Delirio Hispano

Ayer por la tarde (a partir de ahora se sobreentiende que estoy aburrido a menos que mencione lo contrario) me puse a hacer zapping por los canales locales, mientras juraba en arameo por no tener el digital o al menos una misera antena parabólica con la que sintonizar algún canal porno 24 horas que se ajuste a mis necesidades. Aquí suelen piratear la señal de 12 de la noche a 5 de la mañana (al menos eso me han dicho). Bueno dejemos el porno, al menos por cinco minutos, y sigamos contando. Después de comprobar que lo mas interesante que ponían era un anuncio de un aparato de gimnasia en el que salia una estrella americana de tercera fila acompañado por un personaje sacado de Conan el bárbaro, para reafirmar que el aparato funcionaba (aunque a mi me da que lo máximo que puedes conseguir usándolo es una lumbalgia), cerré los ojos y apreté un botón del mando al azar.

Como cada vez que cierro los ojos, al abrirlos me encontré con algo inesperado. Una película española se desarrollaba ante mis ojos. No tarde mucho en darme cuenta de que no era una película típica; filmada a finales de los 70, durante la transición (lo supe por la vestimenta y los pechos desnudos que varias señoritas mostraban sin rubor mientras retozaban con un hombre en la cama); el "reparto" estaba formado por conocidos actores secundarios, humoristas e incluso de gente que pasaba por allí cuando la rodaron. Así podemos encontrarnos con Juanito Navarro, un señor con bigote que me suena mucho, y otro con nariz aguileña que me suena también pero de los cuales desconozco su nombre (vi mas de una hora de película, pero no tuve valor para quedarme a ver los títulos de crédito)

Mención especial a la aparición de Maria Salerno, que no tengo ni idea de quien es, pero cuya belleza por esas fechas (ahora vete a saber), porte y dulzura me conquistaron por muy mala que fuera su aparición; también cabe destacar la actuación de Emilio laguna, el contador de chistes de mariquitas por antonomasia, actor o humorista (como se prefiera) que merece una estatua en mitad del parque del retiro, solo por la melena que llevaba (con la cual su parecido a mi vecina asusta) y por haber participado en "Y si no nos enfadamos" obra cumbre del mejor dúo cómico de todos los tiempos (Bud Spencer y Terence Hill) se lo merece.

El argumento de la película es muy simple, no existe. Todo el metraje no es mas que una sucesión de Sketches, representaciones de chistes pésimos (vamos un sketch), pequeños fragmentos del "diccionario de coll", imagenes divertidas, etc, etc; pudiendo ser considerado dicho film, el precursor de los innumerables programas que han surgido de un tiempo a esta parte donde se expone todo lo que circula por Internet.

El producto final podría haber sido bueno de no ser por una razón: los chistes son lo peor que me he echado a la cara en toda mi vida (incluyendo los gags de medico de familia) a destacar el de : ¿mama por que papa mato al pregonero? (pronunciado con tono de pregonero of course). He de decir que la mentalidad de los españoles de esa época ha cambiado mucho respecto a los de ahora, solo así explico el que no pillara mas de un chiste, quedandoseme la consabida cara de tonto por no saber donde estaba la gracia.

Por ser la transición, con los gags tiraban a matar. Así podemos encontrar chistes sobre inválidos (un hombre se quita una pierna ortopédica y se acuesta, aparece un cartel: Ahora saben lo que significa dormir a pierna suelta), muestran la corrupción del cuerpo de policía con un chiste en que un agente para a un ciclista y le quita el dinero que llevaba con una excusa absurda porque todavía no ha cobrado, se meten con otros países (un tipo esta triste porque es andorrano y a un militar brasileño le dan una medalla por buena conducta), los melenudos, los vagos, casi todo el mundo menos los curas son retratados con cierta maldad.

Lo que era un proyecto que pretendía hacer reír al espectador quedo en un subproducto de barrio, que un mono inspirado podría haber mejorado. Aun así, antropologicamente hablando merece la pena pasar unos minutos viendo semejante derroche de pésimo humor. Después de muchos años pude volver a contemplar un billete de 100 pesetas, que tenia que ser bastante dinero por esa época porque una persona se ofrecía a trabajar un día para ganar uno de esos. Poco mas de interesante tiene la película, bueno si descontamos los 4 senos que salen, pero supongo que nadie estará tan desesperado como para tragarse el resto solo para ver eso.
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2 comentarios:

  1. Tendre que pensarlo, no estaria mal la verdad, mmm ganarse la vida criticando el trabajo de los demas, el sueño de todo funcionario :). Por cierto cuando te conectes dame un toke, apenas me conecto ya. Un beso perla

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  2. jajaja Si la informatica no te da lo que mereces: pasate a la crítica de cine sin pensarlo dos veces.

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