El club de los corazones rotos

El ying-yang y las galletas de la fortuna del chino del barrio, nos dicen que en el universo predomina el equilibro. En algún lugar del mundo alguien se lo está pasando de fabula con un harén de mujeres y yo lo más cerca que he estado del amor fue aquel día en que una chica estuvo a punto de estamparme una tarta de san valentín al salir de una panaderia: los chinos se equivocan (claro que habiendo el doble de chinos que de chinas no me extraña que el tema sentimental no lo dominen)
Claro que la mayoria tiene más suerte que yo y consigue una pareja. Y ahí es donde entra el tema del equilibrio, puesto que aunque no se haya alcanzado, el universo tiene a él y mientras haya una sola persona desdichada, habra una pareja que rompa para tratar de compensar la balanza kármica
A un amigo le pasó el otro día. Es triste que tu pareja te diga que la belleza está en el interior, porque eso significa que ya no te encuentra atractivo, ni resultón, ni siquiera agraciado; vaya que el coctel de hormonas (que algunos llaman encoñamiento) que te hacia poseedor a sus ojos de un atractivo físico superior a la media se ha evaporado dejando a la vista la realidad: eres más feo que un futbolista francés.
Como mi amigo acertadamente esperaba, despues de tal afirmación vino una de esas frases malditas que todos hemos dicho u oido alguna vez.
Motivos para dejar a tu pareja hay infinitos: desde el olor de su aliento a su afición por infringir la ley, pasando por todo tipo de infidelidades. Maneras de dejar a alguien ya no hay tantas, siendo en estas situaciones cuando podemos constatar la crueldad que pueden albergar algunas personas.
Cuando el motivo de la ruptura es claro e irrevocable, se suele usar una plantilla del tipo:

Te has acostado con (pongase aqui el nombre del fulano/a) hijo de puta, no quiero volver a verte más.

Pero hay veces en que, ya sea porque no queremos que el otro sufra o se enfade hasta el punto de que nos acose toda la vida, nos abstenemos de decirle la humillante verdad y nos perdemos en los clichés de toda la vida; que nadie se lleve a engaño, hacen el mismo daño o más.
A mi amigo lo dejaron con un escueto "no eres tú, soy yo". La cara de tonto que se le quedó todavia le duraba horas despues mientras me lo contaba. El pobre habia compartido 3 años de su vida supercoco sin saberlo. Su ex bien podria haberle dicho "necesito un poco de tiempo para aclarar mis sentimientos" (y cambiar de piso para que no me encuentres), "ya no hay pasión entre nosotros" (no como con el chico al que conoci en el sentido biblico el otro día) o "nuestra relación es pura rutina" (estar contigo es como ir a trabajar, un coñazo), todas le habrian hecho más daño que la verdad: mi amigo es un pelma; pero dentro de lo que cabe tuvo suerte.
A mi nunca me han dejado porque para que lo hagan, es necesario haber estado antes con alguien; pero eso no me exime de haber sufrido en carne propia lo peor que se le puede decir a una persona cuando quieres quitartelo de encima sin remordimientos: " Seguro que encuentras una mujer que te haga feliz" (no eres lo suficientemente bueno para mí).
No creo que haya nada más humillante que esa frase y por lo visto está bastante extendida porque no ha habido una sola chica de todas las que he conocido que no me lo haya soltado en algún momento, la última vez ayer. Y cuando te lo dicen una vez, te halaga, incluso cuando te lo dicen dos, tres, cinco veces.... Pero a la decimosegunda ocasión en que escuchas las mismas palabras, está claro que lo que ocurre es que pasan de ti.A la próxima que me lo diga pienso mandarla a freir esparragos.
Asi que, chicas que estais por venir, un simple "no me interesas" basta y si os moris por decir lo otro, no os preocupeis, seguro que encontrais alguien a quien poder decirselo.

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