Historias del Chat (VI)

El año 2001 comenzaba como todos los demás, sin muchas expectativas de conocer alguien mínimamente interesante, ya de ligar ni hablamos. La tarifa plana estaba aún por llegar, por lo que para no gastar mucho, apenas podía conectarme un par de horas diarias, que yo racionaba en conexiones de 15 minutos a lo largo del día para aumentar las posibilidades de charlar con una mujer agradable (la estadística nunca fue lo mio)

Aquella noche me encontraba en mi última conexión. Ya había perdido la esperanza por ese día y apuraba el tiempo navegando por páginas de dudoso gusto, las cuales terminé por cerrar. Ya iba a desconectar, cuando me percaté de que un icono parpadeaba incesante en la barra de tareas, indicando que alguien me había hecho un privado.

Con desgana inicié la conversación con una doctora levantina, que poco a poco me fue levantando el ánimo. Jamás había conocido a una mujer tan encantadora y arrebatadora. Tanto es así, que cuando me dijo que tenia 41 años, no me sentí amilanado, cosa extraña, pues por esa época todas las mujeres me amedrentaban.

Sin saber muy bien cómo, aquella primera noche (pues el límite de 15 minutos decidí saltármelo a la torera) salió a colación el tema del sexo. Tras charlar sobre relaciones habidas y por haber y revelarme que estaba divorciada, me preguntó mi opinión sobre el cibersexo.

Muchacho apocado e inocente, únicamente había oído hablar vagamente del asunto. Recordé aquel prototipo con electrodos pensados para transmitir el virtual placer de una virtual dama oculta en las entrañas de un PC. Obviamente ella se refería a otra cosa. Con paciencia me explicó en qué consistía.

La verdad es que mucha gracia no le vi a la cosa. No entraba en mi imaginación que únicamente con palabras alguien pudiera excitarse de tal manera que anhelara con toda su alma poseer al partenaire que literariamente le hacia el amor. Con esas mismas palabras se lo comenté y, no se si enfadada, herida en su orgullo o desafiada, se ofreció a demostrar cuan equivocado me hallaba. Durante los primeros minutos permanecí como un espectador impávido ante lo que leía, pero por dentro iba surgiendo un cosquilleo que se dirigía con rapidez a mi entrepierna.

Al fin me decidí a participar, escribiendo a dos manos pero presa de una excitación como pocas veces había sentido. A medida que me iba animando y de mis dedos surgían besos, caricias y posturas, sus intervenciones eran sustituidas por interminables onomatopeyas de placer, que finalmente desembocaron en un sonoro: "me he corrido"

Durante meses estuvimos ejercitando mente y manos de forma "amistosa", a través de webcam incluso, lo que me permitió comprobar que además era preciosa; hasta que un día, sin siquiera un adiós, desapareció de mi vida para siempre.
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8 comentarios:

  1. Pensé que en el ciber sexo no habia el consabido "si te he visto no me acuerdo..."
    Cambia el formato pero no los resultados.Que te quiten lo "bailao" Roboto!!!

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  2. El chat es un mundo increible...el messenger lo eleva todavia mas. Esto nos hace darnos cuenta de cuan solos nos sentimos a veces, y la gran necesidad que tenemos de....sí, de eso tambiénn.

    Por lo demás, al decir su edad me has recordado una frase 'En brazos de la mujer madura' (peli que no vi, por otra parte)

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  3. Llevamos ya una buena retahila de relatos entre todos en los cuales los dos protagonistas son una madurita y un jovencito.....os estareis dando cuenta de lo que se demanda en nuestra mente libre de censuras!!!!!!!!!

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  4. Me adhiero a la sabia máxima de Tortlon: que te quiten lo bailao

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  5. Yo creo que esto de internet es una pequeña forma de romper pequeñas soledades, nos hace satisfacer curiosidades y aventurarnos, y disfrutar de nuevas experiencias...

    Supongo que ella tuvo miedo o de depender demasiado de esas conversaciones o tuvo suficientes experiencias.

    Un saludo

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  6. Lo importante es disfrutar el momento sin más, sin pensar en otras cosas y sin jugarselo todo a esta carta de internet :P

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  7. Juer... las cosas que te pasan.

    Yo apenas he entrado a los chats... y cuando lo he hecho, no era para nada bueno :P

    Recuerdo que todas las que se ponían un nick que incluyeran "pija", les nombrabas 3 marcas de ropa cara y....

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