la oreja. Se desprendió de la rudimentaria piel de ardilla que recubría sus caderas y se rodeó con aquella tela, a la que llamó Lino como el río, pues era disléxico. Una luz inundó su ser, tiró a un lado la pata de mamut y corrió a su pueblo a enseñarles aquel descubrimiento además de la planta misteriosa junto al que lo había encontrado.

Convenció a sus vecinos de que debían plantarla para tener más y poder hacer más tejido como aquel, que era sobado sin parar por las chicas casaderas del poblado, ante la congraciada mirada del cazador que moriría dos semanas después por rotura de cadera. Y así fue como el hombre pasó de cazador-recolector a agricultor y con ello dejó atrás la anarquía y la barbarie y abrazó la civilización.

A lo largo de los siglos posteriores la civilización egipcia abrazó uno de los tres vértices del triángulo de la civilización: la técnica, construyendo enormes edificios dedicados a la falda, como las pirámides de Keops y Micerinos


 
Yo ahí veo claramente una mujer de buenas curvas con una minifalda

En otros lugares del mundo los distintos grupos humanos siguieron creciendo y desarrollando su cultura propia, pero nunca tan avanzada como la de aquel país ribereño de benévolo clima y vestuario atrevido y unisex. Mas el pueblo de los griegos, consciente de su retraso, envió una embajada a Egipto para estudiar su sociedad y al volver trajeron el regalo más preciado: un cargamento de faldas que no tardaron en ser copiadas a lo largo y ancho de la Hélade. No hubo ciudad-estado sin su industria textil dedicada 24/7 a tejer faldas para consumo propio. El imperio persa, al que le era vedada su compra, intentó en varias ocasiones invadir el país para apropiarse de ellas, pero en todas las ocasiones fue finalmente rechazado de vuelta a sus fronteras, aunque con el botín de algunas de las ciudades que cayeron bajo su yugo taparrábico.

Conocidas son las aportaciones griegas al desarrollo humano: ideas como democracia, libertad, el yogur, Nana Mouskouri... pero lo que sobre todo desarrollaron fue esa segunda pata del banco de la civilización: la demagogia, que inventaron para poder decir "se te ve el ciruelo" de una forma elegante y no ofensiva. A este respecto debemos destacar la obra del dramaturgo Euripides "Los frutos orondos de Zeus" de 12.300 versos que compuso tras una tarde en la que fue a visitarle en su casa junto a la Acrópolis el célebre estratego Eutiron y este no cruzó las piernas al sentarse en toda la velada.

Mas quedaba por desarrollar una tercera rama de las que definen el proceso civilizatorio: el vicio y en esto destacaron los romanos, descendientes culturales de helenos y egipcios, a los que asimilaron en todos los sentidos y que dedicaron todos sus esfuerzos a dar rienda suelta a los placeres más aberrantes, como comer higos fuera de temporada. Por desgracia, con el vicio llegó la decadencia enfundada en los prietos pantalones marcapaquete de las tribus bárbaras, que comenzaron a atosigar al imperio hasta su misma caída, ayudada por la actitud de los cristianos, que en oposición al libertinaje romano y sus faldas por encima de la rodilla, alargaron las suyas hasta llegar al suelo en señal de protesta.

Y con esas faldas superdesarrolladas que llamaron sotanas, comenzó una edad de las tinieblas que duró hasta que en los años 60 del siglo XX, Coco Chanel, estudiante de arqueología egipcia descubrió en un papiro de la Dinastía IV un grabado en el que se veía a un grupo de prohombres egipcios cercanos al faraón, repartirse una parte de los impuestos e ingresar el resto en las arcas del estado, ataviados con ricas minifaldas con incrustaciones de diamantes y rubíes. Creyó que sería una buena idea recuperar esta prenda y en su pequeña tienda junto a la Torre Eiffel comenzó a venderla una vez más, después de siglos de olvido. Y con ello el progreso, de mano de Francia cubrió las caderas de la humanidad (esto es mentira pero el ministerio de turismo francés me ha pagado para que lo escriba. También tengo que comer)

Es cierto que en otras partes del mundo donde la falda fue una prenda prominente en el vestuario de sus habitantes, no se produjo progreso de ningún tipo. Tras largos años de investigación, se descubrió algo de lo que carecían estas sociedades pero que sí se encontraba en Egipto, Grecia y Roma: un sol dominador, cálido y alegre que facilita la circulación de la sangre desde las partes bajas del cuerpo hasta el cerebro.

Según la teoría de la falda ancestral, en un futuro, no muy lejano, un nuevo descubrimiento en el campo de la vestimenta verá la luz en algún lugar del Caribe o la ribera mediterránea y el ser humano podrá expandirse al fin fuera de los confines de este planeta, hacia esa falda de estrellas que es la Vía Láctea. ¿Qué nos espera allí? ¿Otro tipo de falda? ¿Un nuevo salto evolutivo? ¿Una coquilla?

 
Claro que siempre hay escépticos
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Aquí hay mandanga de la buena

El otro día me encontré con mi vecina Conchita en la plaza alrededor de la cual se vertebra mi barrio. Este es un hecho común que se suele dar con frecuencia pues ella es de horarios fijos  y cuando quiero alegrarme la vista para enderezar un mal día, modifico los míos para propiciar el encuentro. Sin embargo en esta ocasión hubo un componente de novedad, más allá del intercambio de saludos, el disfrute de sus pechos y de su prieta retaguardia: a pocos pasos tras ella, trotaba "su Fausti", tal cual me lo presentó.

Lo primero que hice fue mirarlo en toda su extensión. Como mandaba la moda importada de los Estados Unidos imitada primero por las señoras solitarias y adineradas de la capital y más tarde por el vulgo, vestía un conjunto de dos piezas de tweed, tan inapropiado como hortera.

- Saluda a Moriarty, cariñito - le apremió mi vecina, a lo cual Fausti respondió presto levantando ligeramente una de sus extremidades.

Continué fijándome en él mientras giraba inquieto sobre si mismo buscando cualquier cosa que pudiera amenazar a su ama; y fue raro porque el busto de Conchita es de esos en los que centras la vista en él y ya no puedes apartar la mirada hasta que una merecida reprimenda o una bofetada te expulsan de ese nirvana visual.

- Le encontré hace una semana en la calle de mi madre - comenzó a contarme - Había caído un gran chaparrón y le vi en la acera, solo y mojado, al pobre. Total, que me dio pena y me lo llevé a casa. Ahora que llega el frío me viene muy bien por las noches, se tumba conmigo en la cama y no necesito calefacción.

Se echó a reír y Fausti, que se había mantenido al margen mientras conversábamos, fingiendo estar interesado en una mariposa que revoloteaba por los alrededores, se acercó a ella en busca de cariño.

- ¿No es mono mi cosita peluda? - preguntó Conchita sin esperar respuesta mientras le acariciaba tras las orejas.

No era la primera vez que me describía una historia parecida. Al final siempre terminaba dejándoles en una gasolinera, en el centro comercial o cediéndolos a una caritativa amiga para que se ocupara de ellos.

En el barrio todo el mundo sabía que Conchita jamás sentaría la cabeza con ninguno de esos chavales que la obnubilaban con su encanto personal y sus abdominales marcados, hasta que no superara la ruptura con el que fue su gran amor, y dejara su afición al sadomaso.

Me abstuve de decírselo. Me deleité con su escote unos segundos y continué mi camino.

Desde la ventana de la cocina de Conchita, su gato contemplaba la escena, sabedor de que el único rey de esa casa seguiría siendo él.


* Lo del título forma parte de un experimento sociológico para ver cómo de interesada está la gente en que le den mandanga de la buena. Solo recordaros que mi correo está por aquí, en alguna parte. Y si no, mirad en mi perfil.
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Fracasa otra vez, fracasa mejor

Esta frase de Samuel Beckett era el lema de uno de mis antiguos lectores, que espero que sea feliz allá donde que quiera que esté, y me gustó tanto que me lo apropié. Creo que todo el mundo debería tener su propio eslogan. Puede parecer una chorrada, si, pero ahí están los de las casas de Juego de Tronos y a todo el mundo les parecen muy molones.

En la vida real, un lema para cada casa seria absurdo porque un alto porcentaje de las mismas coincidirían en una consigna similar: Aquí se hace lo que diga tu madre. Sin embargo, tener uno que definiera nuestra personalidad seria muy útil. Así, si conoces a alguien con un "Dejo rastro por donde pasto", ya sabrás a qué atenerte.

En mi caso, elegí este porque el fracaso ha estado planeando sobre mi persona desde que tomé conciencia de mi mimismidad y fui incapaz de ligarme a mi profesora de 1º de EGB, una morena de nariz respingona y senos generosos, y que solía cubrir con suéteres ajustados.

El fracaso es consustancial a la actividad humana, ya sea por actitudes propias, circunstancias externas o una mezcla de ambas. Es además personal, normalmente solemos fracasar ante nosotros mismos, aunque en ocasiones lo que hagamos podrá ser considerado un fracaso por otros.

Sin embargo, existe otro tipo de fracaso, el que sentimos como propio pero que ha sido impuesto por los demás, el entorno, la sociedad. Es principalmente el fracaso ante el sistema. Estudia una carrera, consigue una buena mujer o marido, cómprate una casa, un coche y ten varios hijos que permitan que la rueda siga girando, este ha sido el dogma más influyente de las últimas décadas en este país y el que ha llevado a infinidad de personas a sentirse fracasadas por no haber conseguido alguno de estos objetivos.

Esta tarde, mientras me encontraba intentando ligar con una tuitera parca en palabras, conocí a una persona que se podría encuadrar en este tercer tipo de fracaso: un chaval que con dos carreras y un master, ¿logrará desbancar al 35matrículas como meme académico?, se encuentra en Londres limpiando mierda y por ello se quejaba en un artículo que pude encontrar gracias a mi querida y siempre adorada @gordipe, el cual podéis leer aquí: http://ecodiario.eleconomista.es/politica/noticias/5185270/09/13/Me-llamo-Benjamin-Serra-tengo-dos-carreras-y-un-master-y-limpio-WCs-en-Londres.html

Como no podía ser menos, pronto como hienas se lanzaron los lectores a lanzar sus dentelladas en forma de devastadores comentarios, muchos de ellos ricos en insultos e improperios hacia este joven que, a menos que mi comprensión lectora sea tan deficiente como la del presidente del gobierno ante un poema de Gloria Fuertes, se quejaba de que la falta de oportunidades en España le había llevado a limpiar retretes en otro país, aun siendo una persona cualificada.

En este punto hay alguna cosa que comentar. Debemos ser conscientes de que no todas las carreras tienen el mismo peso en el mundo real. Así, alguien que estudie Filosofía o Historia, no debería pensar que puede encontrar trabajo "de lo suyo" en otra cosa que no sea en la docencia de dichas materias. Son carreras que deberían permanecer en la universidad en cuanto estas son recipientes del saber humano, o al menos eso se supone, pero que laboralmente son nulas. Es algo que se supone de perogrullo, pero igual de simple es saber que si se suben los impuestos sin aumentar salarios el consumo disminuye y ahí estamos, destruyendo consumo interno a toda máquina.

De todas formas lo que más me ha sorprendido es la cantidad de gente que comenta que no debería quejarse. Y yo, que igual soy un poco estúpido, no entiendo qué circunstancias nos dan derecho a poder quejarnos o no. ¿No podemos entonces protestar porque el gobierno suba las tarifas eléctricas porque en Somalia no tienen ni bombillas? ¿Debemos callarnos como putas cuando el presidente de la comunidad de turno roba un par de millones porque el de la comunidad vecina además de robar 20 enchufa a su sobrina en un cargo vitalicio?

Quizás por eso el pueblo español está siendo machacado sumisamente. Igual la gente espera a que un capataz les de un latigazo cuando caigan desfallecidos transportando las piedras para la pirámide funeraria de Gallardón para quejarse y pedir algo mejor.

Pero bueno, todos sabemos que esto no es así, aquí somos mucho de quejarnos pero de lo nuestro, lo de los demás nos la sopla, nos resbala, y así, si ayer había que machacar a los controladores, se machaca, si hoy hay que machacar a los funcionarios, se les machaca, si mañana hay que aplastar a los pensionistas, abajo con ellos, siempre que no toquen a mi equipo del alma, que no se les ocurra descenderlo de categoría por deber centenares de millones de euros a Hacienda.

La gente critica para soltar su bilis personal contra el objetivo que sea, por los motivos más peregrinos, entendiendo lo que quieren de lo que se dice y llevándolo a su experiencia personal. No importa que este chico diga que no le avergüenza hacer ese trabajo, hay más de uno y de dos que creen entender lo contrario y arremeten contra él. No veo ningún clasismo en sus palabras. Y entiendo que habiéndose formado para una determinada profesión, prefiriera ejercerla en lugar de estar haciendo otra cosa.

Este chaval cometió un error: confiar en el sistema. La última frase de su alegato es demoledora: "Yo creía que merecía algo mejor después de tanto esfuerzo en mi vida académica. Parece ser que me equivocaba". No se le puede culpar porque ya desde pequeños se nos inculca este mensaje: trabaja duro y conseguirás resultados. Y cuando después de varios años dedicados a sacarte una carrera compruebas que lo que te aseguraron era mentira, es normal frustrarse. Además cuando te das cuenta de que los que están en puestos directivos y del gobierno son unos completos incompetentes, lo lógico es que la frustración se torne en indignación.

Estos sentimientos vienen por la errónea creencia de que el mercado laboral se rige por un modelo liberal, de elección de la mejor opción en el mercado (con más títulos, más idiomas,...), cuando no es así, sino que impera un modelo darwinista, de elección del que mejor se adapta a las circunstancias (un buen contacto dentro de la empresa, carisma, etc) Pero bueno, esto es otra historia.

Aquí no me vale decir que un poco más y el hombre este cree en el ratoncito Pérez, porque la población en general, la que ahora le critica desde el anonimato de la red, la que se ha comprado zulos por 300.000 euros con un sueldo de 1.200, los que denostaban los estudios puesto que en la construcción se ganaba más, los que se endeudan alegremente, los que montaban un negocio pensando que podrían prosperar, los que votaron a tal o cual partido pensando que la situación se podría superar con ellos en el poder, todos esos, se tragaron el cuento igual. Forman parte del engranaje que perpetúa el statu quo. Y ahora escupen su odio contra todo y contra todos, incapaces de reconocer su culpa en la situación en la que nos encontramos.

Es el eterno problema de la sociedad fallida española, el de la envidia, el "yo no he sido" y si lo hice, no se puede demostrar, el "la culpa es de los demás", el del dedo acusador, los burgueses pobres de solemnidad, el de echar por tierra a los demás para igualarse con ellos en el fango, el de creerse más que el otro porque se tenga dinero o porque no se tenga, el del orgullo capital, el de rojos contra fachas en el que tanto unos como otros tratan a la gente como actores económicos y no como personas, el de la falta de empatía, solidaridad o simpatía,  y el mayor problema de todos, la incapacidad para reconocer un fracaso, porque solo el que sabe que ha fracasado puede volver a intentarlo y aspirar al éxito.

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¿Qué leer?

Últimamente he notado cierto aumento en el número de visitas por parte de personas que, amparados en la noche y en el anonimato, arribáis a este vuestro blog sin dejar un comentario, para volver al día siguiente, no se si esperando algo mejor; y la verdad es que me sabe mal, porque para unos pocos que me visitáis, me gustaría poder ofreceros algo de vuestro interés.

Así pues me gustaría saber vuestra opinión. ¿Qué os gustaría leer aquí? ¿Qué os haría volver de nuevo? ¿Por qué lo hacéis?  ¿De qué queréis que escriba? ¿Alguna de vosotras es una chica soltera dispuesta a cualquier cosa? A las habituales os pregunto lo mismo, aunque se que todas estáis ya emparejadas.
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Las siete fases de la abstinencia

No se puede desear viajar a un lugar que no se conoce, no se puede añorar un beso que no se ha dado y no se puede saborear el vino derramado, quizás por ello, si tuviera que dar un único consejo en mi vida para que fuera seguido a rajatabla por las generaciones venideras, este sería: No empecéis a follar si no tenéis claro que vais a poder seguir haciéndolo a medio y largo plazo, porque de lo contrario lo echaréis muchísimo de menos y os hundiréis en un proceso autodestructivo similar al que padece todo aquel que ha dejado las drogas por falta de recursos para comprarlas.

Newton, con esa cabeza que le ayudó a desarrollar su teoría gravitacional, la manzana que le cayó sobre la cabeza no le golpeó sino que entró en órbita testaestacionaria, estaba al corriente de esta verdad de la vida, y como sabía que la única forma que tendría de añadir un momento a su vector sería pagando, y prefería gastarse el dinero en cerveza, decidió permanecer célibe hasta el momento de su muerte. ¿El resultado? La inmortalidad mientras la civilización se mantenga en pié, la adoración por parte de los "difíciles de ver" científicos, que encuentran sentido a sus vidas sin orgasmos compartidos, y la imitación por parte de genios de la talla de Brian May, que le copió el estilo, aunque este se habrá tirado hasta a la piscina. Son las dos caras de una misma moneda.

Y es que lo primero que se siente cuando, tras un período prolongado de tiempo en el que has estado empotrando a tu pareja hasta dejar la marca de su espalda en la pared, el chollo se te acaba, es tranquilidad. Hasta ahora has tenido la suerte de follar más que toda una comunidad de Amish o igual no tanto pero tampoco te puedes quejar. Un pequeño descanso seguro que viene bien para coger fuerzas, evitar que el asunto deje de estar irritado por el uso, y de paso, con el tiempo libre arrebatado a la pasión, poder retomar otras actividades placenteras como reconstruir el Bismarck con mondadientes.

Al fin y al cabo en cualquier momento puedes volver al mercado y desfogarte con un encuentro furtivo en los baños de un café-teatro o un portal poco concurrido. Sin embargo el mercado de la carne sigue las reglas del libre mercado, y las compradoras, solo dios sabe como, quizás porque se te nota en la cara, saben que eres un producto devaluado. El liberalismo sexual llevado al extremo: si no follas es porque algo habrás hecho y yo no quiero saberlo, así que lárgate de mi vista, vuelve a la cueva de dónde saliste y dale recuerdos a Saruman de mi parte.

Un par de salidas frustradas en las que no has conseguido ligar hace germinar la semilla del miedo. ¿A que no follo? es lo que te preguntas a las cuatro de la mañana con el cubata a medio terminar en la mano mientras escrutas con urgencia en busca de una presa, a un grupo de chicas que gritan cosas sin sentido en medio de la pista, como "Cacharel" o "Waterproof", para después romper a reír como hienas; como hienas frígidas porque por muy seductor que seas, todas se niegan a compartir sus fluidos contigo.

Han pasado ya varias semanas y el asunto comienza a tomar conciencia de su existencia. Como un Skynet despiadado, insiste en alzarse contra ti en las situaciones más comprometidas: una visita a la consulta de esa doctora tan sexy, un día de playa en el que tienes que mantenerte en el agua hasta que puedes robarle a un niño un cubo, o el cumpleaños de una de tus amigas, del cual te echan tras preguntar a las asistentes con toda tu buena voluntad, si alguna quiere soplar la vela.

Para colmo, la noche no trae ningún consuelo, porque tu subconsciente juega contigo y te hace protagonista de los sueños eróticos más aberrantes, donde tienen cabida tríos con la cajera del súper y tu antigua profesora de inglés u orgías sadomasoquistas de cuero y látigos de siete colas con tu vecina, a la cual guiñas un ojo cuando te la cruzas al día siguiente al salir del ascensor. Para nada, porque se ve que ella no ha soñado lo mismo.

Buscas entonces consuelo entre un grupo de personas en tu misma situación, entre el que te sentirás arropado y comprendido. Ya se sabe que mal de muchos, masturbarse es de tontos; y te conectas a Twitter. Aquí no folla ni el gato, sonríes mientras ves cómo tu TL se actualiza a la velocidad de la luz un viernes por la noche. Pero un día te das cuenta de que la chica cuyos tuits leías con fruición ha dejado de escribir y entonces piensas: Está follando. Y no importa que vuelva poco tiempo después. Sabes que todos sus tuits esconden un doble sentido, porque los escribe mientras hace el amor. Así, lees un comentario inocente como "Aquí, comiendo salami en barra", y te imaginas lo que te imaginas: "Pobre, lo que a ella le vendría bien sería un buen chorizo".

El tiempo que llevas sin mojar el churro se puede contar por meses y comienzas a mirar a las frutas y hortalizas con otros ojos. Te maldices por no ser tan friki como para importar una de esas muñecas hinchables japonesas hiperrealistas con la cara de Gina Lollobrigida; y cuando una mañana mientras desayunas sientes cómo el asunto se despierta al ver el escote de Ana Rosa Quintana, sabes que no te queda más opción que humillarte y arrastrarte por los suelos para que tus amigas ejerzan de tal y acepten copular contigo. Empiezas preguntándoles si te enseñarían las tetas, con la esperanza de que alguna lo haga y ya que se está en faena, comentarle la proposición a sujetador quitado; pero ninguna te hace ese favor. Aprovechas entonces que una de ellas está con el puntillo dado por un par de gin tonics, y amparado en la oscuridad del pub en el que habéis quedado, le metes la boca. Ella te hace la cobra en modo automático y entonces te ríes y te disculpas diciéndole que la habías confundido con otra persona.

Llegados a este punto solo te queda enfrentarte a la humillación más vergonzante. Coges el móvil y llamas a tu ex, y le mientes. Le dices que la sigues queriendo, que no hay nadie más importante en el universo para ti, que nadie la chupa mejor que ella... pero no responde al teléfono, porque está tirándose a otro. Le has dejado el mensaje en el buzón de voz. Ella que decía que tanto te quería, follándose a otro y ni siquiera te deja mirar.

Medio año ya y tus vecinos te llaman en secreto "El cocodrilo pelaplátanos". Entras en la desesperación más absoluta. Los métodos naturales no funcionan, así que sigues los pasos de todos los prohombres del siglo XX. Coges la cartera y te vas de putas a Casa Juani. Aunque te quedas en la puerta sin atreverte a entrar. Maldita moral judeocristiana.¡Si entre los fundadores había una del ramo!

Y es en ese momento, al volver a casa cabizbajo, cuando surge la gran duda que a todo hombre que no ha follado en años, le surge al menos una vez en la vida: ¿Me hago gay? Ahora ya no es como antes, está todo más aceptado, no faltarían parejas sexuales, y ahora los hombres se depilan mucho, igual no se nota tanto... pero tras estudiar la teoría, no lo ves nada claro.

Al final, llega un momento en que dejas de restregarte con las usuarias del metro, no buscas a las chicas que dan abrazos gratis en el paseo para achucharlas hasta que aparece la policía local y decides rechazar las octavillas que te ofrecen las jóvenes por la calle, en lugar de cogerles de la mano y acariciársela. Comienzas a aceptar la situación. Dejas de ver al sexo contrario como un objeto, comienzas a quedarte calvo, tu barriga se agranda y pasas los días sentado bajo un almendro en flor comiendo flores de loto y respondiendo las preguntas de los peregrinos que acuden a ver al sabio Pelaplátanos..

La mayoría no logra alcanzar esta fase gracias a una entregada amiga, una ex crédula o nulos escrúpulos, pero los demás, libres de las ataduras mundanas, de las fantasías reproductivas, anulado el instinto de transcendencia biológica, pueden desarrollar su intelecto, como hizo Newton. Ahora mismo estoy desarrollando una nueva teoría del todo en la que echo por tierra las supercuerdas, aunque para ser sinceros, el mundo no necesita una nueva teoría física, pero yo sí que necesito follar. ¡¿Alguna me enseña las tetas?!
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Club andaluz de la castidad casi forzosa

Advertencia: el siguiente reglamento no es más que un ejercicio teórico surgido de una conversación de Whatsapp y como tal, enfocado al fornicio y el latrocinio (a menos que latrocinio signifique expropiación de tierras. No estoy muy seguro y ahora no puedo comprobarlo) La implementación del mismo queda a expensas de la acogida que tenga, la cual será escasa porque solo me leéis tres y tengo menos éxito enardeciendo a las masas que Nana Mouskouri en un concurso de Miss camiseta mojada.

El club andaluz de la castidad casi forzosa a partir de ahora llamado CASQUETE (no es acrónimo lo se, pero suena bien) nace de la necesidad imperiosa de follar y de la imposibilidad manifiesta, por cualesquiera razones que sean, de hacerlo. Igual no es muy imperiosa pero da mucho gustito y siempre es agradable para relajarse y tener una piel suave entre otros beneficios estético-saludables.

Es un mundo difícil y las relaciones interpersonales aun más. Vale que siempre puedes ir al bar, señalar al tío que te gusta y decirle: "follar, ahora" y tener una noche de pasión; pero eso solo pasa en los cuentos de Disney. En la vida real igual él está demasiado borracho como para danzar con su bastón o no eres una dancing queen (acéptalo, que por algo estás pensando en apuntarte a esto); o bien simplemente no hay nadie que te guste, o si lo hay, no sabes si será de fiar, si lo grabará todo en video y aparecerás en la página principal de Pornhub sección "Chicas de discoteca se despelotan y enseñan las tetas".

Si eres un chico, no te tengo que convencer de nada. Esta es la oportunidad perfecta para ser tratado como un cacho de carne productor de placer: el sueño de tu vida. Si eres una chica, la experiencia me dice que cualquier cosa que te diga no te va a convencer. O lo haces o no lo haces.

CASQUETE no es una organización con ánimo de lucro. Ni siquiera es una asociación, es más bien una suerte de base de datos que facilita el roce, el cariño si queréis lo ponéis vosotros, entre personas confiables, gestionada por los propios miembros del club y presidido-dirigido a su vez por el Rey Rojo y la Reina Carmesí. Suena a rollo Eyes Wide Shut pero aquí no tenemos presupuesto para disfraces estrafalarios y cada uno se lo monta en su casa. Hay cosas que es mejor no ver. Los puestos de Rey y Reina estarán ocupados a perpetuidad por los fundadores del club, cuyas identidades permanecerán en secreto. El protocolo de sucesión se establecerá sobre la marcha.

El lema del club es: "Disfruta del placer y no mires con quién (o si, pero no te preocupes de más)" y pronto lo podrás ver en tazas, camisetas, dildos y todo tipo de merchandising relacionado. ¿Por qué está acotado a la comunidad andaluza? Bueno, el fornicio suele requerir de contacto físico, por lo que vivir cerca los unos de los otros ayuda. En cualquier caso si podéis desplazaros facilmente aquí, seréis bienvenidos. Casquete tiene vocación universal y nada nos gustaría más que poder unir a la humanidad en un orgasmo mundial.

Proceso de inscripción en el club

Casquete es una agrupación cerrada. La entrada no es libre, sino que se produce por recomendación. Su estructura es la de un árbol lógico. Las primeras proposiciones para ingresar en el club provendrán del Rey y la Reina. Estos invitarán a determinadas personas que cumplan con las cualidades que deben tener los miembros de CASQUETE, a que se unan al club. Estos a su vez, tendrán la potestad de poder invitar así mismo a otras personas, entrando automáticamente a formar parte del mismo, aunque anteriormente a su inscripción en la base de datos, deberán presentarse al Rey o la Reina que se encargarán de incluirl@ en la misma.

No existirá un límite en la cantidad de miembros, sin embargo, deberá haber un número casi parejo de chicas y chicos, o como mucho nunca en más de una proporción de dos chicos por cada chica. Los candidatos propuestos entrarán en lista de espera mientras se alcanzan los objetivos de inscripción. Si uno de los miembros recomendara a un aspirante y este no cumpliera los requisitos mencionados, el miembro será expulsado del club por un año y el aspirante, de por vida.

Los miembros masculinos deberán recomendar a dos chicas por cada chico al que quieran incluir en el club. En el caso de los miembros femeninos, deberán recomendar a una chica por cada chico.

Se recomienda discreción, no hablar del club más que con potenciales miembros. Si se descubre que un miembro va charlando por ahí, se le expulsará para siempre.


Cualidades de los miembros de casquete:

Los aspirantes al club deberán cumplir unos requisitos mínimos.

. Higiene (amante de la): tampoco es cuestión de ducharse tres veces al día. La higiene diaria recomendada por la OMS es suficiente.

. Belleza: CASQUETE no se formó específicamente para fe@s, ni para guap@s. El rico acervo popular español es una buena muestra de que la belleza no lo es todo en las artes amatorias. La belleza se puede suplir con la técnica. Así que no importa si te consideras un orco de Mordor o pariente del muñeco de Michélín. Eso si,  l@s rellenit@s pueden tener su público, pero un obeso de 200 kg  o una anorexica al borde del colapso, ya es mucho más complicado. Usad el sentido común. No es un club para supermodelos, pero tampoco la casa de los horrores.

. Buena salud: Debe estar sano como una manzana de cera, que nunca se pone mala.

. Simpatía. No vamos a recrear La Casa de la Pradera pero el buen rollo es fundamental. Ya que se va a follar, ¿qué menos que hacerlo con una sonrisa?

. Mentalmente estable. Nada de psicópatas, desequilibrad@s, celos@s, etc.

. Expert@ amante. Si eres un palo en la cama... mejor vete a un bosque.

. Nada de Exs. Por mucha pena que te de, no nos trates de colar a quien tú no quisiste. Si l@ has dejado por algo sería. Vale que se trata solo de follar, pero si es con buena gente, mejor.

. Nada de profesionales del swinger, para eso están las Olimpiadas.

Actividades

Básicamente, follar. Lo que no quita que si quieres y la otra persona acepta, no podáis jugar al parchís. Claro que para eso está al Badoo.

Funcionamiento del club

Una vez presentad@ ante el Rey o la Reina, el nuevo miembro deberá rellenar un perfil con los siguientes datos:

Ficha

Nº serie: Asignado por el club
Foto
Edad
Ciudad donde se reside (o donde se estaría dispuesto a quedar)
Descripción : abstener ejemplo como: tengo la polla como una olla o "1,80, ojos verdosos" que esto no es la guardería.

A continuación, si el nuevo miembro es un chico, se mantendrá a la espera hasta ser contactado por un miembro femenino del club. En caso de ser una fémina, la chica entra en la base de datos, cuya dirección se dará en mano o por teléfono a los miembros exclusivamente y ve las fichas de los chicos. Si le gusta alguno, coge su dirección de email y se pone en contacto con él y pueden ser follamigos, amigos premium, pegar un polvo una noche o lo que quieran.

Eso si, después de cada contacto sexual, el miembro que haya tomado la iniciativa deberá rellenar un escueto formulario sobre el desempeño del miembro contactado, donde deberá dejar constancia de los siguientes aspectos, para que futuras miembros del club puedan valorar si elegir a esa persona o no.
 
Puntos fuertes
Puntos negativos
Puntuación global (1 al 10)
Nº serie del comentarista
 
Cuando un miembro masculino reciba buenas opiniones de las chicas (Cinco puntuaciones de 10 u ocho puntuaciones por encima de 7), podrá tener acceso a la base de datos de las chicas y actuar de la misma forma que ellas, pudiendo ver sus perfiles, ponerse en contacto con ellas, etc.

No se puede rechazar más de cinco veces las proposiciones de una chica o un chico. Se podrá rechazar siempre a una determinada persona que por cualquier razón cause repulsión. Aun así, de darse una situación así, deberá ponerse en contacto con el Tribunal de CASQUETE para exponer el motivo de dicho rechazo.

Dejar el club

Se puede dar de baja cuando desee. No tomaremos medidas coercitivas, ni amenazaremos, ni nada por el estilo. La ficha personal se destruirá y en caso de que se decida volver a formar parte del club, se comenzará el proceso de evaluación desde el inicio.

Motivos de expulsión

. Hablar de CASQUETE con cualquiera que no sea posible aspirante.

. Poner una foto que induzca al engaño, bien porque no sea reciente, bien porque se juegue con los ángulos, retoque por Photoshop, etc.

. Mentir en cualquiera de los datos del perfil

. Recibir opiniones negativas de distintas personas (dos puntuaciones de cero y cuatro puntuaciones por debajo de 5)

. Introducir a alguien que no cumpla los estándares.

. Tratar de sabotear el club desde el interior, se pagará a un alto precio, aparte de la lógica expulsión perpetua.

La expulsión podrá apelarse ante el Rey o la Reina, que juzgarán convenientemente la apelación. Eso si, en caso de mantenerse la expulsión tras revisar el caso, se doblará el tiempo de exclusión.

La mejora y los puntos débiles de CASQIETE será el primer tema que trate la "Sociedad para el debate de cosas absurdas pero potencialmente útiles", un think tank destinado a charlar sobre temas absurdos pero que quizás podrían ser útiles a alguien en algún momento, en algún determinado lugar. Futuros temas que se tratarán dentro de la Sociedad serán: ¿Cómo crear un estado dentro del estado?, "Creando la ciudad utópica", "Jugando a la guerrilla: Che vs la ciudad del mal (que cada uno lo relacione con Valencia si quiere)" y la "Aplicación del Plan Naranja 84 en la península".
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Meet the famous

El ser de provincias ocasiona todo tipo de inconvenientes que los de la capital no sufren: estamos culturamente atrasados, pobremente informados y nuestro pescado no es tan fresco como el que se puede encontrar en los mercados de Madrid.

Sin embargo, el hecho que más afecta a las cazafortunas locales que, cumpliendo la mayoría de edad, deben de hacer las maletas y dejar su hogar para ir a cazar a un futbolista en un lugar lejano, es la ausencia de famosos con los que gritar como una loca mientras se hacen juntos una instantánea que conservarán hasta el final de su edad del pavo.

Pese a que mi pueblo ha sido nombrado en diversas ocasiones en la televisión, en series como Médico de familia, Aquí no hay quien viva y casi todas las producciones de Jose Luís Moreno, no es muy dado al famoseo urbano. Cierto es que Marbella está al lado, siendo el verdadero foco del glamour y la fama. Fue allí donde conocí al primer famoso de mi vida. Y no fue un ser humano precisamente.

Contaba yo con unos tiernos ocho años de existencia, mientras caminaba por el paseo marítimo del antiguo feudo del Gil, más contento que unas castañuelas por el helado de dos bolas que iba degustando (configuración heladera que se ha ido perdiendo con el tiempo) cuando me crucé de sopetón con un señor moro que agarraba una correa. Y del otro lado de la correa, podría haber llevado a un perro, un gato, una iguana, un pony, incluso a su señora, a juzgar por sus costumbres... pero no, sujeto a la misma con un collar de diamantes engarzados iba un simpático chimpancé.

El señor moro lo paseaba como si fuera lo más normal del mundo, y puede que en su país lo fuera, pensé yo, imaginando las calles de Riyadh repletas de sirvientes monos que en un momento dado se rebelarían contra sus captores y se harían con el control del país. Un escalofrío recorrió mi espalda. Hacía solo algunas semanas que había visto El planeta de los simios por primera vez.

No recuerdo por qué razón pero el mono salió corriendo hacia mi. Sería mi encanto personal, mi helado o igual le picó una avispa, el caso es que el sr. moro se percató del intento de huida, frenándola de un tirón seco.

Me dio pena el pobre animal, que se tocaba el cuello dolorido y me acerqué a consolarle. ¿Cómo? No se, con el poder de los niños supongo. Ya por aquel entonces no pensaba mucho. El sr. moro sonrió y me preguntó en ese característico español apache:

- ¿Tú conocer a Tarzán?

El nombre me sonaba pero en esos momentos no tenía muy claro a quién se refería, claro que no me atreví a decirle que no. Cualquiera le lleva la contraria a un moro con un mono, así que asentí con la cabeza.

- Pues este, hermano de la mona Chita, la novia de Tarzán.

Me quedé mirándolo fascinado mientras se rascaba el trasero. Le di mi helado para que se refrescara pero lo tiró al suelo. El hijoputa el mono...

Cada uno siguió su camino y no volví a saber de él. Años después no quise investigar en Internet si Chita tuvo hermanos y si en caso afirmativo, estos gustaban de veranear en la Costa del sol. Hay cosas que es mejor dejarlas estar.

No pasó mucho tiempo hasta que vi al siguiente famoso. Fue en el marco de unas "Olimpiadas interescolares", de esas que ya no se celebran porque acabarían a navajazos y/o con decenas de embarazos no deseados. Coincidía además el evento con el partido de liga que enfrentarían al CD Málaga y al Real Valladolid. Dio la casualidad de que el equipo visitante entrenaba en el estadio donde se iban a desarrollar las pruebas deportivas.

Me encontraba en el bar del recinto cuando escuché un gran revuelo en el exterior. Los jugadores vallisoletanos se retiraban a las duchas y la muchachada corría tras ellos para vitorearles o insultarles, no lo recuerdo. Destacaba entre todos ellos Valderrama, el hombre palmera, que recibía la mayoría de las atenciones de los presentes. Si creéis que hay algo más perturbador que escuchar a decenas de chavales pedirle a Valderrama que les toque los genitales, os equivocáis. Es lo que tenía la época antes de Twitter, que el ingenio no estaba muy desarrollado y te encontrabas con esos comentarios tan ambiguos. Al menos dejaron la máquina recreativa del bar libre y pude jugar al Black Tiger sin tener que esperar cola. Y ese es todo el recuerdo que tengo de aquella competición. Creo que corrí en la última prueba, en los 100 metros lisos y le di un empujón a un chaval para no quedar último. Lo típico vamos.

Los años se fueron sucediendo y ya pensaba que ningún famoso se volvería a cruzar en mi vida, hasta que una tarde de mayo, caminando de vuelta a casa tras salir del instituto y a una prudente distancia de la chica más guapa de mi clase, escuché un prolongado frenazo. Miré a mi izquierda y vi que tenía un coche pegado a pocos centímetros de mi pierna. Al volante se encontraba un señor de pelo pajizo y gafas de alambre que me resultaba familiar.

Se me quedó mirando con los ojos como platos y durante un rato no reaccionó. Me encogí de hombros. <<¿Qué pasa?>> venía a decir ese gesto de duda.

- Hombre por favor, un poquito de más cuidado - me dijo el conductor. Entonces, reconocí ese tono de voz. Era Rappel, un gran hombre que tiempo después descubrí que había elegido mi pueblo para vivir y el único, junto a Demis Roussos, al que le sientan bien las túnicas. Y si pensáis lo contrario es que nunca le habéis visto con ropa de calle.

Yo estaba cruzando un paso de cebra y dentro de la legalidad, así que la cosa no pasó a mayores. Además la chica se escapaba y un camino sin un culo que te sirva de guía puede hacerse muy aburrido así que no continué la conversación y le dejé intentando arrancar de nuevo el vehículo pues se le había calado. Para Rappel fue una intentona de atropello más, pero para mi, fue especial.

Mención especial para Paquirrín, verle es como ver al hermano juerguista de Calimero montando en moto. Durante un tiempo era normal avistarle con su scooter por los alrededores del restaurante de su madre. No puede considerarse tan famoso como el hermano de Chita, pero bueno, aquí queda este pequeño testimonio.

Ah bueno, y paseando por Nueva York me crucé con Gary Busey, Jennifer Lopez y el chino de Resacón en Las Vegas, pero si no te los encuentras en NY, ya me diréis dónde.
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Internet is for pr0n

Hace unos días, @gordipe, gurú de la blogosfera, gran amiga y mejor persona, escribía un post sobre el porno como fuente de conflictos internos en el grupo de las féminas, motivados por la comparacion en actitudes, siluetas y depilaciones láser entre las artistas del cine X y las mujeres del mundo real.

Los hombres no se enfrentan a esa disyuntiva comparativa pues su papel en el porno está delimitado a su miembro viril, tiene nombres mil, y cuando no es así, la variedad de actores es apabullante en comparación con los estereotipos de actrices que alimenta la industria, englobadas en un puñado de categorías en consonancia con el color de su pelo: la rubia bimbo de pechos aerostáticos, la morena exhuberante de melena larga y la pelirroja inocente y pálida. Como se comenta en el post de Gordi, todas sin un gramo de grasa, sin celulitis ni inesperados pelos en zonas sensibles. Pero ¿se puede culpar a una película de crear complejos? ¿Debe una mujer dejarse llevar por esos modelos solo porque sea lo que se supone que los hombres buscan? ¿Acaso las señoritas que quemaban sus sujetadores en el campus de Berkeley iban en contra de la irresistible naturaleza femenina de agradar a sus parejas a toda costa? No lo creo, y la evolución del porno así lo demuestra.

Internet no solo revolucionó la industria del entretenimiento para adultos, que tuvo que reinventarse y cambiar sus canales de distribución, dejando aparcados en el rincón de la historia las cintas de vídeo, las revistas y a no mucho tardar el DVD, antes que cualquier otra industria cultural, sino que provocó la llegada de un nuevo contendiente al mercado del sexo para voyeurs: el pueblo, como dirían los marxistas. Un enemigo implacable que ofrece sus productos a bajo o ningún precio, y que apela al más puro instinto social del ser humano: el morbo, pues siempre nos atraerá más ver a una chica que podría ser tu vecina (o que igual lo es) montándoselo con su novio o amante, que a una actriz cuya perfección se nota que ha sido alcanzada a golpe de bisturí o sustancias tóxicas.

Aunque las productoras tenían todavía una ventaja competitiva para mantenerse en el mercado: la tecnología aplicada a la alta definición de imagen y un sonido dolby. Es por ello que para arrancar un pedazo del pastel del morbo, surgió el "falso amateur" con mujeres que se acercan más a lo que podemos encontrarnos por la calle un fin de semana cualquiera y las películas dejaron atrás el concepto de historia hilvanada con actos sexuales y se fragmentaron en escenas fácilmente recopilables en las distintas páginas de videos que se pueden encontrar en la red. En la actualidad queda un único reducto saludable de la forma clásica de hacer cine para adultos: el de las parodias X de películas famosas, como Terminator 2 XXX, True Blood X (aún más) y derivados.

El apabullante éxito de ambos productos, el porno amateur y el fake, echa por tierra el argumento de que el porno es una mala influencia estética, con un ideal físico que se debe alcanzar para llegar a ser una diosa del sexo.

Otro de los puntos negativos históricos asociados al porno es que denigra a la mujer, pues esta se ve obligada a "vender" su cuerpo. Así pues, ¿es lo mismo porno que la prostitución? Recuerdo una historia que leí una vez, sobre una prostituta de Las Vegas que solía llevar una cámara de vídeo encima. Si la policía la pillaba con un cliente de camino a su habitación, esta decía que iban a grabar una película porno. Al fin y al cabo la multa por carecer de licencia para rodar era más barata que por dedicarse a hacer la calle.

Pese a todo, lo que diferencia ambos mundos, a mi juicio, es el concepto de falsedad en la ejecución del acto sexual. Una película porno no tiene éxito por la belleza de sus protagonistas, de lo contrario la gente se masturbaría con un Rembrandt o un Pissarro aunque bueno... en fin, dejémoslo, sino por lo que transmite y una buena actriz porno debe transmitir sensusalidad y placer, aunque ese día tenga dolor de cabeza, haya discutido con su novio o tenga que pagar a Hacienda, debe actuar como si estuviera echando el polvo de su vida y tiene que hacer partícipe de ello a la cámara y a quien esté detrás. Es muy difícil encontrar una buena actriz, pero nada más filmar su primera escena ya se sabe que será una estrella, por encima del resto de chicas que se limitan a dejar que pasen las horas.

Si uno repasa algunas cintas elegidas al azar de la época pre-Internet, encontrará imágenes que dificilmente transmiten nada y aún así tenían éxito, pero este se debía que prácticamente no había otra cosa. Cabe preguntarse en este caso qué fue primero, la necesidad de mostrar primeros planos de genitales interactuando por parte del director, o el deseo de ver estas escenas por parte del resignado espectador que tenía que tragarse todo aquello para llegar a imágenes más excitantes.

Aunque al final, por tratarse de un producto de usar y tirar, se rueda al estilo dogma y, salvo excepciones, no se suelen tener en cuenta los mínimos criterios artísticos exigibles a cualquier obra que aspire a perdurar en el tiempo. Solo así se explican las interminables secuencias de movimientos mecánicos, primerísimos planos del rostro del esforzado actor que nos saltan a la cara por sorpresa ahuyentando la libido o una mala dirección de actores que permite que la chica que está siendo penetrada analmente exprese con su rostro un vacío infinito más allá del bien y del mal que no conseguiría conectar ni con un ficus. Como dice el dicho: una actriz porno no solo debe ser guarra, debe de parecerlo.

Esa es otra razón por la que triunfa el porno amateur, la pasión de los participantes no se tiene que fingir, se presupone, aunque como es natural, hay de todo. Un impedimento por el que lo amateur no ha explotado del todo es por la ausencia de un tercer hombre que permita pasar del típico plano fijo de los cuerpos sobre una cama, mutilados por el encuadre, a una serie de variados planos que aporten frescura al metraje. Los aspectos técnicos como iluminacion y sonido son deficientes por regla general, pero básicamente porque esos vídeos se graban sin pensar mucho mas allá de guardar un recuerdo de la parienta retozando para las solitarias noches tras la ruptura de la relación. Hasta ahora ninguna de las chicas con las que he estado se ha dejado grabar, y las filmaciones que hice sin que se enteraran dejan mucho que desear. A juzgar por el inconmensurable número de vídeos que circulan por la red, obviamente di con las chicas equivocadas.

Comprendo que no es agradable verse luego en los monitores de miles (o millones si se hace bien) de onanistas. Igual interviene el puritanismo religioso en el que hemos sido educados o un pudor más primitivo, no lo se. En cualquier caso, es ese pundonor ante las imagenes de dos cuerpos sudorosos restregándose amorosamente el que lleva a determinados sectores de la sociedad a abogar por su prohibición.

Parecía imposible, pero a finales de julio el gobierno de David Cameron ordenaba bloquear la pornografía de Internet. Distintos medios aplaudieron la decisión. ¿El motivo? Proteger a los niños y combatir la pornografía infantil. La "sorpresa" llegaba apenas un par de días después: el filtro que obligaba a pedir al proveedor que te permitiera acceso a vídeos de lesbianas comiendo marisco, no solo bloqueaba estas sugerentes imágenes sino también temas perniciosos como: material violento, extremismo, terrorismo, anorexia y desórdenes alimenticios, suicidio, alcohol, tabaco y material esotérico (pobre Esperanza Gracia).

No es agradable, ya no solo para los niños sino para los adultos tampoco, toparse sin querer con la imagen de un suicidio o cosas parecidas, que, bueno, tampoco es que sean tan fáciles de encontrar si no las buscas. El incluir temas como el alcohol y el tabaco, elementos dañinos pero aceptados que se prohiben en la red mientras se venden en la tienda de la esquina permite hacernos una idea de las verdaderas intenciones del gobierno, lejanas a la preocupación por el correcto desarrollo de los infantes, que hasta ahora más o menos habían crecido bien, y más cercanas a futuras prohibiciones que les hagan el trabajo de esquilmar a la población más fácil.

Cualquier intento de prohibición comenzará por su vertiente sexual, pues si tragamos con ella, nunca mejor dicho, podrán hacer cualquier cosa. Creo que no es casual que una de las voces más famosas a la hora de denunciar los desmanes del gobierno, en este caso el de Nixon, tomara su sobrenombre de una famosa película porno: Garganta profunda, por cierto, primera película porno feminista pues justificaba las felaciones profundas por el placer que sentía la protagonista y no por la satisfacción de un caprichoso deseo del hombre.

Así pues, cada vez que veáis una película porno, no penséis que estáis ante un espectáculo frívolo y banal, sino ante el canario en la mina que dictaminará cuando es hora de dejar de tocar la zambomba o la guitarra y coger las armas para derrocar a un gobierno déspota.*

* No me responsabilizo de nada de lo anteriormente expuesto, básicamente porque lo escribí borracho.
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De Lúcidas y Lucías

No soy consumidor de lo que se suele llamar Telebasura, pero aún así, como considero que ningún área del saber me debe ser ajena para tener una visión de conjunto de la realidad, no he sido ajeno al ingreso de la escritora Lucía Etxebarría al nuevo reality de la cadena amiga (que lejos quedan aquellos tiempos) en el que un grupúsculo de pseudofamosos se dedican a hacer el cabra en mitad del campo sin ningún objetivo definido más allá de entretener a las masas con sus tramas guionizadas en despachos lejanos.

Desde el principio tomó el rol de la intelectual del grupo, aunque varios de sus compañeros no tuvieran ni idea de quién era esa señora. Durante el desarrollo del programa, la escritora y una que se zumbó a Paquirrín, tuvieron una discusión, comentando la Etxebarría que a la edad que presentaba la rubia zumbona, ella tenía dos carreras. No pocos días después de aquello, la escritora ha tenido que abandonar el concurso por no poder soportar la presión a la que estaba siendo sometida por sus compañeros. Luego se la ha visto arrastrándose por algún que otro plató, obligada por las deudas siempre, y quedando por los suelos su ya de por si devaluada imagen pública.

Y mi pregunta es: ¿una persona inteligente sería derrotada sin paliativos por una turba de protohumanos como los del mencionado campamento? ¿No han demostrado esos analfabetos funcionales (desde el punto de vista educativo) ser más inteligentes que la premiada literata que solo es capaz de usar como escudo un documento expedido por una autoridad académica y que ha sido incapaz de gestionar las crisis que se desarrollaban en su entorno? ¿Qué es la inteligencia entonces? ¿Es hora de que los gafapastas dejen de dárselas de listos por escuchar a Lori Meyers mientras beben ese agua coloreada que el Starbucks hace llamar café? Seguramente. En cualquier caso queda claro que la inteligencia es saber adaptarse a las circunstancias que te rodean y ganar la partida con las cartas que te da la vida, aunque sean muy malas.

Este reality, que se suma a una larga lista de títulos que pervivirían en la infamia eterna en un país civilizado, muestra una pequeña enseñanza: es un microcosmos de la sociedad española, en la que la gente con estudios tiene que marcharse mientras el cotarro lo dominan los manipuladores, los que están dispuestos a pisar a cualquiera para conseguir sus objetivos y las tías buenas con las piernas más abiertas que la mente. Por eso tienen tanto éxito esta clase de shows.
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Yo Joe

El otro día vi G.I Joe: Venganza. No se por qué, ya que su predecesora no me gustó nada. Empezando por la Baronesa Cobra, que me trae malos recuerdos, pasando por la aparición de Dennis Quaid, al que siempre confundo con el "marciano" Douglas Quaid, y por el típico negro gracioso que hay en toda película de acción y que en los últimos tiempos se está acostumbrando a sobrevivir todo el metraje, cuando hasta hace no mucho, se lo cargaban a mitad de la cinta para señalar el giro dramático de la historia antes de su conclusión.

Tal y como acababa este primer título de los Joes, se dejaba intuir que habría una continuación, que yo veía en la cuerda floja por el escaso nivel  artístico de la película, que no apostaba por la locura de los dibujos animados, ni por ese realismo heróico de Nolan, que si se puede encontrar en su secuela. Y es que G.I. Joe: Venganza, se puede considerar una especie de reboot de la "saga" aunque continúa su línea temporal, esto es: Zartan ha suplantado al presidente de los USA y el Comandante Cobra y Destro están prisioneros en algún lugar de Europa. Sin embargo, descontando a los ninjas antagónicos Snake Eyes y Storm Shadow, el resto de las plantillas de los Joes y del ejército Cobra cambia. Por lo pronto el negro gracioso no aparece, y no dan ninguna explicación, dando la nota de color su sustituto Dwayne "La Roca" Johnson, que está más o menos moreno. De hecho si me preguntaran de qué raza es, no sabría que responder. Menos chino, me la jugaría a todas las demás. Tampoco aparecerán y a nadie le importa, Quaid, Scarlett ni la Baronesa, y Duke hará un pequeño papel al principio para morir a los diez minutos como un vulgar masilla.

Y es que, como es de esperar cuando tu mayor enemigo es tu jefe, Zartan pone una trampa a los Joes para quitárselos de enmedio, masacrándolos a todos excepto a tres, Lady Jaye, Flint y Roadblock (a partir de ahora, La Roca) El subtítulo de la película juega a dos bandas, hace referencia por una parte a la venganza que a partir de entonces
llevarán a cabo el trío protagonista contra los asesinos de sus camaradas caídos en acción y por otra, a la que pretende saciar el Comandante Cobra contra aquellos que le encerraron en un tubo de agua. Y entre medias sale Bruce Willis ganando dinero para pagar el divorcio de Demi Moore.

La película es un cascarón vacío que ni siquiera sorprende por sus efectos especiales, muy muy normalitos. De hecho salvo un par de detalles y un número similar de escenas, bien podría pasar por la típica cutre-película de acción de esos héroes de segunda fila como son Steven Seagal o Michael Dudikoff. No hay sensación de grandiosidad, ni espectacularidad. A la épica no se la espera. Queda todo muy local y contenido. Puede ser por el viraje hacia el realismo que toma la saga o por no querer jugársela con un presupuesto alto no fuera a ser un fracaso como la primera parte.

En cuanto a los actores, bueno, cualquier película en la que salga Dwayne Johnson, será una película de La Roca: La Roca persiguiendo a unos ladrones en coche, La Roca cuidando niños, La Roca haciendo de soldado, La Roca peleándose con La Momia, La Roca en un WC Roca (La Roca on the rocks en versión original)... pero como Clint Eastwood o Robert Redford, aunque haga siempre el mismo papel, lo borda. A veces llegas a preguntarte si no será un robot en lugar de una persona, incluso si te quedas mirando fijamente unos minutos a su cara, podrás ver un brillo rojizo tras sus ojos. Del resto... Bruce Willis no es que vaya en piloto automático, es que juraría que envió a su doble a trabajar por él, aunque tiene solo un par de escenas; sale Tito Pullo haciendo de malo y poco más. Lady Jaye está buena pero no tanto como Sienna Miller.

Para rematar el despropósito queda la historia. ¿Cómo podría definirla de forma precisa? La Roca on the rocks. Tiene detalles absurdos, un par de chispazos de humor, juega con la redención de Storm Shadow cuya historia se resuelve de forma totalmente estúpida y Deus ex machina y el Comandante Cobra sale incluso menos que Bruce Willis y por supuesto escapa al final de la película, dejando la puerta abierta a una tercera parte, en la que espero al menos que saquen por fin al Sgto. Slaughter.

En resumidas cuentas, no os gastéis el dinero en ella, mejor echadle un vistazo a la ventana de vuestra vecina, que igual veis algo más interesante.
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La mano negra

Traición. Esa fue la primera palabra que me vino a la mente cuando intenté ingresar en mi cuenta de Twitter esta mañana y comprobé a medio camino entre la incredulidad y la sorpresa, que había sido suspendida sin ningún motivo aparente. Rápidamente escribí al servicio técnico instándoles a que volvieran a activarla, pero es de esperar que el asunto tarde varios días en solucionarse.

Mientras tanto me pregunto, ¿qué les ha llevado a borrarme de la faz del planeta? ¿Una amenaza de Pepsi, a la que, gran coincidencia, critiqué ayer por primera vez? ¿Acaso fue por haber destapado el plan de Mercadona de convertir a varias generaciones de españoles en adictos a sus donetes? ¿La iniciativa 365 días, 365 tuits sobre tetas les ha escandalizado? ¿Alguna ex despechada, alguna mujer ofendida o algún marido engañado me ha reportado como un agente maligno de la red? ¿O es simplemente un suceso fortuito? ¿Un hecho probabilístico? ¿Me ha tocado? Un día estás escribiendo chorradas sobre tetas y al instante siguiente todo lo que fuiste ha quedado borrado por obra y gracia de un demiurgo digital al que se la trae al fresco lo que hiciste o dejaste de hacer.

De todas formas, mientras se resuelve todo y me planteo si dejar Twitter para siempre, porque paso de abrirme otra cuenta, me da mucha pereza, podéis seguirme también por Facebook. Las interesadas podéis enviarme un mensaje, en la pestaña "Contacta" del menú de arriba y ya nos ponemos en contacto.

Relación de tuits del Twitter casero que monté en el blog mientras se arreglaba todo:

Me miro en el espejo y es a Bud Spencer al que veo #poesíapop
La Roca on the rocks, que dirían los americanos.
La Roca sobre un wc Roca. #imágenesparanodormir
Y además yo decía que veía. Y me miraban con respeto porque en aquellos días, solo un loco reconocía tal cosa.
Antes de Twitter esa función la hacía Noche de Fiesta. Yo veía ese programa sí. La mitad del botín que se llevaron de casa de Jose Luís Moreno me la debe a mi.
Más que nada para dar salida a ese lado oscuro y rebelde que todos tenemos. Unos queman coches y yo escribo tuits.
Me mantengo con vida, aunque tengo el brazo izquierdo hecho fosfatina de tanto darle al F5 a ver si se arregla todo.
Siguen los problemas en mi cuenta de Twitter habitual. Está ya activa pero ni puedo ni me pueden seguir.
Llevo todo el día sin Twitter y sigo vivo. ¡Ni yo me lo creo!
Me gustaría saber si los que llegáis al blog interesados por lo de "La mano negra" lo hacéis porque pensáis que se refiere a Estella Reynolds, la imaginaria organización anarquista andaluza o el grupo que sembró el terror en el Instituto 7 Robles. Dejad comentario en el post!
En el Twitter tradicional hay un TT escrito en un lenguaje amarillo. Eso jamás lo encontraréis aquí.
Una vez vi una teta: volaba y volaba. Di un salto y de su pezón con los labios me agarraba #Daliylastetas
Liberaos de la tiranía comunista de Twitter que censura cuentas como la mía. ¡Free Moriarty! ¡Abajo el apartheid!
Teta * Teta = Felicidad extrema
Vaya, Twitter no me deja ver mi TL pero si los anuncios. Gracias por nada.
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Encuentros en la tercera disco

Las gaviotas tocaban un blues al atardecer, con el sol tiñendo de dorado los grises muros de los edificios que se alineaban paralelos a la costa como eternos vigilantes de la mar, avatares de una civilización que vivía de espaldas a ella. El río humano que cubría el paseo marítimo mantenía su desmesurado caudal pese a lo intempestiva de la hora, o precisamente por ello, pues el día había sido tórrido y el sol abrasador había cercenado los planes de gran parte de los turistas que se habían refugiado en sus hoteles a la espera de que el astro rey se rindiera y diera paso a la más bondadosa luna, que resarciría con su pálido brillo y su consorte, la brisa fresca, las aburridas horas de espera haciendo zapping en el salón.

Y allí estaba yo, una roca en el lecho de aquel torrente meditando mi próximo destino mientras ante mis ojos se desarrollaba el ciclo de la vida en todo su esplendor: a un guiri le robaba la cartera un guiri de más lejos ante la impávida mirada de los transeúntes que se consideraron meros espectadores en la acción humana y dejaron que el malhechor escapara con su botín, dejando al pobre guiri sin una palabra de consuelo siquiera: rumano homini lupus, que decían.

No era la mejor forma de comenzar la noche pero la vida seguía y yo debía continuar mi pronunciado descenso a las cloacas de la dignidad humana con un nuevo reto, perpetrado en esta ocasión por @Naar_blog a la que recomiendo que sigáis por su afición a los donetes del Mercadona, entre otras muchas virtudes. En esta ocasión la prueba subiría un peldaño más en la escalera de la vergüenza. Todos recordaréis a presuntos alienigenas como El Penumbra, Carlos Jesús o David Bowie, pues bien, durante una noche yo iba a hacerme pasar por un visitante de las estrellas, un starman de pelo silverado, voz aguda y mirada penetrante, que lograra embaucar a una damisela con un mensaje de amor de más allá de Orión.

Sopesando los pros y los contra de entrar a las chicas que me encontrara por la calle, llegué a la conclusión de que el único beneficio de hacerlo allí era que no tendría que moverme. Las montañas, y bien grandes, esperaba, vendrían a mi. La perspectiva de ser rodeado por una masa enfurecida que no entendiera mi actuación, pudo más y decidí ir a la clásica discoteca. Ya comenté en posts anteriores que estos recintos no son de mi agrado. Si no sabes bailar, son muy aburridas a no ser que te lleves a la chica que conociste en Twitter y a la que te ligaste en la playa, con el objetivo de terminar bailando entre sus sábanas al ritmo de los cascabeles del catacari.

Aproveché que conocía al portero, con el que había compartido aventuras y bocatas de mortadela en mi niñez, para acudir al local de moda de mi pueblo. Que dicho así parece que se tratara de una cuadra desprovista de techo en la que una banda formada por paletos toca Paquito el chocolatero en un desconcertante e hipnótico bucle. Pero no, es una discoteca moderna, con salidas de emergencia y la ultima tecnología en extintores. Mi amigo me juró que no había gogos dentro, pues habían sido despedidas tras un vergonzoso incidente y me zambullí en el cargado ambiente de ese templo del hedonismo electrónico.

Hay una regla no escrita que dice que una vez que pisas la pista principal, debes comenzar a bailar o a moverte de forma rítmica al menos si no das para más, a riesgo de ser abucheado por la masa. Así que de camino a la barra no me quedó otra que convulsionar mi cuerpo de forma más o menos acertada, agradeciendo los rayos láser que cegaban a los presentes aleatoriamente, y que me hacían sentir dentro de una película de David Lynch.

Otra ley no escrita de las discos, es que si quieres que el barman te atienda de inmediato, tienes que enseñar las tetas si eres una chica, o un billete si eres un tío. Se ve que este no vio mis cinco euros porque tuve que esperar diez minutos hasta que se dignó a atenderme.

- Un octubre rojo, por favor. Ah, y que sea trotskista. - pedí de forma distraida mientras fingía examinar el trasero de una de las múltiples bailarinas que se contoneaban junto a mi.

El barman se quedó mirándome unos segundos. Esperaba esa reacción. Para quien no lo sepa, un octubre rojo no es más que vodka rebajado con un chorreón de zumo de tomate*, cosa que está asquerosa si no te gusta el zumo de tomate ni el vodka, como es mi caso, pero aun así lo suelo pedir con el doble objetivo de dejar en evidencia a los barmans, que no suelen saber de qué estoy hablando, y no sentirme un pringado cuando acto seguido pido una Fanta, razón esta por la que tengo ese escaso aprecio a los camareros tras la barra, pues antes se reían cuando pedía la anaranjada bebida carbonatada en lugar de uno de los múltiples espirituosos, injustamente asociados a la virilidad.

Sin embargo este me sorprendió cuando un par de minutos después puso delante de mis narices un vaso con un líquido de color rojizo. Le di un sorbo. Había acertado, pero le faltaba algo.

- Oiga, esto no lleva lima.

- Es que no tenemos - replicó el tipo.

- ¿En qué clase de bar no tienen lima? - quise saber, sintiéndome a medias estafado y a medias chafado por no poder beberme una Fanta.

- ¡En uno estalinista!

- Pues no te lo pago.

- ¿A que te meto con el sacacorchos? - me amenazó mientras blandía la posible arma homicida frente a mi pecho.

Y claro, pagué.

En un momento de la noche, descubrió que era amigo de Manolo, el portero, y las tensiones desaparecieron. Finalmente me confesó que no tenia ni idea de qué era un Octubre Rojo. Había acertado de chiripa.

No me gusta el alcohol, pero aun así, me negaba a pasar la velada con la copa en la mano como un cuarentón en la barra de un bar, así que no me quedó otra que comenzar a bebérmelo, a pequeños sorbos eso si, pues tenía la esperanza de que entre trago y trago el alcohol se disolviera y sus efectos no hicieran mella en mi, pues necesitaba estar fresco y concentrado para llevar a cabo mi tarea, a la cual me apresté a comenzar con premura.

Hay una cosa de las discotecas que me enerva por encima de cualquier otra: el ruido incesante que te obliga a gritar si quieres comunicarte. A gritos todo suena peor. Un ¿te quieres casa conmigo? a voz en cuello en su oreja puede ser entendido como un ¡CÁSATE CONMIGO PUTA! y claro, esas no son formas para pedir matrimonio, aunque yo diría que si, porque me pone que me humillen. Se le une además el hecho de que yo no puedo ligar por mi aspecto. Es mi interior el que gana las guerras cuyas batallas mi cuerpo se encarga de perder. Y el de la disco, con su música atronadora y el ruido de fondo de los alaridos de los "esforzados del baile" es hostil para los maestros de la dialéctica, título que en una tarjeta de visita te queda divino, pero que tampoco se ajusta a mi persona, pues tengo menos capacidad de improvisación que un alemán haciendo monólogos. Vamos, que lo tenía jodido.

Por ello decidí comenzar el reto con la más visual apertura "Vulcano", saludando con la mano al estilo Mr. Spock, a una pelirroja que promocionaba a Titanlux a juzgar por la capa de pintura con la que ocultaba su redondeado rostro. Y que conste que este comentario no lo hago desde el rencor más hondo por haber comenzado a reírse en cuanto me vio con la mano alzada y los dedos unidos como los de un pato, pues era consciente del riesgo asumido, ya que es una técnica que solo podría funcionar con seguidoras de Star Trek, y un viernes a esa hora están todas delante de un poster de Worf suspirando porque su novio lo tuviera todo tan estriado.

Aborté el acercamiento y me tragué mi orgullo, aunque desde un lugar indeterminado de la sala escuché a una chica gritar:

- Ostras ¡un friskis!

Escupí parte del sorbo que le estaba dando a la bebida, por el riesgo a atragantarme por el ataque de risa que anulé contrayendo el plexo solar y mordiéndome ambos carrillos por dentro. Al menos el curioso comentario de aquella espontánea me había salvado de las garras de la amargura.

En mi siguiente ataque no sería tan directo. Elegí mi objetivo, una chica de pelo castaño que descendía hasta sus omóplatos, pómulos marcados, mirada traviesa y un trasero respingón. La abordé con el clásico "Hola ¿qué tal?". Me dijo que esperaba a una amiga que había ido al baño y pronto regresaría, pero tras un par de chistes que ya no recuerdo y el comentario de que las chicas van en grupo al baño porque le gustan las colas largas (para poder hablar mientras esperan y eso) la tuve en el bote. Decidí llevármela a un sitio más apartado. Anexas a la pista circular de baile se podían encontrar unas salas cuadradas con una abertura... no se cómo se llaman esos sitios... reservados ¿no? Yo qué se. Ni puta idea. Deben ser los efectos del Octubre rojo que todavía me duran. Seguro que el puñetero camarero le echó tinte rojo nº 2 en lugar de tomate. Bueno, ¿por dónde iba?... esto de escribir achispado es curioso. Te da alas, otra perspectiva ¿no? ¿Alguna vez habéis intentado rayar un cristal con vuestros pezones? Venga, ¡contestad! ¿No habláis? ¿Es que ya no me queréis? Tendré que preguntarlo por Twitter.

A la mañana siguiente... **

Como iba diciendo, me la llevé a uno de los reservados, con su sofá de cuero negro, su mesita baja con restos de una juerga extinguida y los amortiguados ecos de la música balcánica que pinchaba en aquel momento el DJ Tirana haciendo vibrar las finas paredes decoradas con láminas conmemorativas de distintas exposiciones mundiales. Conseguí enhebrar una conversación coherente sobre los gustos y la profesión de aquella chica, que no necesita de ser interrogada para dar rienda suelta a una verborrea inacabable a la que no tuve más remedio que poner coto antes de que me produjera un dolor de cabeza. Con escaso disimulo extendí mi brazo izquierdo hacia ella y miré mi reloj.

- Uy, mira - le dije. Dudo si captó el tono cuasi cómico de mis palabras - ya es sábado. Ya sabes lo que se dice de los sábados ¿verdad?

- Sorpréndeme - respondió sin apartar la vista de mi rólex de imitación.

- Sábado, sabadete, viene el alien y te la mete. - es posible que jamás vuelva a pronunciar estas palabras, pero cuando muera y me encuentre ante Ronald Reagan repasando los actos que realicé en vida, este me mirará, chocará los cinco conmigo y me dejará pasar al despacho del diablo con una mirada de orgullo. Y entonces, sabré que mereció la pena.

El caso es que su respuesta me descolocó. Comenzó a reírse a mandíbula batiente. Una mandíbula superlativa, de quijada esquiva, algo equina. Me miró fijamente y me soltó:

- ¿La sonda anal?

Y entonces me enamoré. Porque de una sodomita que abraza el sexo anal con la pasión de una adolescente que se abre a un mundo por descubrir, te tienes que enamorar si o si, o ir a su casa y prenderle fuego, según la tribu alienigena a la que pertenezcas.

Abrió la boca de nuevo, imagino que para lanzar una perorata sobre los beneficios de que el cartero llame a la puerta trasera, y antes de que pudiera decir nada, me abalancé sobre ella dispuesto a plantar mi lengua entre sus labios, con nulo resultado pues supo ver mis intenciones y me hizo la cobra espacial, que es como la normal pero a cámara lenta (por aquello de la falta de gravedad)

No había nada que hacer. Me pudieron las ansias de declararme vencedor en la proeza en la que me hallaba embarcado y lo estropeé. Me despedí de ella y la dejé allí apurando su martini. Como sucedió en la playa, intenté buscar a la más fea del lugar para tener asegurada al menos una victoria pírrica, pero estaba tan oscuro que me fue imposible distinguirla. Siempre me había preguntado por el motivo de la escasa iluminación de esos lugares. Ya tenía la respuesta.

Me dirigí a la barra para tener una mejor visión del campo de batalla, pero no fue fácil encontrar un hueco en ella, pues bullía de jóvenes solicitando los más extraños jugos. Cuando me disponía a volver a un reservado para reorganizar mis ideas, una camarera chocó conmigo. Con su camiseta creapropinas, sus medias de rejilla y sus zapatos de tacón, lucía bastante atractiva. Decidí jugar a los dados con Afrodita y lanzar una tirada.

- Has chocado conmigo - comencé - ¿sabes lo que significa eso en mi planeta?

- Tío estás colgao o ¿qué coño te pasa? - escupió por su boca de forma automática, como si fuera la respuesta estándar al intento de flirteo estándar por parte del cliente medio estándar. Creo que ni siquiera me escuchó, así que me jugué el todo por el todo. Metí la mano en el bolsillo trasero de mi pantalón y saqué un tampón. La cogí de la mano y lo cubrí con ella.

- Solo una verdadera reina será capaz de extraerlo de mis fuertes dedos. - le dije.

- Tú estás muy mal. - rió antes de desaparecer entre el gentío. Lo último que vi de ella fue cómo le hacía un gesto al barman y luego me señalaba. Un minuto después este me acercaba otro Octubre rojo: Regalo de la casa. Era la primera vez que sacaba algo de una camarera. En una ocasión intenté ligar con una chica que servía las mesas en un local de brunchs, consciente de que entrañaba la misma dificultad que ganarle a un jubilado al dominó. No se lo tomó muy bien, pero su actitud cambió en cuanto le di cinco euros de propina; y estoy seguro de que si le hubiera soltado más dinero, habría sido mucho más amable. Eso en mi pueblo tiene un nombre: interesada.

Llevaba ya algunas horas dando vueltas como un inglés buscando la salida de Gibraltar y aún permanecía cargado y peligroso. Las dudas comenzaban a apoderarse de mis pensamientos. ¿Qué estaba haciendo allí? ¿Me enseñaría el tatuaje si se lo pido amablemente? ¿Debería patentar el Octubre rojo trotskista? Muchas preguntas me asaltaban, la mayoría sin respuesta, hasta que localicé a un curioso grupo de amigas que charlaban distendidas cerca del guardarropa.

Me acerqué a una de ellas, cuyo rasgo más llamativo era una media melenea azul eléctrico, que me recordó a las guarradas animadas japonesas que ve mi vecino. La saludé. Se giró, me miro de arriba a abajo con sus ojos color miel y continuó charlando con el resto del grupo como si yo no permaneciera ahí, de pie, mirándola, sin saber muy bien qué había pasado. No me dio tiempo a sugerirle mi origen exoterraqueo, ni siquiera de invitarla a una fanta. Tenía que intentarlo de nuevo. Le di un toquecito en el hombro y le pregunté si no tendría por casualidad un tatuaje de una mariposa en el bajo vientre. Por la sorpresa que se dibujó en su rostro, imagino que si. El caso es que no respondió pues de inmediato saltó en su rescate la típica chica Pitbull (porque suele ser... ya tú sabes) que hay en todo grupo de amigas, y que se suele encargar de rechazar los intentos de cualquier pretendiente que haya recibido ya una negativa por parte de un miembro del grupo. Al menos ya había identificado a la fea de la disco, aunque no tuviera ninguna posibilidad con ella.

Corrí por mi vida antes de que me tirara su bolso a la cabeza con un consolador modelo Mandingo en su interior, que podría haberme causado severas lesiones y hallé refugio en las cercanías de un grupo de tíos, que permanecían desplegados en círculo a modo de escudo protector alrededor de un chaval al que de seguro había dejado la novia en las horas recientes, porque la palabra "Puta" salía de su boca más veces que de la de una sextuitera con el síndrome premenstrual.

Esperé a que la chica Pitbull desapareciera en el baño para volver a las andadas. Comencé a bailar junto a una morena de ojos negros que se movía como si le hubiera dado cuerda el mismísimo Geppeto. Inicié una maniobra de aproximación lenta pero segura, con la que me llevó tres grandes éxitos de Juan Magán, acortar diez centímetros entre nuestros cuerpos. Cuando estaba a una distancia en que podría escucharme sin problemas, le espeté:

- Debes ser de la Tierra, porque las chicas de mi planeta son muy feas.

- Para no desentonar con los tíos ¿no? - Sus palabras fueron como una sucesión de jabs y cross directos al hígado.

No estuve rápido de reflejos en ese momento y me retiré bailando con el rabo entre las piernas, nunca mejor dicho, sin decir palabra; pero media hora después se me ocurrió una replica bastante ingeniosa, aunque por mucho que la busqué por el local no la pude encontrar. De todas formas por si algún día lee esta página: ¡fea!

Con la autoestima tirada, arrastrándose podrida por el suelo meditaba irme a casa a lamerme las heridas. La gente a su vez comenzaba a retirarse, de vuelta a sus hogares o a otros locales más animados. Sin embargo hubo una rubia que me llamó la atención, separada un par de metros de otro grupito de chicas: una típica americana cuya foto podría acompañar en un diccionario la definición de "American Bimbo" que lucía sobre su cabeza una típica diadema-pene. Y esa es otra cosa que jamás he entendido. ¿Qué lleva a una mujer a ponerse un falo de peluche en la frente? ¿Su amor por los unicornios? ¿Reminiscencias atávicas de cuando los dioses se disfrazaban de animales para forniciar con las doncellas? ¿Reirse de los hombres? En cualquier caso no obtendría respuestas de aquella chica así que me limité a tratar de ligármela. 

- Hi, I´m an alien! - le dije con mi mejor sonrisa de forma directa.

- Oh, from Mexico?, but we are in Europe, right? - comenzó a mirar nerviosa de un lado para otro como si buscara algo - At least that´s what my friends told me. It´s my bachelorette party. Hey bitches - gritó al grupo al que pertenecía- this guy says that he´s mexican. I told you that I did not want to be in a Tijuana style filthy town.

Entonces se acercó una de sus amigas y sin mediar palabra la sujetó por la nuca y acercó su boca a la suya para fundirse en un cálido y prolongado beso que derritió los altavoces que atronaban a 20 metros de distancia. Bueno, este desenlace lésbico es mentira, la amiga se acercó si, pero le quitó la jarra de cerveza de la mano mientras la reprendía:

- Enough drinking for you, Mary.

- Like the virgin? - intervine intentando quitar hierro al asunto. A la amiga no le hizo ni pizca de gracia. Dicen que hay miradas que matan pero la que me echó aquella americana se me quedó tatuada en la frente, como un tribal maorí. Que luego dicen de los payasos, pero no hay nada más aterrador que la mirada furiosa de una mujer con un pene de algodón sobre la frente.

No estaba siendo mi noche con las amigas. Es lógico, porque un grupo de amigas es la asociación más peligrosa del mundo por delante de los masones de la coste oeste, a no ser que los masones sean amigas que se reunen para comparar el tamaño de los miembros de sus parejas, costumbre esta que jamás ha dejado de asombrarme.

Solo iba a arriesgarme una vez más, con una chica que se dirigía hacia la calle. La abordé de improviso. Me coloqué delante suya, la miré fijamente a los ojos y dejé que las palabras fluyeran sin freno:

- De entre todos los planetas a los que la Federación Estelar pudo enviarme como observador, me alegro de que me tocara este, pues así he podido conocer a la mujer que aguamarinas tiene por ojos, perlas en su dentadura, cabellos de hilo de oro y labios de plata fina***.

Y antes de que pudiera terminar con un "oh, y las tetas muy bonitas también", sus pupilas se expandieron como el universo tras el big bang, ladeó su cabeza hacia la izquierda, juntó las manos derramando en el proceso la mitad de su gintonic sobre su falda turquesa y un prolongado suspiro escapó de sus labios en una estampa que rivalizaba con la del gato con botas. Estuvimos charlando unos minutos, acercando nuestros cuerpos con cada confidencia hasta que nuestros rostros quedaron a escasos centímetros el uno del otro, momento en el cual me atreví a culminar el reto:

- ¿Quieres que vayamos a mi nave nodriza?

- Estaremos mejor en mi cama. - replicó ella.

Me agarré a su cintura y mientras nos dirigíamos al exterior, le susurraba:

- No te arrepentirás de nada, Ana...

Ella se quedó parada, con sus ojos como platos. Porque ay amigos, la llame por otro nombre, y no el de una desconocida precisamente. Y algo hizo clic en mi cabeza, y algo hizo plof en mi entrepierna. Dejé que ella se marchara sola mientras me despejaba en el lavabo hundiendo la cabeza en agua. Cuando salí, el blues hacía tiempo que había dado paso al silencio sepulcral que destila un vaso vacío con un poso de sueños incumplidos y hielos a medio derretir.

El río humano se había secado pero las aguas no tardarían en fluir de nuevo y entre ellas me perdería de regreso a casa, con las manos en los bolsillos, la cabeza gacha, el paso errático y mi mente en su recuerdo, dándome bien la brasa.

Conclusiones:

 . Los Rólex son hipnóticos. Incluso los falsos. Eso si, que no los examinen con el detenimiento suficiente como para descubrir que en realidad pone Bólex.
. Tengo que ir al psicólogo.
. Las camareras son unas veleidosas.
. El Octubre Rojo se sube rápido a la cabeza.
. Ligar es fácil si sabes cómo. Una pista: alcohol.
. Los tatuajes de mariposas molan mucho.
. No chupéis las cabezas de las gambas delante de vuestros suegros.
. Tengo que buscar un sponsor para estos temas.
. En la oscuridad todos somos princesas.


* Veta a Rusia a decirles que lleva granadina y verás en que vertedero aparecen tus restos.

** Jamás os pongáis a escribir borrachos. Siento mucho los DMs que os envié a algunas. Como os he dicho, no era yo el que hablaba sino el libidinoso Grilor de Centauro Pi. Me metí demasiado en el papel. El post comencé a escribirlo nada más llegar a casa pero cuando me desperté algunas horas después, me di cuenta de que un 67% del texto consistía en palabrotas de todo tipo, incluso en otros idiomas. Continué escribiendo cuando desperté. De ahí el salto temporal.

*** En realidad era rubia de bote, los ojos no hubieran desentonado en el rostro frío de un besugo y sus labios eran como morcillas, que tampoco está mal , pero andaba pensando un poema que tengo pendiente y me pudo la inspiración.
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