Sin embargo del protagonista no llegamos a conocer mucho más a lo largo de los casi 200 capítulos. Si, es estafado por un brasileño borracho y una marimacho le tira los tejos, pero estas subtramas no son más que guiños al público brasileño residente en Japón y a las chicas, reticentes a ver fútbol por muy espectaculares que sean los encuentros. Del resto de jugadores del New Team mejor ni hablamos. ¿Le creció el pelo a Bruce alguna vez? ¿Salió Adam del armario o sigue viviendo una mentira?
Quizás por eso algún directivo de Shogakukan decidió publicar un spin off más humano que se centra en los personajes, sin dejar de lado el deporte rey, olvidando cualquier atisbo de tiro del águila o catapulta infernal. Pues aunque "Ganbare Kickers!" (Una de gambas y otra de kikos, en español, aunque es conocida simplemente como Supergol), comienza exactamente igual que la serie matriz, con un superdotado del balón, Rafael Masten, que tras mudarse a otra ciudad, ingresa en las filas de un equipo mediocre, el King, pronto se desmarca de ella, en el primer partido concretamente, donde pierden miserablemente contra el equipo que está llamado a ser su principal rival: El número 1, capitaneado por el hijo de Shiryu, el de los caballeros del zodiaco. Y no será el primer partido que pierdan.
Durante los escasos veintipocos episodios, veremos a los jugadores del King entrenar, hacer travesuras, resolver problemas familiares y en definitiva, conoceremos las pequeñas historias personales de los miembros del equipo. Todo lo contrario que en Campeones, donde se podría sustituir la defensa del New Team por jíbaros y nadie lo notaría.
El King es bueno y vencerá.
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