Olvidar

Olvidar es ser feliz, no sufrir por los buenos momentos que ya pasaron y nunca volverán, ni recordar el dolor de lo que hicimos o padecimos. Olvidar es comenzar de nuevo, sentir el roce de sus labios contra los tuyos como si fuera la primera vez, despertarse con la incertidumbre de una rutina ausente. Olvidar es vivir. Y para aquellos que no podemos, la memoria no es si no un castigo que estamos condenados a cumplir; y cada segundo, cada recuerdo, cada eco del pasado que se apropia de nuestra conciencia con eficacia acusadora, es una pequeña muerte, un clavo más en el ataud de nuestra alma.
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2 comentarios:

  1. Pues quizá debieras plantearte alternativas. Optar por el plan B, que no es olvidar (ya que no se olvida nunca, Dani. Nadie puede) y simplemente ASUMIR. Aceptar. La gente no olvida, sino que pasa página. Y los recuerdos siempre estarán ahí, atacándonos cuando menos lo esperamos sin que podamos evitarlo...
    Lo único que podemos hacer es aprender a convivir con ellos, buscándoles un huequito en el alma donde no nos estorben mucho... y seguir sobreviviendo hasta que consigamos hacerlos menos poderosos y podamos tirar palante.

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  2. Gracias por los consejos Rizos. Ya lo hice y por eso estoy aquí :)
    De todas formas, el post no era sobre mi ni sobre alguien en concreto. De hecho poco escribiré sobre mi salvo de mi estancia aquí.
    Gracias por la visita! :)

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