¿Susana o Susanna? No importa. La Griso se ha convertido sin mucho esfuerzo en el mito erótico de toda una caterva de señores trajeados que se toman un carajillo por las mañanas ante el televisor sin temor a que les llamen marujas. De ellos y de todo aquél o aquella que sepa apreciar la belleza serena...

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31
2010