Isabel Serrano

Hay dos clases de mujeres que pueden atraer a un hombre sin necesidad de hacer gala de un ingenio sin parangón  o prestarse a una conversación inteligente: las guapas y las que sin llegar a serlo, producen un morbo especial, ya sea por la expresión de su rostro, su profesión, lo exótico o inaudito de alguno de sus rasgos, o esa cosa que no se puede explicar llamada sex-appeal.
Cuando las dos características, belleza y morbo, se dan en una sola persona, forman mujeres como Isabel Serrano.

Aunque ya había tenido ocasión de verla en películas como Rosa Rosae y Así en el cielo como en la tierra, o en series de la talla de "Los mundos de Yupi", "Lleno por favor", "Al salir de clase" y "Las chicas de hoy en día" (que de pre-adolescente me apasionaba, no me preguntéis por qué) fue en su papel de Inma en Médico de familia donde me enamoró con su sonrisa insinuante, su mirada profunda, sus largos cabellos negros como noche sin luna y su personalidad fuerte y dominante definida por sus rasgos angulosos, todo un reto para cualquier hombre. Llamadme vicioso, pero entre mis fantasías de adolescente siempre estuvo en primer lugar un duo lésbico entre Isabel Serrano y Lidia Bosch.

Como todas las mujeres de gran belleza en su madurez, con algunos años menos era más bien repelente, aunque las tendencias de décadas pasadas tampoco ayudaban a resaltar sus virtudes. ¿Los culpables?, los hombres y la afición por el vello facial abundante.

Repasando su poco conocida carrera artística podemos ver que comenzó haciendo sus pinitos como bailarina en "La Bola de Cristal" aunque estando Alaska en pantalla, cualquiera miraba a otro lado que no fuera la peluca hipnótica que solía variar de programa en programa. Compaginó este trabajo con el de azafata del Un, Dos, Tres... y cuando se le acabó el contrato, acudió en su rescate Pepe Navarro y su "El día por delante"

Y llegamos a 1995, en el que interpreta a la Princesa Hortensia en "La noche de las castillos" un original concurso, en el que los participantes jugaban una especie de partida de rol en vivo en el interior de un castillo, con el objetivo de salvar a la hija del Rey Folof (Anthony Quinn) de las garras del malvado Torque. No me perdía una sola entrega, pese a que la primera parte, una carrera campo a través con meta en el castillo donde se desarrollaba la historia, era un poco aburrida.

En la actualidad, se encuentra refugiada en el teatro, donde se gasta todo lo que gana en pastillas de jabón para la boca, pues en "Así en el cielo como en la tierra", el mejor ejemplo de que las drogas no son buenas, se enrollaba con Juan Luis Galiardo, lo cual si lo piensas, hace que se te revuelva un poco el estómago.

Hace años le dí plantón veinte veces a una chica que se le parecía... No es por fardar, es que era insufrible.
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