Lecciones de la guerra Israel - Irán
viernes, junio 20, 2025
¿Qué hace un blog que comenzó hablando de tetas y follar comentando un conflicto regional que podría desembocar en una guerra mundial abierta y no soterrada como hasta ahora? No sé si os habéis dado cuenta pero el mundo ya no es el de antes, Internet no es la de antes y yo no soy el de antes. Nadie lo es. Todos cambiamos para bien o para mal. El ataque sorpresa, que no sorprendente, de Israel al país de los Ayatollahs ha despejado por completo algunas cuestiones sobre las que, todavía, algunos necios podrían tener dudas.
. Tras el prólogo del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, la de Ucrania se convirtió en la primera guerra moderna de drones. Los sucesos del viernes 13 confirman el uso de esta arma no tan novedosa y permite constatar que la inteligencia artificial y los robots van a quitar el trabajo hasta a los sicarios. Sí, seguirá habiendo quien tenga que pulsar el botón pero donde ahora necesitas diez chavales paupérrimos a los que engatusar, en el futuro solo será necesario captar a uno. Hasta ellos se van a quedar sin trabajo.
. El derecho internacional es como el libro de Canción de hielo y fuego que Martin nunca terminará de escribir. Nunca fue más cierto que sacas más provecho a las horas de mus en la cafetería de la facultad que estudiando derecho internacional. Está muerto, caput, finito, enterrado bajo siete metros de tierra e indiferencia. ¿Acaso estuvo vigente alguna vez? ¿No fue siempre el instrumento de los poderosos para justificar sus acciones? Ya ni eso.
. La sociedad: antes, al PODER se le podía contrarrestar, o se tenía la ilusión de ello, con la opinión pública. Todos recordamos las manifestaciones multitudinarias por la guerra de Irak y lo que pasó después. Quizá por esa falta de resultados o porque la sociedad no existe más allá de un conglomerado de individuos con el único objetivo de ganar dinero para poder tomarse una cerveza en la terraza de un bar, no se ha encontrado el más mínimo nivel de resistencia pública. Ni una triste batucada donde mostrar a las aliades lo bien que has aprovechado los dos años de academia en la prestigiosa International Drum School of Macaco. Tampoco es que tengan mucha idea de lo que ocurre. Esto, como siempre, generalizando. También están los que apoyan a uno u otro porque su partido del alma lo apoya, sin pararse a pensar nada más. Si te paras a pensarlo, la sociedad no ha pintado nunca un pimiento. No ha sido más que una herramienta usada por determinados grupos para conseguir sus intereses.
. La imagen pública de Israel. Llevan años, décadas, acabando con la vida de inocentes, en los últimos tiempos de forma casi industrial pero como se podía justificar en ataques recibidos anteriormente pues se le perdonaba todo. Matar niños está feo pero algo menos cuando tiene una justificación. El ataque a Irán, por muy quirúrgico y centrado en objetivos militares, ha sido totalmente injustificado. Y está por ver si un científico es un objetivo legítimo o no. Si le sumamos las declaraciones dantescas de algunos de sus líderes, las fiestas con barbacoa para ver cómo se tuestan los palestinos y demás, el relaciones públicas tendrá mucho trabajo en los próximos años para devolver esa imagen de colonos en sus kibutz comunitarios que solo buscaban trabajar su pedazo de tierra en paz.
. La reputación de Donald Trump. Que la tenía, ojo, entre sus votantes, que esperaban que los USA se mantuvieran alejados de aventuras bélicas internacionales. Además, el "príncipe de la paz", como he leído por ahí que le llamaban se prestó a ser marioneta en pos de los intereses de otro país, como él mismo ha reconocido afirmando que su papel en las negociaciones con el gobierno iraní fueron una distracción para que el ataque tuviera el mayor éxito posible.
. El miedo a declarar la guerra: desde la Segunda guerra mundial los Estados Unidos no declaran una y eso que han estado metidos en fregados por todo el planeta. Es un acto que implica decisiones y acciones muy serias y quizá por eso nadie se atreve a declararla. Al fin y al cabo, de una operación militar especial o un intercambio de misiles te puedes salir sin decir nada, como cuando tu amigo el musiquitas saca la guitarra en la casa rural. De una guerra salen vencedores y vencidos. Por eso los USA no han perdido ninguna guerra.
. La estupidez del "Eje de la resistencia". Líbreme el Señor de creerme más listo que aquellos que lideran las naciones y organizaciones de dicha agrupación oficiosa, aunque viendo el pelaje de los que nos gobierna por estos lares no tendría por qué hacer semejante acto de humildad. Parecen malos de una película de acción que realizan actos incomprensibles para que los buenos ganen con el poder del guion. Os reiréis, pero lo que está pasando estos años, con decisiones a todas luces absurdas, refuerza mi teoría de que vivimos en una simulación lúdica de una especie superior que se divierte viéndonos sufrir o disfrutar, interviniendo para generar situaciones tal y como nosotros quitábamos la escalera de la piscina de Los Sims.
La geopolítica es muy sencilla: hay dominantes y dominados. Si quieres aspirar a no ser dominado, debes prepararte para partirte los dientes contra los dominantes en cualquier momento. El ataque de Hamás del 7 de octubre, a todas luces absurdo, sin ningún propósito claro, puede que fuera una trampa para atraer a Hezbollah e Irán y así debieron pensarlo porque no aprovecharon el momento de supuesta confusión en el estado hebreo, porque nadie en su sano juicio se piensa que un puñado de moros en parapente pueden tomar por sorpresa a un país que se infiltra en el territorio enemigo durante años hasta construirles fábricas de drones delante de las narices o que coloca con años de antelación explosivos en walkietalkies para hacerlos estallar algún día, para lanzarse con todo y atacarlo desde todos los puntos cardinales. ¿Querían evitar sanciones? Medio Hezbollah está muerto. ¿Querían aparecer como los buenos? Medio Irán arrasado. Se lleva hablando de guerra con Irán desde el 11 de septiembre. Tiempo han tenido para saber que los que golpean primero golpean dos veces.
. La religión islámica ya no es más que una tradición. Solo un puñado insignificante de practicantes creen hasta el extremo de morir por ella. Quizá porque un gran volumen de fieles viven ya en el occidente secular y se ponen tibios a cervezas y bebidas más potentes mientras que los que viven en sus países tienen la cabeza puesta en venir a la Europa de la que manan iPhones y segarros. La falta de un líder como el Papa para los católicos y la división entre chiitas y sunnitas, no ayuda a que los creyentes de dicha fe se sientan parte de un único grupo. La iglesia católica no le anda a la zaga. Siempre recordaré, durante el Covid, ver por la tele a un cura dando misa con mascarilla. Too much para la fe en la resurrección. Aquí ya no cree ni dios. El único ídolo es el todopoderosos dólar.
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