Llegó el momento de desvelar a qué he venido a este lugar dejado de la mano de Dios y de los fabricantes de profilácticos, a pasar el tiempo entre árboles gigantes, fauna hostil y clima adverso en lugar de estar en la playa disfrutando del mar, las chicas en bikini y un bonito puesto en la cola del paro.
En realidad de lo que es el trabajo en si no puedo comentar nada, sólo que está relacionado con los videojuegos y que, en un logro gigantesco para mi ego, saldré en los créditos de algunos de ellos (de hecho ya salgo en uno :P) algo que me convertirá en un imán para las mujeres (ejem) En el futuro, cuando los nietos de los vecinos me pregunten a qué me dedicaba de jóven (o cuando era menos mayor) podré decirles: Descárgate estos juegos del emule 3000 y lo sabrás.
Por ello es un trabajo que me llena, me hace sentirme realizado, contento por haberlo encontrado y hace que desee que me renueven por muchos años más... a quien quiero engañar, ¡¡¡Qué alguien me saque de aquí!!!...
Pasado este momento "histeria irracional" volvamos a lo que venía hoy, a hablar del ambiente de trabajo, que sobre eso no pone nada en el contrato. La empresa en la que trabajo está a la entrada del pueblo, rodeada de árboles y flanqueada en su extremo sur por un caudaloso rio que en invierno se hiela, lo cual acojona un poco, porque no es que sea el Guadalquivir precisamente pero para que una lengua de agua de semejante caudal y proporciones se congele, debe hacer un frío de la leche.
Bueno, el nombre de la empresa lo omito para que no me encuentren mis compañeros de trabajo (los españoles vaya porque los otros ni aunque se lo traduzca) aunque no se cuanto podré ocultarles el blog, pues intenté colar lo de "Mr Roboto" como nick en los créditos, pero no hubo suerte. Eso sí, ahora el Project Manager no dejar de llamarme Roboto, lo cual es de agradecer teniendo en cuenta que antes me llamaba Alex...
Para los que dudan del choque de civilizaciones y piensan que eso son ideas de un viejo loco, les recomiendo que se den una vuelta por la sala de juegos. A un lado, los canadienses en su xbox comentando en voz baja las jugadas que reproducen en un juego de Hockey, en el otro extremo de la habitación, con los mandos de una PS3 entre sus manos, italianos, franceses y/o españoles, vociferan y maldicen mientras Raúl falla un penalti en la última entrega del FIFA. Dos mundos en principio tan parecidos, pero radicalmente distintos.
Describir el catálogo de seres que pululan por aquí me llevaría horas, pues de los 200 empleados de esta delegación, 192 tienen algo que haría que la Tía Paca aferrara su monedero contra su pecho, si se los encontrara caminando por la calle. Luego eso si, hay que reconocer que son muy buena gente (quién sabe quién puede leer esto algún día)
Desconozco cómo será en otras empresas, pero aquí la linea que separa al staff burocrático (contabilidad, Recursos Humanos, etc) de lo que son trabajadores "del gremio", es gruesa como el humor de Los Morancos. En principio no me interesaría de no ser por un hecho, en Contabilidad se encuentra la chica más atractiva de todo el pueblo: la acelga.
La acelga recibe su mote, por su aspecto lánguido y apático, sus hombros caidos y su mirada cansada, pero ni todo eso hace que uno pueda distraer la atención de metro sesenta y cinco de morena con ojos azules, senos turgentes y frecuentes faldas que dejan entrever unas piernas torneadas y suaves. Pero como digo, pertenece a una "casta" diferente. Jamás se verá amistad alguna entre los dos grupos.
Mi jornada laboral comienza a las 8 de la mañana. Con los ojos bien abiertos, pues llevo despierto desde las 5, que es cuando amanece aquí, me uno al río de gent... en realidad a las oficinas suelo llegar acompañado de Mario y Luigi y poco más, pues la gente prefiere jugarsela y apurar el tiempo al máximo.
A las ocho menos diez hago el "punch in", fichar vaya, de una forma ciertamente futurista. Por la falta de costumbre la primera semana se me olvidó hacerlo :P En circunstancias normales hubiera significado un bocado al cheque del siguiente mes, pero al más puro estilo Simpsons, me bastó decir "Era mi primerito día" ¡¡Y se lo tragaron!! Qué grande es este país... En España ahora estaría en las galeras compartiendo remo con Ben Hur.
Tras una dura jornada, termino el trabajo a las 4 de la tarde, lo cual no me deja tanto tiempo como pudiera parecer porque entre cocinar, charlar con la familia y partidas en LAN al Unreal Tournament, se me escapan las horas y la vida. Parece mentira pero mañana hará un mes desde que aterricé y no me encontré a nadie en el aeropuerto. Casualidades de la vida, ayer me enteré de que el causante de ello fue mi mejor amigo en la empresa. La rutina ha llamado a la puerta y poco queda para la sorpresa. Quedan once meses y un largo invierno por delante... ¡¡¡Necesito sexo!!!
En realidad de lo que es el trabajo en si no puedo comentar nada, sólo que está relacionado con los videojuegos y que, en un logro gigantesco para mi ego, saldré en los créditos de algunos de ellos (de hecho ya salgo en uno :P) algo que me convertirá en un imán para las mujeres (ejem) En el futuro, cuando los nietos de los vecinos me pregunten a qué me dedicaba de jóven (o cuando era menos mayor) podré decirles: Descárgate estos juegos del emule 3000 y lo sabrás.
Por ello es un trabajo que me llena, me hace sentirme realizado, contento por haberlo encontrado y hace que desee que me renueven por muchos años más... a quien quiero engañar, ¡¡¡Qué alguien me saque de aquí!!!...
Pasado este momento "histeria irracional" volvamos a lo que venía hoy, a hablar del ambiente de trabajo, que sobre eso no pone nada en el contrato. La empresa en la que trabajo está a la entrada del pueblo, rodeada de árboles y flanqueada en su extremo sur por un caudaloso rio que en invierno se hiela, lo cual acojona un poco, porque no es que sea el Guadalquivir precisamente pero para que una lengua de agua de semejante caudal y proporciones se congele, debe hacer un frío de la leche.
Bueno, el nombre de la empresa lo omito para que no me encuentren mis compañeros de trabajo (los españoles vaya porque los otros ni aunque se lo traduzca) aunque no se cuanto podré ocultarles el blog, pues intenté colar lo de "Mr Roboto" como nick en los créditos, pero no hubo suerte. Eso sí, ahora el Project Manager no dejar de llamarme Roboto, lo cual es de agradecer teniendo en cuenta que antes me llamaba Alex...
Para los que dudan del choque de civilizaciones y piensan que eso son ideas de un viejo loco, les recomiendo que se den una vuelta por la sala de juegos. A un lado, los canadienses en su xbox comentando en voz baja las jugadas que reproducen en un juego de Hockey, en el otro extremo de la habitación, con los mandos de una PS3 entre sus manos, italianos, franceses y/o españoles, vociferan y maldicen mientras Raúl falla un penalti en la última entrega del FIFA. Dos mundos en principio tan parecidos, pero radicalmente distintos.
Describir el catálogo de seres que pululan por aquí me llevaría horas, pues de los 200 empleados de esta delegación, 192 tienen algo que haría que la Tía Paca aferrara su monedero contra su pecho, si se los encontrara caminando por la calle. Luego eso si, hay que reconocer que son muy buena gente (quién sabe quién puede leer esto algún día)
Desconozco cómo será en otras empresas, pero aquí la linea que separa al staff burocrático (contabilidad, Recursos Humanos, etc) de lo que son trabajadores "del gremio", es gruesa como el humor de Los Morancos. En principio no me interesaría de no ser por un hecho, en Contabilidad se encuentra la chica más atractiva de todo el pueblo: la acelga.
La acelga recibe su mote, por su aspecto lánguido y apático, sus hombros caidos y su mirada cansada, pero ni todo eso hace que uno pueda distraer la atención de metro sesenta y cinco de morena con ojos azules, senos turgentes y frecuentes faldas que dejan entrever unas piernas torneadas y suaves. Pero como digo, pertenece a una "casta" diferente. Jamás se verá amistad alguna entre los dos grupos.
Mi jornada laboral comienza a las 8 de la mañana. Con los ojos bien abiertos, pues llevo despierto desde las 5, que es cuando amanece aquí, me uno al río de gent... en realidad a las oficinas suelo llegar acompañado de Mario y Luigi y poco más, pues la gente prefiere jugarsela y apurar el tiempo al máximo.
A las ocho menos diez hago el "punch in", fichar vaya, de una forma ciertamente futurista. Por la falta de costumbre la primera semana se me olvidó hacerlo :P En circunstancias normales hubiera significado un bocado al cheque del siguiente mes, pero al más puro estilo Simpsons, me bastó decir "Era mi primerito día" ¡¡Y se lo tragaron!! Qué grande es este país... En España ahora estaría en las galeras compartiendo remo con Ben Hur.
Tras una dura jornada, termino el trabajo a las 4 de la tarde, lo cual no me deja tanto tiempo como pudiera parecer porque entre cocinar, charlar con la familia y partidas en LAN al Unreal Tournament, se me escapan las horas y la vida. Parece mentira pero mañana hará un mes desde que aterricé y no me encontré a nadie en el aeropuerto. Casualidades de la vida, ayer me enteré de que el causante de ello fue mi mejor amigo en la empresa. La rutina ha llamado a la puerta y poco queda para la sorpresa. Quedan once meses y un largo invierno por delante... ¡¡¡Necesito sexo!!!