Mi experiencia con Lulu

Quien espere un relato detallado de mi alocado fin de semana con una meretriz francesa, está totalmente equivocado, pues Lulu no es el nombre de una jovenzuela capaz de traicionar sus ideales de pureza por un puesto en el olimpo de la interpretación sino el de una empresa dedicada a la autopublicación de todo tipo de obras: desde novelas a calendarios, pasando por una amplia variedad de productos impresos.

Llevaba largo tiempo meditando registrar en formato físico todos los textos que escribí en una etapa más fructífera de mi vida, aunque hasta hace algunos meses no hice acopio de voluntad para ponerme a ello. Otrora expuestos ante el público que surfeara la red, yacían ahora en un rincón del disco duro de mi portátil, aparato que podría estropearse y provocar con ello la pérdida de tantas horas pasadas con un lápiz y una libreta en la mano, pergeñando el universo delirante de un señor robot de infausto para unas, para otros grato, recuerdo.

La gente dirá lo que sea del almacenamiento digital, pero aún hoy se pueden encontrar libros con centenares de años a sus espaldas y sin embargo el lector de cd´s de la Playstation ya no es capaz de leer una copia del Medievil grabada en un disco Princo hace menos de una década. Por ello investigué en Internet de qué manera podía publicar un libro, sin tener que pagar costosas tiradas o enfrentarme a la vagancia y/o esnobismo del agente literario de alguna de las múltiples editoriales del mercado encargado de seleccionar mi obra como "publicable" cosa que por otra parte no es en absoluto.

La respuesta llegó con el nombre de una chica de anuncio: Lulu (oui, c´est moi) Aunque no es necesario registrarse para comenzar a publicar, es recomendable hacerlo para llevar un mejor control del proyecto. A través de un asistente, podremos elegir el tipo de tapa de nuestro libro, podremos darle un nombre y detallar el autor o autores, el tipo de papel (el estándar es de una calidad aceptable), el tamaño del libro (siendo el A5 el más recomendable), el encuadernado y si será en blanco y negro o en color siendo esta última opción muchisimo más cara.

Ya que hablamos de dinero, unas 700 páginas vendría a salir por el mismo precio que cualquier novedad editorial, con el añadido de que se tiene entre las manos tu propia historia. Eso a precio de coste obligatorio, sin obtener márgenes de beneficio por la venta de los ejemplares. En cualquier caso el autor puede dar el precio que desee a su obra.

Puede parecer barato, pero hay que tener en cuenta que Lulu se limita a imprimir y "pegar" las hojas del documento que se le envía. Por lo que queda en manos del usuario la maquetación del texto y el diseño de la portada, lo cual conlleva un trabajo titánico como tuve ocasión de comprobar. No es fácil escribir un libro, ni siquiera cuando es un copia-pega. Me llevó varias semanas pero al final lo conseguí, tenía un pdf que si no profesional al menos no daba vergüenza ajena y raudo corrí a subirlo al blog como quedó registrado en un post anterior. Lulu permite vender el libro en formato electrónico, todo sea dicho.

Con el asistente de creación de portadas creé una sencilla y minimalista en el menor tiempo posible y me dispuse a comprar una copia de prueba. Para ello te dan varias opciones de envío, tanto por sistemas de mensajería privada como por Correos. En su modalidad gratuita Lulu asegura que se recibirá el pedido en 5-6 días. En mi caso tuve que esperar un mes largo. El paquete viene de Suecia, cosa que en un primer momento me extrañó al ver la notificación de que había recibido un paquete, dejada por un cartero vago que no fue capaz de llamar al timbre de mi casa.

Cuando fui a las oficinas de Correos me dieron una enorme saca verde con la que parecía la versión irlandesa de Santa Claus. Dentro venía un maltratado paquete con el ejemplar. Por desgracia en algún momento entre Malmo y Fuengirola, el cartón se rasgó por una esquina, deteriorando levemente el lomo, pero bueno, la calidad general del libro permanecía intacta.

Aunque en un primer momento el volumen parece robusto, tengo la sospecha de que con el tiempo y la lectura continuada las posibilidades de que se parta en dos irán creciendo exponencialmente. Mientras tanto, cada vez que pase la mirada por mi pequeña biblioteca, podré sonreír satisfecho.
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2 comentarios:

  1. La espera se está haciendo insufrible, amigo Moriarty!!!Aguardo ansioso ese compendio de su buen hacer literario y, puestos a pedir, a Lulu tambien!!! (jejeje, ya me la imagino como a una lúbrica robot-plingui de las que dibujaba Hajime Sorayama).
    Un abrazo!!!

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  2. Yo creo que antes de Navidad ya te llegará, como los buenos deseos y los grandes éxitos de Wham.
    Qué grandes los dibujos de Sorayama. Hace años estuve durante una temporada comprando una revista sobre programas shareware cuyo nombre no recuerdo, solo por el cd que traía con sus dibujos.
    Un abrazo!!!

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