Aunque parezca imposible, dentro de la paranoia predominante en los dos bandos durante la guerra fría, un atisbo de sensatez nos salvo del holocausto nuclear.
Ocurrió la noche del 26 de Septiembre de 1983, en un bunker a las afueras de Moscu, el teniente coronel Stanislav Petrov estaba al mando esa noche, su labor era detectar cualquier posible ataque nuclear contra la Unión Soviética, en caso de producirse, la respuesta seria el lanzamiento de todos los misiles rusos como contra-ataque.
Pasada la medianoche, a las 0:40 , las sirenas sonaron en la sala de mando, las computadoras indicaban el lanzamiento de un misil intercontinental americano contra territorio soviético.
Tras reflexionar unos segundos Petrov llego a la conclusión de que los USA no comenzarían una guerra nuclear con un solo misil, la doctrina oficial de la época era la de lanzarse todo lo que hubiera a mano para que no hubiera un contra-ataque efectivo por parte del adversario, obviamente con un misil destruyes la cúpula dirigente y la cadena de mando se rompe, pero bueno no hablamos de eso hoy.
Así pues, pensó que el radar se equivocaba. Decidió pasar por alto la alarma, cuando de nuevo esta volvió a sonar, un segundo misil entraba en el espacio aéreo ruso, luego un tercero y así hasta llegar a 5. Pasaron los segundos (en caso de alarma los dirigentes sovieticos tenían solo 15 minutos para asegurarse de que estaban siendo atacados y para decidir la respuesta) y el numero de misiles no aumento.
No sabemos que es lo que paso por la cabeza de ese hombre, el caso es que decidió declarar el incidente como una falsa alarma pese a que no tenia forma de demostrarlo. Pasaron los minutos y los misiles no llegaron. Petrov había evitado la tercera guerra mundial. Por saltarse el procedimiento y no confiar en la alarma de las computadoras le dieron un puesto administrativo hasta que se retiró.
Así pues se puede decir que le debemos la vida al hombre este, si hubiera estado otra persona al mando esa noche, casi con toda seguridad estaríamos peleando por camiones cisterna repletos de gasolina, los niños jugaría con nboomerangs afilados como cuchillas y los cortes de pelo horteras estarían a la orden del día.
Para que luego digan que un solo hombre no puede marcar la diferencia.....
Increíble, gracias por este cachito de legado.
ResponderEliminarSi, da repelús cuando se entera uno de estas cosas. Y lo peor es que siguen sucediendo y vivimos en la inopia. Por suerte algo así, de forma fortuita al menos, es imposible que ocurra ya. Es posible que el egoismo y la codicia hayan salvado a la humanidad del holocausto atómico, ahora ningún dirigente usaría armas nucleares arriesgándose a perder su modo de vida de lujo.
ResponderEliminarBesos! (y ánimo, porque leerte los primeros posts que publiqué tiene mucho mérito. Hay algunos que los releeo y me da cierto reparo por las chorradas que escribía)
Escribes muy bien y lo sabes, sea de la temática que sea.
ResponderEliminarSin pecar de falsa modestia, si que me gusta muchas cosas de las que he escrito. Aunque si se comparan estos posts con los del 2007, se nota una clara mejoría. Ya lo verás :)
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