Manifiesto por la despreocupación artística

Siempre he pensado que en el campo de las artes no tiene sentido el maniqueísmo simplista de lo bueno y lo malo, simplemente hay cosas que te gustan y cosas que no, las cuales no siempre encajan con la manufactura técnica con la que han sido llevadas a cabo.

Es por ello que aunque entienda el afán por acercarse a la perfección a la hora de crear una obra, no veo por qué hay que denostar o incluso olvidar en un cajón todo aquello que no alcanza unos mínimos estándares de calidad, entendiendo esta como la aproximación más cercana al virtuosismo metodológico.

Se dice que el arte debe transmitir sensaciones o al menos un mensaje. ¿Debe? ¿Acaso no basta con el simple deseo del creador de expulsar de su imaginación aquello que no deja de ocupar su atención? ¿Debe amoldarse a unas reglas establecidas quién sabe por quién y por qué? ¿Por qué gastar tiempo y energía en tratar de moldear su obra para que encaje en lo aceptado?

Es curioso cómo en la época narcisista por excelencia, el respeto hacia los cánones artísticos, custodiados por la crítica "especializada", solo ha saltado por los aires (de forma generalizada) de manos de los creadores de vídeo en YouTube, aunque por una motivación más prosaica que la mera expresión de sus ideas, como puede ser las ansias por ganar dinero a toda costa.

Animo a todo el mundo a que se libere de las cadenas de la autocrítica, y dé rienda suelta a su expresividad, a su imaginación, sin estar constreñidos por la necesidad vana e inalcanzable de una supuesta calidad.
Compartir:
spacer

2 comentarios:

  1. Yo mejor que no dé rienda suelta a mi creatividad. Miedo me da pensar los mamarrachos que podrían salir de ahí, por mucho que esté siendo yo misma. Jajajaja. Besotes!!!

    ResponderEliminar
  2. Jajajaj seguro que lo que escribirías sería más interesante que mucho de lo que se pueda encontrar en Internet!
    Besos!!!

    ResponderEliminar