El chat, cinco años después

Todo cambia. Y en el mundo de los computadores el avance es imparable. Desde los 70 un modelo de ordenador ha seguido a otro sin tiempo a afianzarse en la memoria del usuario medio. Con Internet ocurre lo mismo y ya nadie recuerda servicios como Gopher, las News o los FTP. De aquellos inicios en que los pioneros se abrían paso por las grandes llanuras de la red a lomos de sus vetustos modems procede también el chat.

En sus buenos tiempos, millones de personas conectaban a servidores como IRC-Hispano usando infinidad de clientes, muchos de ellos modificaciones del mítico Mirc (Messiah o X-Cript entre otros) Las aventuras que viví en aquella época quedaron retratadas en otro lugar, en otro tiempo. El caso es que hace poco más de un lustro decidí desconectar de la gran sala de conversación global, justo cuando Terra pasaba a ser un webchat en exclusiva.

En la actualidad, muchos años después de mi último "Hola ¿qué tal?" decidí volver para tomar el pulso a esa parte canalla de la sociedad digital.

Lo primero que me llamó la atención fue que seguía existiendo. Con el Messenger instalado en el PC de todo Cani y Jenny que se precie, con Gtalk en el de los Geeks y los modernos y Facebook en todos ellos, un servicio que está destinado a conectar a gente desconocida entre si, pareciera no tener mucho sentido.

La realidad me hizo cambiar mi perspectiva. Puede que la concurrencia no fuera tan apabullante como antaño, pero distaba mucho de ser la propia de un servicio en decadencia como Myspace o Lycos. Puede que sean menos, pero tienen más "calidad". Los bots anunciando productos o sitios webs de dudosa reputación son una anécdota y el sexo de quien se esconde tras un nick suele corresponder con el género de éste. No encontraremos fornidos camioneros haciéndose pasar por jovencitas vírgenes cachondas dispuestas a entregar su flor a través de una webcam.

Durante unos minutos observé el canal principal. Dos chicas entraron al mismo tiempo. Luna21 saludó con el típico "Hola", Patri43 deseaba unas buenas noches a todos los chateadores. A Luna le respondieron al instante cuatro tipos intentando obtener su atención. No fue hasta un par de minutos más tarde, que una amiga de Patricia se percató de su presencia. Obviamente por mucho que se diga y que pase el tiempo, el chat sigue orientado a un único tema: el fornicio.

Eso por parte de Ellos. Ellas no se cansan de buscar algún hombre que no esté salido y tenga una conversación interesante. No piden mucho. En la vida real debes tener unos buenos pectorales, un rolex o un puesto de funcionario para que te hagan caso. Sin embargo en el canal de Amistad no encontrarán a alguien que dedique unos minutos de su vida a otra cosa que no sea intentar verle los senos. Claro que estoy seguro que ellas son conscientes de que no pueden encontrar a alguien maravilloso, porque esa clase de hombres no suele perder un instante delante de una pantalla de ordenador. Es por esto que existe un grupo de féminas cuya búsqueda es más especializada. Ellas los prefieren abogados, médicos, trabajadores sociales, fontaneros, policías y en general todo aquél pagafantas digital del que puedan sacar algún provecho. ¿Cómo? exclamarás escandalizado ¿Mujeres intentando utilizar a los hombres? Si claro y los tíos solo piensan en sexo cuando le abren un privado a una chica...

Excentricidades como esa también se suelen dar en una noche cualquiera en el chat. Dos en especial me llamaron la atención. Una chica pedía que alguien le describiera una ducha. Lejos de chistes sobre perroflautas, le pregunté qué era lo que le motivaba a hacer semejante petición. No me respondió, certificando de esta manera una de las grandes tragedias del chat en la actualidad. Todo el mundo busca una conversación interesante pero cuando conocen a una persona alejada del interés por los genitales y su modo de empleo, no saben qué decir, quedando en un eterno silencio que sirve como reflexión final sobre la gran incomunicación que asola a la sociedad.

Suerte que una joven cachonda pasaba por allí para sacarme de mis aburridas elucubraciones. Con su atrevido nick "Muestrotetasxvotos" pretendía que todo aquel de ver sus mamas tersas y orgullosas le votaran como muy sexy en una página del estilo "Sexy o no". Y es que al final todo en esta vida se reduce a eso: Tetas.
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