Sucedió en la calle

Contemplaba un par de tardes atrás, la vida pasar bajo mi balcón, cuando una chica rubia y menuda llamó mi atención. Caminaba lentamente como si en cada paso que daba, se le fuera la vida. La seguí con la mirada hasta que llegó a la altura de una barandilla que impedia una caida de apenas dos metros, al caudal de un pequeño arroyo, seco casi todo el año.

Se detuvo junto a la oxidada valla de metal, y saltó sobre ella, para caer en precario equilibrio, sobre el escaso bordillo que la separaba de caerse. Se quedó unos minutos así, asida a la barandilla con la mirada perdida en el pretendido abismo.

Entonces, soltó un brazo y uno de sus pies se asomó al vacio. ¡¡Pensaba tirarse!!. Quise gritarle: "No saltes, te vas a poner perdido el vestido", pero no fue necesario. La via en ese momento estaba lo suficientemente transitada, para que de la masa anónima de padres que recogian a sus hijos del colegio, surgiera un salvador que con un poderoso abrazo la devolviera al lado firme de la calle.

Tras unos minutos de conversación, en los que seguramente el padre recriminara a la fallida suicida su actitud, cada uno fue por su lado. A la chica no la he vuelto a ver.

Cuando uno se plantea quitarse la vida, lo planea con cuidado, o simplemente dedica un par de sus últimos minutos en elegir el método más efectivo; pero hay que estar muy desesperado para tirarse desde una altura de dos metros, te tiene que dar igual ocho que ochenta. Hay que estar muy desesperado o medir mal las distancias.
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Spam, spam, spam, bacon and spam, spam, spam

Alargue su pene en dos sesiones, leo en un correo que acabo de recibir. ¿Como se habrán enterado? pienso antes de borrarlo de la bandeja de entrada, pues hay que estar satisfecho con lo que la naturaleza te ha dado.

En la esquina inferior derecha de la ventana, aparece simultaneamente una chica en bikini, anunciando que acaba de llegar un nuevo email (ventajas de usar Incredimail). Viagra por dos euros, reza el asunto. Ni siquiera lo abro, eso si que no lo necesito. Una pequeña aclaración: a no ser que te la puedas colgar del hombro, uno nunca tiene el pene lo suficientemente grande.

Como si el tipo que me envio el correo hubiera seguido la trayectoria del mismo hacia la papelera, me envia otro, esta vez con una oferta mejor: viagra a un euro. El capitalismo en acción.

El alargador de penes contraataca con un nuevo mensaje, pero no me termino de fiar, hay que enchufarlo a la corriente. Dicen las malas lenguas que el vecino del tercero izquierda, tenia el mismo modelo. Aún permanece el olor a barbacoa en su pasillo, pese a que hace un mes que se mudó; se lo llevaron en una camilla con un rictus severo de dolor.

A estas alturas, la chica del bikini ha optado por sentarse. Los correos no cesan de llegar con las ofertas más estrambóticas: entradas para un concurso universitario de monólogos, lineas de crédito, un viaje a Tora Bora (quiero creer que se trata de una errata)...

He ganado un millón de dolares, según el último. Si cada vez que hubiera recibido un mensaje asi, me hubieran dado de verdad el dinero, Bill Gates seria ahora mi mayordomo. Opté por cerrar el programa. No deberia haber dado mi dirección de correo en Cibertetas.com.

El otro día lei que el 99% de todos los emails que se reciben o se envian, tanto da, son spam. ¿Habrá alguien que pique con semejantes anuncios? Porque yo, no conozco ni uno.
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Soyuz nerushimy respublik svobodnykh

Digg es un portal de noticias, donde unos cuantos eligen qué noticias enviadas por sus amigos merecen ir a la portada y que por consiguiente tengan amplia difusión. De allí saqué el siguiente video, que me ha dejado profundamente impresionado, no se cuanto tardara en aparecer en meneame, la contraparte hispana de la mencionada pagina, así que lo cuelgo aquí para que disfruteis de él.

En este escalofriante documento, se muestra que los principios del break dance, no se encuentran en un puñado de negros del bronx con ataques de sarampión, sino entre las filas del temible ejercito rojo y sus... bailarines.


Ya sea un fake, la imagen esté acelerada o en lugar de rusos sean simios depilados, la verdad es que no puedo dejar de verlo una y otra vez. Llevo cuatro dias en un bucle infinito. Si Stalin levantara la cabeza, alguno de estos le daria una patada sin querer, seguro.

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Es lo que se lleva

- Busco la verdad. ¿Alguien la conoce? - escribió en el canal mazmorra.

Lineas y más lineas se sucedian sobre los temas más peregrinos, pero todos hacian caso omiso a su cuestión, hasta que minutos despues, Sir Roman, un minero de Ely, le hizo un privado.

- ¿Te gustan los hombres peludos?

- No - respondió.

Acto seguido apagó el ordenador compungido. En lo más profundo de su ser, sabia que le habia mentido.


PD: Que nadie se asuste. El otro día, en una estanteria de la biblioteca, un título llamó mi atención: Nocilla Dream. Prometia ser una muestra más del revival de la generación Nintendo, esa que comia bocatas de Nocilla viendo Goldorak por la tele. Cometí el error de juzgar el libro por las apariencias, cosa que no se debe hacer nunca, a menos que la apariencia tome la forma de Lezley Zen.

El mencionado libro, es el mascarón de proa, de lo que el autor llama "Poesia Postpoética", que, por lo que he podido entender, es escribir algo sin sentido, pero haciendo que suene profundo. Algo así como un chiste de los Monty Python.

Con el relato del comienzo, he intentado imitar ese estilo. En lo del sinsentido creo que he tenido éxito, respecto a la profundidad del mismo... bueno, si se menciona el canal mazmorra, uno sabe que lo único profundo son las tragaderas de... en fin, cada cual que imagine lo que quiera.
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Descarga Perpetua

Die... siete de la mañana. Lo primero que hago nada más despertarme es.. bueno, lo segundo que hago, es encender el pc y cargar el emule para que trabaje mientras yo me desperezo. Dos horas más tarde vuelvo a comprobar que tal van las descargas. A la peli del mes, le quedan dos horas, la música se bajó en un suspiro pero... dia tras día, año tras año, como una vieja herida de guerra que se abre para avisarte de que va a hacer mal tiempo, ahí está el mismo archivo esperando a terminar de descargarse. Dos años despues de que pinchara sobre el enlace del juego de Blade Runner, aún permanece en la lista de descargas, esperando a perpetuidad una fuente solidaria que comparta con él esos kbytes que le quedan para llegar a completarse.

Es el mayor temor del usuario medio de internet, que se te quede un archivo pendiente hasta el infinito. Normalmente las probabilidades de que esto ocurra son directamente proporcionales a las ganas que tengas de echarle mano al sudodicho. Todo el mundo tiene o ha tenido al menos uno de esos archivos en su emule o bittorrent y su destino es invariablemente la anulación de la descarga, preferible antes que morir de un ataque de ansiedad porque aquello no avanza.

Yo opté por dejarlo. Es como un recuerdo de tiempos pasados, como un viejo amigo con el que salir de copas, como el bar al que vas cuando tienes un problema y no quieres ver a tu parienta; por todo eso y porque además, no consigo encontrar el puñetero juego en ninguna otra parte.
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Me da el telele

Dioooooooo, mi padre conserva una colección bastante suculenta de
Micromanías...


Esta frase la lei esta mañana en un blog sobre videojuegos de los cientos que pueblan la blogosfera. Sentado en la oscuridad de mi habitación, iluminada a duras penas por los rayos de sol que se filtraban por la persiana, perennemente bajada para evitar la tentación de mi vecina exhibicionista, me di cuenta de que no quiero tener hijos.
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Saque sus dos mil pelas

Pocos días antes del cierre de Stage 6 me lancé como una leona (son las que cazan) sobre una manada de antílopes, en busca de toda película y video en alta definicion que pudiera salvar de la quema virtual. En el último "viaje" pude rescatar el primer episodio de Hellsing, un videoclip de Seal (para una amiga), Underworld evolution, doblada por los que ponian las voces a scooby doo y la joya de la corona: Yo hice a Roque III.

Existe cierto consenso en que la mejor película de la pareja Pajares y Esteso, es "Los Bingueros", sin embargo, salvo quizás "Padre no hay más que dos" empañada por la actuación del piraña, toda su filmografía es digna de culto y chanza en estos tiempos grises de Almodóvares y Garcis.

El nombre de la película es claramente una referencia a la saga de Rocky, cuya secuela triunfaba en la cartelera allá por 1980, adelantándose a la que seria Rocky III, estrenada un par de años después, aunque Pajares poco tiene que ver con Clubber Lang (salvo que no le quieren en ninguna parte)

Alegre por rememorar un pedazo de mi infancia, con aquellos sábados coronados por el buen cine español, puse la película. Cuando a los cinco minutos aparece una teta al aire, empiezas a comprender muchas cosas sobre tu personalidad. Si teneis niños, jamas dejeis que vean una teta, aparte de la de su madre hasta que no cumpla los 14 u os saldra un pornógrafo precoz.

Roque (interpretado por Pajares), es un gorrón que se aprovecha de una deuda del pasado, para vivir con su amigo de la infancia Federico (el inefable Esteso), al que libró de recibir una paliza cuando iban al colegio. Desde entonces apenas se ha separado de él, llegando al extremo de vivir en su misma casa.

La mujer de Federico se cansa de la situación, y le da un últimatum: o ella o Roque. Es aquí cuando la historia empieza a fallar, y es que la esposa de Esteso es una maciza Mirta Miller, que en la vida real no se hubiera fijado en la cara de pan del actor, ni tiempos de la posguerra. Lo bueno es que el desnudo gratuito del principio ha hecho que tu mente se fije únicamente en las bellezas de la pantalla y dejes la coherencia narrativa a esos franceses intelectualoides y sus existencialistas películas.

Federico entonces, discurre como librarse del gorrón. Un día, en el gimnasio al que asiste para rebajar de peso y volver a recuperar su puesto de Jockey, escucha una conversación entre un promotor de boxeo y el dueño del gimnasio, interpretado por un ininteligible Antonio Ozores. En este momento, a uno se le viene a la cabeza el mayor de los enigmas del cine español: ¿Habló alguna vez bien Ozores o por el contrario nació ya con ese don para las lenguas absurdas? Quien sabe, igual le enseñó a hablar un esquizofrenico bipolar. El caso es que aquí se le entiende. El promotor busca alguien para disputarle el título nacional a Kid Botija, actual campeón y un bestiajo de cuidado. Por esto precisamente nadie quiere pelear contra él, pese a que la bolsa es muy jugosa.

Entonces Federico ve la luz del tunel, convencerá a Roque de pelear el combate para que con el dinero, se largue de su casa de una vez por todas y así poder hacer el amor con Mirta, a la que no duda en meter mano en cada plano, consciente de que pocas veces podria tener a mano una mujer así (sobre todo cuando años más tarde se quedó sin dinero).

Entre una cosa y otra, llegó el gag de la ambulancia picadero, y no pude evitar sonreir, pensando en aquellos tiempos más inocentes, donde hacia gracia el culo desnudo de Pajares y no había que recurrir a eso llamado humor inteligente, que no es más que poner el mismo culo y hacer una referencia chistosa a la economia española.

Como en las películas de Balboa, no pueden faltar las escenas de entrenamiento, ni las míticas escaleras. Apuestas, engaños y un buen par de desnudos femeninos se encadenan hasta llegar al gran clímax final del combate, donde Roque... bueno, mejor ved la película si teneis oportunidad porque merece la pena. Ya no se hace cine así.

PD: No, los pechos de Leonor Watling no le llegan ni a la suela de los zapatos a los de la Miller.
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Cuando calienta el sol...

No entiendo como la gente habla tan mal del cambio climático, cuando nos permite ir a la playa a mediados de Abril, como si fuera Agosto, cosa que hice un soleado domingo de no hace mucho. Lamentablemente el calentamiento global se está tomando su tiempo, y el mar aún está demasiado frio para darse un buen chapuzón. Asi que ya sabeis, usad vuestro vehiculo de gasolina favorito a ver si entre todos hacemos que suba un par de grados la temperatura.

Por ello, y ante la ausencia de unas palas para matar el tiempo o un libro con el que acabar con el aburrimiento, me dediqué a mi afición favorita en verano: la busqueda y control visual de mujeres de buen ver.

Aquello me llevó horas, durante las cuales me tosté como un noruego en una barbacoa, tiempo que aproveché para distinguir una serie de patrones que se ajustan a todo aquel que visite la playa, clasificándolos en las siguientes categorias:

. Los obreros de la playa: y no me refiero a los esforzados muchachos de las hamacas, sin cuyo servicio, el nivel de chuleria de la costa descenderia hasta niveles alarmantes, sino a aquellas personas que toman el sol como si ficharan, siguiendo un estricto calendario para conseguir un tostado natural que lucir en las locas noches del estio. Una vez lo consiguen, no vuelven a pisar la arena más que para sesiones de mantenimiento.

. Las Ragazza girls: adolescentes sexualmente concienciadas, que van en grupo a la playa con el único objetivo de ligar o disfrutar de la visión de un tio bueno. Cuando se ponen a jugar a la pelota, te la tiran cerca a propósito, para que te fijes en ellas (Bueno, a mi no me la han tirado nunca, pero lo he visto) No importa que no les prestes atención, ellas seguirán tirándotela cada vez más cerca, a la cabeza si hace falta. Otra táctica que usan es pedir fuego, aunque no fumen. Si te colocas cerca de ellas, sus risitas timidas (y se rien mucho) te arruinarán el día.

. Los Muscle boys: Versión masculina de las anteriores. Suelen ir por parejas y su edad media ronda los 20 años. Pavonean sus musculos delante de cualquier cosa que tenga pechos, aunque sea un señor obeso. Las hormonas y las gafas rayban que forman parte de su vestuario, les impiden ver bien.

. El hombre mazas, siempre acompañado por la mujer maravilla. Se consideran los superheroes de la playa, seres situados en la piramide evolutiva, por encima del tirillas blancuzco que apenas pisa la calle. Ambos parecen salidos de una pelicula de Red Sonja, por sus musculos cincelados y resaltados con aceite de yoyova. El hombre mazas vigila celoso a la mujer maravilla para librarla del acoso de miradas de gente como yo. De más está decir que sus intentos son baldios, pues muchos son los angulos por los que contemplar el escultural cuerpo de la mujer maravilla.

. El abuelo cono: Podria ser sustituido por un pivote, un cartel y en general cualquier objeto que sirva para señalar una posicion, pues esa es la funcion del abuelo en la costa, mientras el resto de su familia disfruta del desayuno con la tranquilidad de saber que el abuelo está soportando temperaturas de más de 30º por ellos.

. Las jubiladas ye-ye: Versión avanzada de las popstars. Viajan en grupo y se dedican a subir los colores a los yogurines que osan acercarse a sus dominios de terciopelo. Sus comentarios sobre lo que te harian y dejarian de hacer de tenerte cerca, puede hacer que aborrezcas el sexo, durante quince minutos.

. El loco Iván: Hombre, guiri para mas señas, que se comporta de forma errática. Tran pronto se tumba en la arena vestido con un abrigo de pieles, como te pide un euro para un bocadillo de cerveza. La única forma de contrarrestar su presencia, es convertirte en uno de ellos, y pedirle a su vez un euro. Funciona, os lo aseguro.


. La chica del top less: jovencita de pechos tersos y firmes, que suele colocar su toalla lejos de la orilla y de los mirones, pensando inocente, que estos no disponen de cámaras con zoom. Difiere de los obreros de la playa, en que ella disfruta ofreciendo al sol sus senos. Como la fuerza, tiene su contraparte oscura: la abuela del top less, que hace todo lo posible para exhibir sus pechos, más caidos que las acciones de Enron, delante de quien menos ganas tiene de verlos (lo que engloba a todo el mundo menos los gerontofilicos).

. El niño Duracell: Palas, pelota, castillos, chapotear... si le pusieran un saco de veinte kilos a la espalda, seguiria teniendo fuerzas para corretear por ahi. Nadie sabe como se las apaña para meterte a ti en medio de todas esas actividades, pero siempre se termina recibiendo un balonazo o un puñado de arena en el bocata. Su acompañante natural es la funcionaria, madre que cree firmemente en que el angel de la guarda del niño, le librará de cualquier peligro, mientras ella lee el "Pronto" despreocupada.

. La gran familia: El número de sus integrantes es directamente proporcional a la distancia a la que se encuentra su pueblo natal. No van a la playa a disfrutar del sol, sino a ver si pueden ahogar a alguien y asi tener mas espacio en el bus de vuelta; cosa fácil pues no saben nadar, por lo que se meten al agua en grupo, confiando en que la fuerza de la manada sea más poderosa que las mareas.

. El hombre del collarín: Mirón profesional que al final del día, necesita de un collarín debido al tremendo esfuerzo al que someten su cuello, mientras echan un vistazo a la morena en top less que tienen a su lado. El que es profesional utiliza espejos. Pero bueno, como bien se sabe, a la playa se va a mirar o a que te miren.
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Literaturae Economicae

El otro día, me desplazaba en el tren de cercanias de vuelta a casa, cuando se sentó a mi lado un señor mayor, que habia superado ampliamente el medio siglo. Vestia a la manera tradicional del lugar y portaba varias bolsas que colocó entre sus piernas con cuidado.

Debo hacer cara de ladrón o traficante de armas, porque tras repasarme de arriba a abajo, comprobé indignado como se dirijia a una mujer que teniamos sentada enfrente. Le preguntó si era aficionada a eso de la lectura, y entonces mi indignación se tornó en ira, pues si hay algo que haga bien, eso es leer.

La mujer le respondió que sí, y entonces, introduciendo sus trabajadas manos en una bolsa, sacó de ella un libro, el cual invitó a la pobre señora a que le echara un vistazo. Por educación más que nada, pues apenas lo hojeó, le comentó que estaba muy bien, y entonces vino el hachazo, el señor mayor trató de venderselo por diez euros. Resultó que un día se había decidido a compilar unos poemas y diversos relatos de cosecha propia y los habia editado para colocarlos a quien quisiera compartir su arte.

Como es natural, la mujer devolvió rapidamente el libro a las manos de su dueño y se levantó tras desearle suerte, para perderse posteriormente en el fondo del vagón.

En ese momento, quedó el escritor frustrado. Ni siquiera tuvo ánimos para seguir buscando nuevas victimas en aquel tren. Me quedé mirandolo un buen rato y me vi reflejado en él, cuando hace unas semanas intenté colar un libro a un par de editoriales, para recibir una distante negativa por respuesta. De pronto, la buena persona que hay en mí, esa que ayuda a cruzar a las ancianas la calle con la esperanza de que al otro lado las espere una sobrina buenorra, salió al exterior, y durante unos instantes, pensé en quedarme yo con ese libro.

Pese al buen precio del ejemplar y que un libro nunca sobra, no lo compré, y no porque sea aficionado a no pagar (más que nada porque no tengo con qué) sino porque, simplemente, no me interesaba.

Quizás me perdiera la obra de un nuevo Lorca o un Machado, pero la verdad es que suficientes versos melindrosos y nostálgicos tuve que padecer en la secundaria como para fustigarme con unos nuevos.

La situación de ese anciano en el tren, es una metáfora del mercado literario español. Escritores que intentan colar al gran público, con escaso éxito, sus neuras, sus problemas y sus convicciones personales, amén de su versión de la guerra civil, como no podia ser menos.

Así no es de extrañar, que las nuevas generaciones pasen de la literatura española, como de una Atari 2600. Sin embargo, los libros de Harry Potter, por poner un ejemplo, se venden como churros; los empollones disfrutan con los relatos de Phillip K Dick entre compilación y compilación y los más valientes, trasnochan de la mano de Stephen King.

No existe contraparte hispana de estas personas. No existe un Tom Clancy español, un Ken Follet, un Michael Crichton o una Agatha Christie. Como en el cine, sólo existe el autor vanidoso guerracivilista, o al menos esa es la imagen que quieren dar las grandes editoriales, porque hay muchas y muy buenas excepciones.

No existe una industria capaz de abrir nuevos mercados, sino un chiringuito endogámico con poca capacidad de desarrollo. Y si el público se mantiene estancado, no existe la posibilidad de crecimiento, no ya económico, que es lo de menos, sino sobretodo cultural.

Ni el humor, ni la fantasia, ni la ciencia-ficción, ni el género de aventuras están consolidados en España y eso repercute en el resto de las artes, como el cine. En America tuvieron a Conan, nosotros a Beldar, ese bárbaro tirillas de El corazón del guerrero. No hay más que añadir.

Y mientras esto siga así, el señor mayor seguirá bajándose en su parada con su libro por vender.
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