Dentro del buche

No se si recordareis la tercera parte de la saga “Superdetective en Hollywood”. Si no es asi, tampoco os perdeis gran cosa de esta critica feroz a la mafia que se esconde tras la factoria Disney y sus parques de atracciones; en cualquier caso, fue en esta pelicula donde por primera vez escuché el termino “brunch” de boca del primo Balky, encasillado ya por toda la eternidad como el cabrero de Mypos que nunca dejará de serlo.

Y os estareis preguntando ¿qué es un brunch? o igual no porque sois cultos y refinados como una solterona treinteañera de NY y ya lo sabeis. De todos modos, para aquellos catetos como yo, lo explicaré.
El brunch es una comida a medio camino del desayuno y el almuerzo, inventada por los franceses para que la aristocracia con sobrepeso y tragaderas infinitas no sientan remordimientos por comer cinco veces al dia.

Siendo más específicos, se trata de una comida ligera que suele constar de huevos, bacon, algo de fruta, gofres, tostadas y/o crepes. La composición suele variar de un restaurante a otro, pero el denominador común es que lo sirven todo mezclado y regado con sirope de arce, en una orgia de sabores como no se ha visto desde el estreno de la última película de Tinto Brass.

Tratandose de una costumbre francófona y viviendo como estoy en esta colonia gabacha que es Quebec, no me quedaba otra que probar el susodicho acto social, pues de eso se trata mas que de comer, y queda especialmente patente en el restaurante de Montreal al que he tenido la ocasión de acudir en varias ocasiones.

Dans la Bouche es un coqueto y amplio local situado en la esquina entre la avenida de Mont Royale y la rue de Bordeaux. La comida es buena, la clientela exquisita pero lo que destaca con luz propia por encima de todo son las camareras que te atienden: un monumento andante a la belleza femenina y al buen servicio, que distrae los sentidos de la abultada factura que depositan sobre la mesa una vez ha finalizado la opipara pitanza. Y es que 20 dolares de media no es moco de pavo, aunque es cierto que el hambre no volverá a hacer acto de presencia hasta el día siguiente. Sitio recomendado con 5 estrellas por la guía Mr Roboto.
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3 comentarios:

  1. Brunch... suena taaaaan cool... Y taaaaaan acélguico...

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  2. Si, el Brunch es melancólico como una balada de Patrick Bruel o el lamento de los cíngaros cuando lloran la rotura de su balalaika a la lumbre del fuego nocturno... y sobre todo, es afición común a jóvenes solteras o solteras a secas que se reunen una mañana de domingo para despellejar a los hombres mientras degustan una buena salchicha.
    Gracias por la visita!

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  3. Pues anda que si entraras... yo salgo con más hambre que cuando entro :)

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