Cyrano de alquiler

De suaves cabellos áureos,
de piel aterciopelada.
Camina con garbo y gracia
francesita de Triana.

Así comenzaba el último y más enconado asalto de un amigo, para conquistar una plaza de 1,75 de altura, cabellos tejidos con obsidiana y una sonrisa capaz de deslumbrar a un ciego mirando al sol. Durante semanas de asedio había ido maquinando la que sería su última arma, capaz de abrir las puertas de su castillo sin tener que echar mano de su ariete. En lugar de eso, le abrió las puertas de su casa para que se largara de allí y no volviera jamás. Al menos no con las intenciones que llevaba, pues a decir verdad le gustó mi semblanza poética dedicada a su persona.

Si amigos, ahora soy un mercenario de las letras, como Javier Marías, que vende su pluma al mejor postor a cambio de unas monedas o una chocolatina en este caso, pues el cliente era conocido y mis honorarios inalcanzables para él.

Me imagino lo que os estaréis preguntando, lo mismo que le dije yo cuando me contó la historia y me ofreció el encargo de escribirle una poesía a la que era su amor platónico desde hacía meses: ¿De verdad piensas que conseguirás algo con un puñado de palabras? Llamadlo romántico o simplemente ingenuo pero no se dejó convencer por mi exposición sobre las mujeres, y es que la falsa creencia de que ellas se ven atraidas por una mente sensible, un espíritu curioso y la capacidad de hacerlas reir, se viene abajo junto con su ropa interior, ante la sonrisa dedicada del chuloplaya de turno, de modales hoscos, egoismo exacerbado y narcisismo crónico.

En pleno siglo XXI, desfasados los cuentos de los Hermanos Grimm, con la Caperucita buscando trabajo en un night club y Pinocho vendiendo sus miembros para pagar las deudas que genera la carpintería de Geppeto, los padres deberían contar a sus hijos historias como "El principe que conquistó a una princesa con su gran corazón", "Todo es posible con buena voluntad" o "Los sentimientos sinceros son la mejor presentación" Esos si que son cuentos.

A mi amigo le costó un Toblerone tamaño maxi y una decepción enorme descubrirlo, pero espero que no se corra la voz, o me quedaré sin trabajo.
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7 comentarios:

  1. Mmmmm, chuloplaya (argsfammmm, rosquiiiillas...)

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  2. Ya te presentare a un par que conozco :)

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  3. Vaya... un Panda y un par de chulosplaya... no te merezco.

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  4. Bueno, esperate hasta que veas a los chulosplaya :)

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  5. Para los cuentos está Disney ¿no?. Lo que pasa que los padres ya no cuentan cuentos, prefieren callar ya que con Bob Esponja los niños y niñas apenas dan guerra. Saludos.

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  6. Y a los hombres os gustan las zorras malévolas... que no hombre que la gente no sabe lo que quiere y no se quiere a si misma.

    Molas mucho MR Roboto =)

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  7. Bueno, es una generalizacion, como la que he hecho yo. A mi por ejemplo no me gustan malevolas, y todavia quedan mujeres que no se guian por el fisico. Me consta. Pero si, ese es el gran problema, que la gente ya no cuenta cuentos y no se quiere a si misma...
    Besos y abrazos!!

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