En sus inicios, Internet era coto casi exclusivo de tres grupos: militares, miembros de la comunidad educativa y conspiranoicos / investigadores de lo paranormal que utilizaban la red para intercambiar información sobre los avistamientos OVNI, las últimas acciones del chupacabras o el vídeo porno de Pamela Anderson.
El anonimato que les ofrecía la red y la velocidad en la transmisión de sus historias constituían el caldo de cultivo ideal para que surgieran centenares de estos seres. En un principio dibujados como asociales ligeramente alejados de la realidad, chiflados ataviados con gabardina y gorros de papel albal, la figura del investigador de lo paranormal recibió un buen lavado de imagen gracias a Expediente X, esa serie en la que aparecía la arrebatadora Gillian Anderson y el tío de Californication, fan además de todo lo que viniera del espacio exterior.
La ley de Clooney dice que un tema divulgado por una persona guapa y/o famosa, adquiere respeto y credibilidad instantánea. Y según dicen el agente Mulder no estaba mal, por lo que a mediados de los 90, el mundo se vio inundado por estoicos investigadores tras la búsqueda de los animales más misteriosos, las apariciones más aterradoras y las conspiraciones más alocadas, cuyo objetivo último era parecer tan cool como el agente del FBI y poder ligar en la barra del bar: un verdadero misterio (y el único real) para muchos de ellos.
España era otro mundo y aquí los temas sin explicación tenían dos padres y ninguna madre: Jimenez del Oso y J. J. Benitez, que no tiene nombre, como los grandes escritores, y cuyo chaleco de explorador con innumerables bolsillos marcaría tendencia entre todos aquellos que se llaman orgullosos: investigadores del misterio.
En Internet, unos y otros tienen un punto de encuentro que no puede faltar en sus favoritos de Firefox: la web de Jeff Rense, una página que ya estaba ahí cuando llegué por primera vez a las autopistas de la información y que seguirá hasta que la red eche el cierre o suban un disco de Los Chunguitos, sin licencia, a sus servidores.
Con el sencillo nombre de Rense.com, el locutor de radio y conspiranoico estadounidense de homónimo apellido, junto con varios colaboradores, recopila noticias serias sobre geopolítica, brotes epidémicos, economía y demás dándole un ligero toque apocalíptico y otras más paranormales como “Los aliens nos han avisado sobre Lady Gaga” o el fenómeno de “The Hum”, ampliamente conocido por los seguidores de Iker Jimenez.
Aunque pueda parecerlo, no es un “Noticias del mundo” de tres al cuarto. La gente que escribe allí se cree lo que dice. Si queréis saber las posibilidades de que la enésima mutación de gripe se convierta en una pandemia mortal o si tras los atentados del 11S están los constructores de adosados del medio oeste, no dejéis de visitarla. Eso si, hacedlo bajo vuestra propia responsabilidad y riesgo. Podéis sufrir daños psíquicos o entrar en la lista negra de la CIA.
Enlace: Rense
El anonimato que les ofrecía la red y la velocidad en la transmisión de sus historias constituían el caldo de cultivo ideal para que surgieran centenares de estos seres. En un principio dibujados como asociales ligeramente alejados de la realidad, chiflados ataviados con gabardina y gorros de papel albal, la figura del investigador de lo paranormal recibió un buen lavado de imagen gracias a Expediente X, esa serie en la que aparecía la arrebatadora Gillian Anderson y el tío de Californication, fan además de todo lo que viniera del espacio exterior.
La ley de Clooney dice que un tema divulgado por una persona guapa y/o famosa, adquiere respeto y credibilidad instantánea. Y según dicen el agente Mulder no estaba mal, por lo que a mediados de los 90, el mundo se vio inundado por estoicos investigadores tras la búsqueda de los animales más misteriosos, las apariciones más aterradoras y las conspiraciones más alocadas, cuyo objetivo último era parecer tan cool como el agente del FBI y poder ligar en la barra del bar: un verdadero misterio (y el único real) para muchos de ellos.
España era otro mundo y aquí los temas sin explicación tenían dos padres y ninguna madre: Jimenez del Oso y J. J. Benitez, que no tiene nombre, como los grandes escritores, y cuyo chaleco de explorador con innumerables bolsillos marcaría tendencia entre todos aquellos que se llaman orgullosos: investigadores del misterio.
En Internet, unos y otros tienen un punto de encuentro que no puede faltar en sus favoritos de Firefox: la web de Jeff Rense, una página que ya estaba ahí cuando llegué por primera vez a las autopistas de la información y que seguirá hasta que la red eche el cierre o suban un disco de Los Chunguitos, sin licencia, a sus servidores.
Con el sencillo nombre de Rense.com, el locutor de radio y conspiranoico estadounidense de homónimo apellido, junto con varios colaboradores, recopila noticias serias sobre geopolítica, brotes epidémicos, economía y demás dándole un ligero toque apocalíptico y otras más paranormales como “Los aliens nos han avisado sobre Lady Gaga” o el fenómeno de “The Hum”, ampliamente conocido por los seguidores de Iker Jimenez.
Aunque pueda parecerlo, no es un “Noticias del mundo” de tres al cuarto. La gente que escribe allí se cree lo que dice. Si queréis saber las posibilidades de que la enésima mutación de gripe se convierta en una pandemia mortal o si tras los atentados del 11S están los constructores de adosados del medio oeste, no dejéis de visitarla. Eso si, hacedlo bajo vuestra propia responsabilidad y riesgo. Podéis sufrir daños psíquicos o entrar en la lista negra de la CIA.
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