El otro día me encontré con mi vecina Conchita en la plaza alrededor de la cual se vertebra mi barrio. Este es un hecho común que se suele dar con frecuencia pues ella es de horarios fijos y cuando quiero alegrarme la vista para enderezar un mal día, modifico los míos para propiciar el encuentro. Sin embargo en esta ocasión hubo un componente de novedad, más allá del intercambio de...
oct
02
2013